Ella solo me miró algo desconcertada y continuó desempacando, la miré atento por largo rato hasta que decidí bajar hasta el buffet para comer algo.
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Continúe desempacando al notar que Justin se iba de la habitación, suspiré y camine lentamente hacia el balcón para contemplar la hermosa vista que daba desde donde me encontraba, era algo tan hermoso, sonreí inconscientemente y comenzó a pasar por mi mente todo lo que podríamos hacer.
-Hija -Musitó mi madre entrando a la habitación con los ojos cristalizados-
-Mamá, ¿Qué te sucede? -Caminé hasta el punto de quedar justo frente a sus ojos-
-No traigo muy buenas noticias -Pronunció cabizbaja-
En ese momento mi corazón comenzó a latir de una forma descomunal, mis manos tomaron una temperatura helada y temblaban, esa frase era casi invisible en las conversaciones típicas con mi madre, y, cuando la pronunciaba, eso indicaba desgracia.
-Habla -Contesté segura-
-La abuela.. -Respondió tratando de evitar que las lagrimas comenzaran a caer- ella no está bien, linda -Aseguró-
-Cómo que no está bien? -La desesperación comenzó a alojarse en mí-
-Ella tuvo un accidente de auto y no despierta, no sé si salga de esto, hija -Y en ese momento la lágrima calló sin permiso de sus ojos-
-Cómo? -Pregunté incrédula tapando mi boca con mis ahora heladas manos-
-Yo... -Suspiró-
-Ella va a estar bien! -Exclamé- Ella no va a dejarnos -Negué con la cabeza-
-No perdamos la fe, pero, las probabilidades no son muchas -Tomo mis manos alentándome a creer que todo estaría bien-
-Yo se que ella va a soportarlo -Asentí-
-Claro que sí, que así sea linda -Susurró-
-Necesitas que te haga compañía? -Preguntó limpiando las lágrimas que recorrían sus mejillas-
-No, necesito pensar, pero, gracias -Sonreí a duras penas-
Ella sólo caminó hasta su habitación donde Jeremy la recibió con un cálido y reconfortante abrazo.
Me senté en el borde de mi cama y las lágrimas comenzaron a caer, ¿Mi abuela? No, no alguien más, no quiero más perdidas.
Me acosté y comencé a recordar muchas cosas que ella solía decirme de pequeña, pero, sobre todo una inundo mi mente, "Te aseguro que yo en vida o en muerte te envié un ángel que te cuidará, sin que tú lo sepas"
En ese preciso momento Justin entró por la puerta de la habitación mientras se engullía el último pedazo de una hamburguesa.
Me observó con detenimiento, yo traté de disimular mis lágrimas quitándolas rápidamente de mis mejillas, pero, para mi desgracia eso no evitó que notara mi estado de ánimo.
-Destiny, por qué lloras? -Preguntó preocupado acercándose a mi cama-
-Me senté en ella- Nada
-Bebé -Levantó mi rostro tomando levemente mi barbilla haciendo que lo mirara a los ojos mientras él se mantenía agachado justo frente a mí- Dime
-Yo... -Negué con la cabeza- No tengo nada -Y en seguida una lágrima calló de mis ojos delatando mi gran mentira-
-Enserio? Porque yo no veo eso -Limpió aquella lágrima y me miró con angustia y dolor-
