*Narra María José*
David abrió la puerta y en cuanto vi a Carmen me lancé a sus brazos sin decir nada y comencé a llorar. Sus abrazos eran lo único que me calmaban. Me sonó el móvil.
David: ¿No vas a ver quién es?
Me separé de Carmen.
-Sí.-dije dubitativa. Cogí mi móvil y vi que era un whatsApp de Ángel. Lo abrí y lo leí. Nada podía ir peor…
*Narra Carmen*
Maria José se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar. Al momento sonó su móvil.
David: ¿No vas a ver quién es?
Maria José: Sí.-dijo dudando. Sacó su móvil y empezó a ponerse pálida.
-¿Estás bien?-No me contestaba.- ¿A quién tengo que matar?-seguía sin pronunciar palabra. Decidí agarrarla del brazo y llevármela a otra habitación. Entramos en la sala de cine y nos sentamos en el sofá que había.- ¿Me vas a decir que pasa?
Maria José: Míralo tú misma.
Cogí su móvil y lo leí. No podía creer lo que estaba leyendo.
-Este quiere tener problemas.-Volví a leer el mensaje completo.
“Aléjate del rubio ese, desaparece de su vida porque si no lo haces hazte a la idea de que debes despedirte de él porque sufrirá mucho por tu culpa. En tus manos está que no le pase nada. Tú decides.”
Mientras en el salón…
*Narra Isa*
-Dani, ¿qué ha pasado?
Dani: Iba andando por una calle y la escuché gritar, corrí hacia donde provenían los gritos y cuando llegué vi a Ángel intentando…-le interrumpi.
-Yo lo mato.
Blas: Ey, tranquilízate. Hay que apoyarla y pensar qué vamos a hacer.
-Yo no sé qué vamos a hacer, pero lo que sí sé es que necesito saber que está bien.
Me dirigí a las habitaciones para ver en cual estaban. Comencé a abrir las puertas y cuando las encontré…
-Cuando sonó tu móvil, ¿quién era?-no dijo nada, sólo me entregó su móvil. Comencé a leer y no podía creerme lo que estaba leyendo.
Maria José: Gracias a Dani soy capaz de sonreír, de seguir adelante, de no derrumbarme. Si me alejo de él yo…
-Este hijo de mala madre no tiene bastante con todo lo que te ha hecho que todavía quiere hacerte más daño. ¿Qué coño pretende?
Carmen: Cariño, esto se lo tienes que contar a Dani.
Maria José: No, por favor. No quiero que lo sepa.
-Eso quiere decir que vas a hacer caso a ese gilipollas, ¿verdad?
*Narra Dani*
Estábamos todos en silencio cuando de pronto empezamos a oír voces.
Blas: Es Isa.
-¿Qué estará pasando?
David: No tengo ni idea, pero seguro que es por el mensaje que Maria José recibió hace un rato.
Carlos: ¿Qué pondrá en ese mensaje?
Se produjo un silencio cuando escuchamos que se abría la puerta de la habitación. Llegaron al salón y Carmen y Maria José traían los ojos rojos por haber estado llorando e Isa venía muy enfadada.
Álvaro: ¿Qué ha pasado?
Maria José: Yo… lo siento, pero por la gente que quiero soy capaz de cualquier cosa.
Silvia: ¿Eso qué significa?
No contestaba.
Andrea: ¿Qué quieres decir con que eres capaz de cualquier cosa?
Maria José: -me miró-. Lo siento de verdad, pero yo… no puedo.-Dicho esto, abrió la puerta y se fue.
-Es por el mensaje que recibió, ¿verdad?-Isa asintió.- ¿Qué ponía?
Carmen: Prometí no decírtelo y no lo haré.
David: Carmen, ¿podemos hablar?
Carmen: Claro.
Los dos salieron del salón sin decir nada más. ¿Qué estará pasando? Necesito respuestas. Me levanté y salí de la casa.
*Narra Carmen*
Acepté hablar con David y entramos en la sala de cine. Vi que Maria José se había dejado el móvil. Lo cogí.
David: ¿Qué ponía en el mensaje? Estoy seguro que esa es la razón que tiene a Maria José así.
-Comprueba tú mismo.-Le di el móvil y lo leyó.
David: ¿Le va a hacer caso? ¿Se va a alejar de Dani?
-No sé qué va a hacer, lo que sí sé que si se aleja de Dani se derrumbará. Dani para ella es el motor que la hace levantarse y enfrentar cada día.-Me abrazó-.
David: No te preocupes, todo saldrá bien.
-No estoy tan segura. Maria José no permitirá que Ángel haga daño a Dani, ya la escuchaste y tengo miedo de lo que vaya a hacer Dani si ella decide alejarse de él.
David: Sé que la quieres mucho…-le interrumpí.
-Como a una hermana.
David: por eso mismo tienes que apoyarla. Sé que verla así te hace daño y quiero que sepas que estaré contigo, no te dejaré sola.
Se produjo un silencio, nuestras bocas estaban a escasos centímetros cuando…