Logan pisó el acelerador, mirando por el espejo retrovisor en cada segundo, escapando de la camioneta que le seguía.
Se había dado cuenta un par de kilómetros después de cruzar el límite del pueblo, pero ya era demasiado tarde, este camino no tenía curvas, ni bosques, ni nada que pudiera ocultarlo, el paisaje era solo un terreno desértico con uno u otro árbol, nada más. Al menos le tranquilizaba que nadie saldría herido.
Nuevamente presionó el botón de llamado en su manos libres*, sin tener respuesta del otro lado de la línea. Maldijo, mientras insistía, cuando el primer disparo golpeó su camioneta, Ángel contestó.
—¿Por qué me llamas a…
—Escúchame, me están disparando, necesito que llames a mi comandante y que le avises, estoy en la carretera, en el kilómetro 136, date prisa porque tienen buena puntería.
—Está bien —De fondo se escuchaba como se comenzaba a vestir—. Le diré al comisario para que…
—No le digas ni una palabra a Sam, no lo quiero involucrado, ya pasé el límite de su jurisdicción hace bastante rato, así que solo haz lo que te pedí. —Cortó la llamada y lanzó el celular al asiento del copiloto.
Maniobró a través de los disparos, agradecido de que en su trabajo estas maniobras en este tipo de situaciones fueran normales.
Era más fácil sin tráfico, pero también era mucho más fácil para su atacante dar en el blanco.
Si salgo vivo de esto significa que bien podría jugar la lotería hoy y ganaría el premio grande, pensó sonriendo de medio lado.
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—¿¡Cómo mierda se te ocurre no avisarme de algo así, maldito idiota?! ¿Crees que ibas a poder ocultarlo? —Ángel bufó y cruzó sus brazos, con el ceño fruncido.
—Primero, no tienes derecho a gritarme ni a tratarme así, comisario. Segundo, Logan me dijo que no te avisara y tercero, no podrías hacer nada porque ya estaba fuera de tu jurisdicción. —Sam quería ahorcar a su ayudante en ese mismo momento, lo asesinó con la mirada antes de entrar a su despacho y cerrar de un golpe la puerta. Tomó su celular y marcó a Logan, sabía que era peligroso, pero necesitaba saber si le había pasado algo.
—El número al cual usted está llamando, se encuentra fuera de servicio, por favor, inténtelo más tarde. —El mensaje se repitió la misma cantidad de veces que llamó. Estuvo a punto de lanzar el celular a la puerta, antes de recordar que lo necesitaba.
—¡Maldición, Logan! -gritó.
HORAS MÁS TARDE…
—Durante las horas de esta mañana, se registró una persecución a la altura del kilómetro 136, entre el pueblo Middle y la interestal de Nueva York. Según nuestros informantes, se trataba de un asaltante desconocido dando persecución al detective Logan Armijo de la NYPD. Un testigo que conducía por la carretera en ese momento dice que la persecución se extendió por más de 15 minutos, hasta que un helicóptero de la NYPD llego al lugar. El Detective Logan Armijo fue encontrado muerto, con dos heridas de bala en la espalda y otra en la parte posterior de la cabeza, el asaltante de nombre y edad desconocidos, intentó escapar, siendo detenido por francotiradores desde el helicóptero, muriendo también en el cruce. Hasta el momento, no se sabe el motivo por el que este hombre intentó matar al detective, pero se cree que tiene que ver con el reciente escape de prisión del conocido narcotraficante Baldrick Schleiner. Las especulaciones…
Sam se dejó caer en el sofá de su casa, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
—No… Esto no puede estar sucediendo…