preparándose para una ¿cita?

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Cuando Alexandra colgó, sintió una repentina felicidad que ni ella misma sabía explicar.

Sara llamó a Izan y a Alexandra para cenar; Alexandra se pasó toda la cena escuchando las condiciones, impuestas por su madre, que tendría que cumplir si quería ir a Nueva York.

Cuando acabaron de cenar, a Alexandra le dolía la cabeza, su cabeza estaba saturada, demasiada información de golpe por parte de su madre, sin mencionar la extraña petición que acababa de aceptar... Así,  que decidió acostarse y

relajarse, aunque ella no lo supiera, mañana sería un día muy extraño.

------A la mañana siguiente...----

Alexandra se despertó nerviosa, se había pasado toda la noche pensando en Eric. Cuando se levantó de la cama y vió su despertador, este estaba parado. Alexandra se apresuró en buscar el móvil para ver que hora era, pues tenía la

sensación de haber dormido mas de lo habitual. Cuando al fin lo encontró, a este se le estaba apunto de agotar la batería. Eran las nueve y cuarto de la mañana. Alexandra se vistió a toda prisa, pues el autobús pasaría por delante de su

casa en diez minutos; se cepillaba el pelo mientras bajaba a toda prisa por las escaleras mientras maldecía a su despertador. Nada mas entrar en la cocina, se encontró a su madre totalmente relajada leyendo el periódico. A Alexandra

le enfureció que no le hubiera despertado, y se dirigió a su madre mientras le gritaba:

-Mamá! Como no me has despertado?! Voy a perder el bus para ir al instituto!- le decía enfurecida mientras cogía una galleta.

-Alexandra, hija, relájate que hoy...

-¿¡Cómo quieres que me relaje!? Pero si voy a llegar tarde al institu...-fue bajando el tono de voz a medida que pronunciaba esa última frase hasta ser prácticamente inaudible.- ¡Dios! Mamá, lo siento, no me acordaba que hoy era festivo...

Pero... Por qué no me lo has dicho antes!- exclamaba mas bien como una acusación que como una pregunta.

-Lo he intentado pero me has interrumpido. Por cierto, ¿pensabas ir habiendo desayunado solo una galleta?- ahora la que acusaba era Sara.

-Mamá, no empieces con tus tonterías tipo "Cariño estás tan delgada que te vas a enfermar"-decía imitando la voz de su madre mientras volvía a su habitación.

La verdad es que hace un par de años, Alexandra había tenido que ingresar en el hospital, ya que una mañana de invierno, en clase de gimnasia, se había desmayado  por falta de vitaminas, aunque estos últimos años había engordado

bastantes kilos, tanto su madre como Miriam se habían preocupado mucho por su salud desde entonces. Su madre afirmaba que ahora estaba mucho mas guapa, y Miriam estaba de acuerdo.

Por la tarde Alexandra se acordó de que había quedado para ir al centro comercial con Eric. La verdad es que no le apetecía mucho tener que arreglarse, incluso se planteó llamarle diciéndole que se encontraba mal, pero descartó

rápidamente esa idea, ya que le apetecía conocer un poco mas al chico del que su mejor amiga estaba enamorada. Alexandra optó por ponerse un vestido de algodón, este tenía en mitad superior puntos color azul marino, y la inferior era

de ese mismo color pero en esta parte, tenía volantes. le encantaba ese vestido, ya que su padre se lo había regalado a Sara el mismo año en que murió; su madre se lo dió a Alexandra en su décimo sexto cumpleaños. Tenía un gran

valor sentimental para ambas. Cuando acabó de vestirse, se puso un poco de rimel y brillo de labios. Estaba dispuesta a salir cuando se acordó de coger el móvil, que por suerte, había puesto a cargar.

En cuanto salió de casa, se dirigió a la parada del bus. Tardó mas o menos, quince minutos en llegar al centro comercial, cuando llegó, pasaban cinco minutos de la hora acordada.

A lo lejos, estaba él.

Cuando lo vió no pudo reprimir tímida sonrisa. Eric se giró y le dedicó una gran sonrisa, Alexandra nunca había visto una sonrisa igual, no tenía palabras para describirla, era penetrante, sus dientes blancos como la nieve y brillantes

como diamantes y Alexandra no pudo evitar fijarse en un peculiar lunar con forma de... ¿corazón? estaba justo encima de sus carnosos labios.

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gracias a los que leeis la historiaaaaaa

os dejo una foto de como me imagino a alexandra

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