Eros Mistake 46

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—Pichit, ¿cómo nos vemos? —exclamó Eros al ver a su segundo al mando entrar a donde se encontraban esperando a que la ceremonia comenzara.

—Se ven radiantes —le aseguró el joven con una sonrisa. Eros admiró el uniforme de gala de Pichit, el rojo tan vibrante y el cinto dorado. Tenía que admitir que el moreno se veía muy bien cuando quería. Recibió un golpe de nudillos en la cabeza y cuando miró a Yuuri éste tenía una expresión decepcionada.

—Ese es el tipo de pensamiento que te ha metido en tantos problemas, Eros —y Eros masculló por lo bajo y le dio una última mirada de interés a su segundo al mando.

—Sí, ya me conoces, no me puedo conformar con lo que tengo. Yuuri, Pichit va a entregarte durante la ceremonia.

—Será un honor hacerlo, Yuuri —exclamó el joven con una enorme sonrisa.

Mientras tanto, Victor se paseaba de un lado al otro. Yuri le había dicho que llegaría a tiempo para la ceremonia, pero el joven aun no llegaba y no podía simplemente ir a un panel de comunicación a reclamarle su tardanza. —Lo que sea que estés haciendo, Yuratchka, más te vale que te apresures. No te perdonaré que llegues tarde a mi segundo matrimonio —dijo aquello como un ronroneo que prometía dolor.

Victor observó cómo le daban los toques finales al salón donde se celebraría la ceremonia y finalmente vio que los invitados comenzaban a ocupar sus lugares. Jamás había sentido nervios como los que sentía en ese momento. ¿Y si se equivocaba?

No que pensara que casarse fuera un error. Lo que le preocupaba era tener dos esposos a los cuales no les había consultado con anterioridad. Yuuri estaba afectado, eso lo podía ver a leguas. Eros lo había tomado todo con tranquilidad, pero ¿qué pasaría si Yuuri rechazaba a Eros? Sería su clon, sin embargo, eso no garantizaba que Yuuri lo querría como esposo o que lo amaría.

Amor.

Se llevó una mano a la frente y se quitó el cabello en un gesto nervioso. ¿Podía decir que amaba a alguno de los dos? No estaba seguro, Eros era un deseo quemante de poseer lo que no tenía dueño. Yuuri era la inocencia y la ternura. A Eros seguramente no le importaba mucho el amor, desde un principio y a pesar de las circunstancias, habían estado cogiendo como conejos. No importaba cuántas veces lo amenazara, Eros no podía pensar siquiera en resistirse.

Yuuri, por el otro lado, lo hacía pensar en cosas estúpidas, como el hermoso sonrojo que le subía a las mejillas cuando le decía cosas mientras estaba dentro de su cuerpo, los quejidos que no pretendían ser sensuales, pero lo eran.

Tuvo que obligarse a concentrarse en sus alrededores cuando le pareció escuchar un pequeño revuelo proveniente del salón donde aguardaban los novios.

Pichit había tomado el brazo de Yuuri, para practicar le había dicho, y Yuuri había sonreído con algo de timidez.

—Sabes, cuando comencé en la guardia me enamoré de Eros, fue de lo más gracioso. Yo era su fan número uno —Eros sonrió rememorando aquellos tiempos.

—Eras un chico muy inocente, Pichit. Siempre admiré tu hermosa sonrisa, pero estabas tan enamorado que apenas sí te podía hablar sin que te volvieras un desastre. Era gracioso verte así.

—Sí. Sabes, hay algo que siempre quise decirte, y ahora que finalmente te vas a casar, creo que debo decirlo antes que seas un hombre comprometido —la mirada del joven se volvió un poco sombría y perdió la sonrisa.

—Siempre me cuentas todo. ¿Cómo puede ser posible hay algo que no me hayas dicho?

—Sí... pues... me hubieras sacado de la guardia real de haberlo sabido.

—¿Cómo crees? Eres mi mejor amigo, Pichit. Ya dime —el joven aferró un poco más el brazo de Yuuri antes de hablar.

—Yo... me hice un clon.

—¿Un clon? ¿Cuándo? No pensé que padecieras la misma enfermedad que yo...

—No padezco la misma enfermedad, pero al parecer soy un obsesivo. Mandé a hacer un clon antes de quitarme la vida —Eros parpadeó sin entender lo que el joven le decía. No le hacía sentido, por eso, ver a Pichit sacar aquella arma no lo hizo reaccionar.

Les recuerdo que en esta historia nadie muere, sino, ya lo hubiera avisado en el resumen

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Les recuerdo que en esta historia nadie muere, sino, ya lo hubiera avisado en el resumen.  Soy muy sensible con eso de las muertes no anunciadas en una historia.

Eros Mistake (Victuuri / Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora