Stupid Kid|Joey Birlem

Capitulo 1

Coloque un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Moví mi pie haciendo ruido en el piso, el calor es insoportable y mi hermano no habré, ¿acaso se olvido que vengo de vacaciones?

Mi hermano mayor tiene 19, su nombre es Grayson, es un tonto que se vino a vivir a LA por la universidad el año pasado.

Yo vivo en Seattle, una ciudad grande y hermosa, sin embargo muy fría.

Salí de vacaciones hace unos días y aproveché para venir a conocer LA y que mejor que con mi hermano mayor.

Seguí tocando y tocando, necesito comer y necesito agua.

Un momento... ¿mi hermano me dijo que vivía en el 18 A o 18 B?

Me confundí por unos instantes, llevo rato tocando el 18 A sin tener éxito, tal vez estaba tocando la equivocada.

Me paré sin ánimos, el calor me ataranta, toque dos veces la puerta de enfrente.

Escuche pasos, tal vez aquí viva mi hermano y yo confundida, sonreí un poco, tantas ganas de ver a mi hermano.

–Hola herma...– me quede callada cuando mire a un chico más o menos de mi edad y un poco más alto que yo, cerró la puerta en mi cara, dándome justo en la nariz.

Abrí la boca sin poder creer lo que el chico había hecho.

Que lo jodan.

Me dejé caer al piso y solté un suspiro de frustración, voy a matar a mi hermano en cuanto lo vea.

La puerta del 18 A se abrió dándome con la figura adormilada de mi hermano.

Lo miré mal, estaba dormido, se ha olvidado que vendría a visitarlo.

–Hola hermanita– dijo sonriente viéndome caminar hacia él, abrió sus brazos para darme un abrazo, lo empuje hacia adentro realmente enojada.

Jamás en mi vida me había imaginado pasar por situaciones como estas.

–¿Porque llegas enojada? ¿Yo tengo la culpa?– preguntó haciéndose el ofendido.

Cerré mis ojos y conté hasta cinco, soy una adolescente sin paciencia.

–¿Que si tú tienes la culpa?– pregunté. Él asintió esperando mi respuesta– ¡Pues claro que si idiota! ¡Primero, mi vuelo se retrasa tres horas, llegó sofocada por el tremendo calor, necesito agua, comer y tocó la puerta de tu apartamento por más de una hora, y tú–respire hondo– bien Gracias! ¡Dormido como siempre! ¡Que buen hermano eres!– camine hasta la puerta enojada y tratando de regular mi respiración, abrí la puerta topándose con el chico del 18B, cerré la puerta justo en su cara– ¡Te amo tanto hermano mío!– dije en sarcasmo– ¡Bendito el día que se me ocurrió venir a visitarte, por qué a ti no se te ocurre ir a Seattle!– la puerta sonó incontables de veces, mi coraje estaba aumentando.

–¿Que jodidos quieres?– pregunté abriendo la puerta– ¿No escuchas que estoy peleando?

–No y no me importa, bajarle a tus gritos, algunos queremos dormir– y se fue sin más.

Pegue un grito de frustración y cerré la puerta.

'Cálmate, solo vienes de vacaciones'

–¿Cómo estás?– pregunté más calmada.

–Que hermana tan más loca tengo– respondió rodando los ojos– ¿vienes en tus días?

–Gracias Grayson, apenas me había calmado y ahora por tu estúpido comentario me he vuelto a poner de mal humor, ¡gracias!.

–¿Pero si vienes así?

–¡No!– rodé los ojos– ¡Hombres tan estúpidos, hasta tu vecino!

–Deberás que me perdí de mucho ahora que no vivo en Seattle– rodé los ojos.

–Ya dejemos esto, vine a disfrutar las vacaciones.

–Bien, ponte cómoda, ¿tienes hambre?

–No te imaginas cuanta.

–¿Quieres pizza?– asentí–Iré por ella, no me tardo, cuídate.

–Si, si– me tire en el sillón, necesito dormir, ponerme de buenas.

Fui cerrando mis ojos, relajando mi mente y mi  cuerpo, pero la estúpida situación del chico del 18 B llego a mi mente.

¿Con ese idiota tendré que lidiar mis dos meses de vacaciones?

Ojalá no vuelva ver esos ojos verdosos.