Los colores que nos han mostrado o enseñado son únicos, no existe mezcla en ellos, o eso nos dicen. Porque con el paso del tiempo y los aprendizajes adquiridos, notamos que podemos crear más colores. Por ejemplo, si unes rojo con azul, un morado saldrá, amarillo y azul un verde saldrá.
Si unes azul y verde, una tonalidad hermosa obtendrás.
-Harry... Lo lamento tanto.- con velocidad, el castaño colocó una venda en el pequeño rasguño del ojiverde.
-Tranquilo, suele pasarme seguido.- sonrió.
-¿Quién te dijo dónde estaba?- preguntó con angustia.-¿Alguien te siguió?-
-Gretel y no, me aseguré de que nadie me viera.-
-Debes volver, Lottie y mi madre te buscarán hasta debajo de las piedras. Es mejor que te vayas.-
-Cielos.- Harry se levantó del suelo hasta Louis.- Es la primera vez que me tuteas.- sonrió.
-Perdón, por la angustia no mido mis palabras.-
-Descuida.- su mirada verdosa se clavaba en cada obra de arte pegada en las paredes.-¿Por qué no quieres que tu familia sepan de esto?-
El castaño suspiró, dejando los tapones de oídos a un lado.-Jamás lo entenderían, ésto es perdida de tiempo según ellos. Mi padre quiere cederme sus negocios pero como no acepto, tú serás quien los tome.- el silencio comenzó a surgir. Cada minuto era usado para pensar que decir.
El rizado alrededor de todo el granero, era muy grande, más de lo que creía.
-Necesito un favor, Louis.-
-¿Cuál es?-
-Quiero que guardes un piano en tu lugar secreto.- sonrió.- Quiero compartir tu secreto.
Los colores no sólo surgen en forma física, sino también en el interior de una persona.
Ahora Louis veía esos colores, por fin había encontrado las tonalidades que tanto deseaba ver con sus zafiros.
[...]
Alardear es una característica del ser humano, exagerar una completa facilidad.
Odiaba con todas sus fuerzas aquellas platicas, tenía tanto enojo por aquellos momentos.
-Y mi Lottie pudo conocer al emperador. Fue completamente hermoso como la recibió.- habló Jay con una sonrisa.
"Mentirosa." Ese fue el principal pensamiento que tenía en la cabeza de Louis.
Los Tomlinson junto con Harry disfrutaban una taza de té en la sala principal. En cualquier tema que se planteara, Johanna siempre quería presumir a su hija.
-Debo retirarme. Buenas noches a todos.- anunció el castaño.
Harry observó como su cuñado dejó la taza de té y se marchaba, era imposible no verlo.
-Disculpenme, iré al sanitario.- Harry repitió la acción del castaño. No deseaba hacerlo pero quería ver a su cuñado una vez más. La tarde que habían pasado juntos era una de las mejores.
Escuchó los tacones de una mujer acercándose, si lo veían en observando a Louis, su reputación sería cuestionada.
-No puedes comportarte una sola vez en tu vida ¿Verdad?- la rubia había detenido a su hermano, cuando éste comenzaba a subir las escaleras seguido de Gretel.
-Cállate.-
-En serio que eres un problema, mi prometido acaba de llegar y no puedes simplemente aparentar.- expresó.- Siempre tienes esa expresión de malo, de chico inadaptado. Madura, Louis, ya no eres aquel chiquillo que-
-Silencio, Charlotte.- el tono de Louis se elevó.- Ya estoy harto de todo, si por mi fuera me iría lejos de aquí.-
-Nadie quiere tenerte cerca.- habló con odio su hermana.- Todo sería mejor si estuvieras muerto.-
Un impulso, Harry tuvo el impulso de ir con Louis. Apenas lo conocía pero... Ese sentimiento de protección crecía en su pecho.
Las horas pasaban, no podía cerrar sus orbes. Ya pasaban más de la media noche y no podía conciliar el sueño.
A pasos lentos y muy suaves se dirigió a lo que era prohibido, con delicadeza abría la puerta. Había tomado una decisión y jamás se iba arrepentir de ella.
No era como pensaba, no parecía nada de lo que se había imaginado. Aquel individuo le causaba risa, era el personaje más gracioso que había conocido.
Su boca entre abierta, sus extremidades saliendo de la cama, su cuerpo a medio cubrir y baba cayendo de sus labios.
-Es precioso ¿Cierto?-
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