Al llegar a casa de Chris me acerqué al patio trasero y respiré hondo para no perder la calma, ella comenzó a mirar todo a su alrededor a unos metros de mí.
Se veía algo molesta y confundida.
-Y ahora estás enojada? -Pregunté con la mirada pérdida-
-Asintió-
-No sientes que hace calor? -La observe fijo-
-Un poco, pero, puedo soportarlo -Afirmó de brazos cruzados-
-Miré la piscina por un segundo y la observe divertido- Segura?
-Que planeas? -Arqueó una ceja-
-Déjame mostrarte -Respondí tomándola entre mis brazos-
En seguida ella ya se encontraba dentro de la piscina mirándome con odio, me pidió que me acercara y al hacerlo acercó sus labios a los míos y tomó el cuello de mi camisa, al estar a milímetros me haló y caí al agua.
La miré y ella estaba temblando y tratando de llegar hasta las escaleras para salir, nadé un poco y la tomé con delicadeza de la cintura dándole vuelta para que quedara a centímetros de mí. Hice que retrocediera hasta que su cuerpo chocara contra la cerámica que recubría las paredes de la piscina haciendo que mi cuerpo estuviera totalmente pegado al suyo.
Ella tenía la respiración agitada y mirada directo a mis ojos, nuestros labios se rosaban y ella no hacía nada por detenerme, así que por fin unimos nuestros labios y nos hundimos en un profundo y lento beso.
Jamás la había sentido tan excesivamente tranquila y adicta a aquello, este beso era algo diferente a los anteriores, este me decía que ella me necesitaba y que ante mí y mis labios era débil, pero, eso me encantaba porque me demostraba que pasara lo que pasara nunca nadie cambiaría eso.
Rodeó con sus brazos mi cuello y yo la apreté aun más.
Sus piernas rodearon mi cintura y como todas las veces anteriores ella le comenzó a añadir el toque salvaje al beso, mordí su labio inferior y tiré un poco de él, ella soltó un leve gemido y continúe besándola. Se había tornado una guerra entre ambas lenguas, gruñí al sentirla tan salvaje, como me encantaba.
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-Ven aquí -Ordené susurrando-
-Qué pasa? -Preguntó Ryan curioso-
-Sígueme
Caminé hasta la puerta del patio trasero y miré por ella seguido de Ryan, el observó la adorable escena y arqueó las cejas.
-Parece que nuestro amigo calló en las garras de Destiny -Susurró-
-Me lo ha negado durante meses
Ella se altero al darse cuenta de lo que pasaba, sin vernos, salió de la piscina y Justin tras ella para iniciar una conversación que nunca me arrepentiría de escuchar.
-No te acerques -Advirtió ella alarmada-
-Quieres otro?
-Negó con la cabeza- Me tienes nerviosa -Exclamó-
-Pues déjame decirte que con ese beso me demostraste lo débil que sigue siendo ante mí.
-Ante ti? -Dijo indignada y bufó- claro que no.
-Claro que sí, nena, acéptalo, te atraen los hombres maduros como yo -Respondió divertido-
-Maduro? Pero, si tienes la mentalidad de un feto aún -Dijo para luego echarse a reír-
