Al día siguiente quedamos en ir juntas al instituto. Te esperé frente a tu casa pensando en lo malo que sería para ti el tener que ir en esa clase y para mí por no poder estar a tu lado durante todo el día. Una vez bajaste abandoné todo tipo de pensamientos negativos para regalarte una sonrisa sincera a lo que tú me la devolviste, pero en ella había tristeza.
-¿Estás bien? - Te pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
-Sí - respondiste secamente.
-Ya... Pues no lo parece. Mira piensa que solo deberás soportarlos en clase, mientras hay un profesor delante tuya. No te podrán hacer nada. Luego en el recreo nos juntaremos como siempre - intenté animarta.
Por lo visto funcionó, pues me miraste con una amplia sonrisa, y en tu mirada, en tus negros ojos, vi un brillo de esperanza y felicidad.
El resto del camino fue tranquilo. Decidimos no hablar más del tema, pues era una tontería fastidiarnos por algo que tenía fácil solución. Al llegar, te despediste de mí con un abrazo.
Mi clase estaba en la segunda segunda planta así que tenía que subir las escaleras para llegar hasta mi aula, donde mucha gente estaba, compañeros y personas de otras clases que se habían colado. Yo no les di importancia y me senté en el primer asiento que quise. Esperé sentada para que sonara el timbre mientras sacaba mis cosas de la mochila, como el estuche y un cuaderno.
-Hola - saludó alguien a mis espaldas.
Creía que era a otra persona así que lo ignoré, pero cuando puso su mano en mi hombro dándome la vuelta y viendo que me lo decía a mí reaccioné.
-Hola, lo siento, creía que se lo decías a otra persona - me escusé un poco avergonzada.
-No pasa nada - se rió -. Me llamo Lorena.
-Hola, me llamo Lisa - me presenté.
Lorena era una chica de mi misma altura. Su barbilla era puntiaguda. Sus ojos eran de color gris y bajo estos tenía unas cuantas pecas. Su pelo negro con mechas azules en el flequillo. Era delgada y venía muy bien vestida. Llevaba gafas de colorines puestas sobre el pelo como si fueran una diadema.
-¿Puedo sentarme aquí? -Me preguntó de forma tímida.
-Claro - respondí un poco sorprendida, pues nunca pensé que me pedirían permiso por algo así.
-Gracias.
Dejó sus cosas en la silla de al lado y se sentó. El resto del día lo único que hicimos es conocer a nuestros profesores, aprender las normas del instituto, conocernos mejor unos a los otros y avisarnos que al día siguiente empezarían las clases. Además, en el recreo, nos pusimos a pasera y nos contamos como nos fue la una a la otra la mañana.
Una vez terminó el día me despedí de mis compañeros para bajar rápido a verte y decirte adiós a ti también. Una vez saliste te abracé y al darte cuenta que era yo te tranquilizaste, pues te habías puesto nerviosa antes.
-Vengo a decirte adiós. Me tengo que ir a casa ya - dije una vez te solté -. Nos vemos mañana.
-Ok, adiós.
Con una sonrisa en mis labios me fui corriendo pues tenía que ir a por mi hermano pequeño a recogerle del colegio.
Y así hasta el día siguiente, donde me sorprendí demasiado y me sigo sorprendiendo cada vez que o recuerdo.
![](https://img.wattpad.com/cover/103785479-288-k0435e5.jpg)
ESTÁS LEYENDO
''Sigamos fingiendo que somos amigas hasta tu partida''
Dla nastolatkówFui ingenua al pensar que me querías, lo peor fue el sentimiento que desarrollé. -Sigamos fingiendo que somos amigas hasta tu partida - dije con los puños apretados sin hacer contacto visual contigo. -Luego tú seguirás con tu vida, y yo con la mía. ...