Eros Mistake (Victuuri / Otayuri)

Eros Mistake 7

Si no apruebas que me case con él entonces lo tomaré prisionero.

—Tengo el poder de reclamar cualquier prisionero.

—Solo inténtalo.

—¿Me estás amenazando?

Victor se quedó en silencio. Su príncipe podía ser bastante testarudo cuando quería.

—Eso jamás. Pero sabes que siempre obtengo lo que quiero.

Eros finalmente recuperó la compostura, lo suficiente para volver a cubrirse un poco.

—Lo haré... —susurró. Ambos rubios lo miraron, uno con enojo y el otro con una sonrisa que se comenzaba a formar —pero habrá condiciones.

—No hay nada que evite que seas condenado a muerte si eres infiel —sentenció el príncipe Yuri.

—Ya lo sé. No se trata de eso.

—Entonces di de qué se trata —el tono de Victor era levemente ansioso, aunque solo el príncipe de Ursa podría reconocerlo. Eros esperó a que el príncipe diera su permiso.

—Me casaré contigo si se concreta la alianza entre los planetas y si juras que la respetarás sin importar lo que pase conmigo.

Victor estaba a punto de gritar que aceptaba, pero Yuri hizo un gesto imperativo que lo silenció.

—Así que piensas sacrificarte por tu planeta.

—Sí.

—Te casarás por compromiso, no porque sientas algo real por Victor. ¿Correcto? —la pregunta dejó a Eros callado y Victor se levantó de la silla para enfrentar al joven.

—¿A qué viene el interrogatorio?

—No es para avergonzarlo, es para que tú entiendas en qué te estás metiendo, Vitya. No quiero que luego vengas a decirme que te ha roto el corazón porque haré que te den de azotes hasta borrarte la memoria.

—Eres muy cruel, Yuratchka.

—Me fastidian los comandantes imbéciles.

—¿Quieres ser mi padrino de bodas?

—Christophe será tu padrino, yo no voy a mancharme las manos con toda esta mierda —el príncipe casi corrió hacia la puerta para alejarse de un comandante que parecía flotar en las nubes ignorando olímpicamente la situación a su alrededor.

—Eros... ¿te gustaría vestirte te blanco?

—¿Eh?

Desde ese momento Victor olvidó que era el comandante de la flota más poderosa de ese lado de la galaxia. Parecía haber sido reemplazado por un idiota de ojos alegres y sonrisa de corazón. Casi todo lo que hacía lo hacía llevando a Eros del brazo mientras el moreno parecía sumirse más y más en la depresión.

Los preparativos de la boda comenzaron sin pérdida de tiempo y el comandante se encargó de que fuera el evento más grandioso, apenas un poco menos que la coronación misma del príncipe.

—Victor... necesito ir a mi nave —el hombre lo miró con recelo mal disimulado y Eros se temió lo peor.

—¿Para qué necesitas ir a tu nave?

—Quiero hablar con mi séquito a solas.

—Iré contigo.

—Victor... quiero hablar con ellos a solas.

—Si intentas huir antes de la boda arrasaré con todo y con todos- —Eros lo interrumpió con un beso, evitando la aparente pataleta del comandante.

—Ya lo sé. Destruirás a mi gente y a mi planeta. ¿Cómo podría olvidarlo? Pero si no voy a regresar tengo que designar al nuevo príncipe. Tengo una hermana, pero ella no quiere saber nada del trono, así que necesito dejar un sucesor.

—No necesitas pensar en eso. Tú podrías tener un sucesor conmigo. Si así lo quisieras. Contamos con la tecnología para eso —Eros se le quedó mirando fijamente, con los ojos como dos huevos duros, intentando entender lo que quería decirle el comandante.

—Quiero decir que podemos tener hijos sin necesidad de una madre, solo tu material genético y el mío —Eros se sintió un poco mareado y sacudió la cabeza sin poderlo creer.

—Sabes... ahora sí necesito hablar con mi séquito. Prometo que no tardaré mucho y prometo que no me iré.