Henry quedó mirando a Liam extrañado. No terminaba de entender por qué el chico estaba allí.
—Imponerme ante ¿qué?
—Ante la familia de Sam, por supuesto. —El mocoso lo miró como si fuera lo más obvio.
—No entiendo.
—Awww… ¿Eres tonto por naturaleza? Te estoy diciendo que vayas a casa de Sam, a verlo, a demostrarles a ellos que tú estarás con Sammy a pesar de lo que ellos opinen.
—¿Por qué haría eso?
—Henry, no me hagas llamar a Logan para decirle que él es mucho mejor para Sam y que vuelva, porque lo haré. El me gusta más que tú.
—Entonces ¿por qué estás acá?
—Porque lo que yo opine no es asunto de Sam, él es quien decide y decidió que se dieran una nueva oportunidad.
—Está bien, quieres que vaya a ver a Sam, ¿por qué? ¿Se siente mal?
—Por supuesto, ¿cómo crees que se siente al saber que su familia no es capaz de apoyarlo en su decisión de estar contigo?
—Okey, entendí, pero no puedo irme. Mi hija está durmiendo y a veces despierta con pesadillas. Solo se tranquiliza conmigo.
—Oh… —Liam bajó la mirada—. Supongo que no había pensado en eso. ¿Cómo está?
—Mejor, a medida que el tiempo pase solo habrá sido un mal recuerdo.
—Bien, entonces… Sé que tu hija es importarte y que quizás yo ni si quiera me movería del lado de Andy, pero… Por favor, dile a Camil que se quede con la niña, solo será un momento. Necesitas hablar con Sam, arreglar todo. Ustedes se merecen el uno al otro.
Henry miró en dirección al cuarto de su hija. No estaba seguro de dejar a su hija sola, ella era más importante que Sam, no podía negar eso. Y no es que no quisiera arreglar todo con Sam, pero su hija estaba por sobre todo.
—Lo siento, Liam, de verdad quiero hablar con él, pero mi hija me necesita en este momento. Ella tiene pesadillas y casi no duerme en la noche, necesita tenerme a su lado y tú, como padre, lo debes entender. —Liam asintió y suspiró, sin poder negarlo.
—Tienes razón, no pensé en eso. Entonces trataré de hacer algo más, solo… no te duermas ¿bien? Tú y Sam solucionarán todo esta noche sí o sí. —Henry sonrió y asintió.
—Gracias.
—No lo hago por ti, lo hago por Sam. Pero de nada. —Liam salió de su casa a pasos rápidos.
Henry volvió al cuarto de su hija, que estaba durmiendo en los brazos de Camil.
—¿Que quería el chico?
—Llevarme a casa de Sam. Quería que le demostrara a su familia que ellos importaba una jodida mierda lo que pensaran.
—¿Y por qué sigues aquí?
—Rachel. No la puedo dejar sola.
—No seas imbécil, ponte tu sombrero y tu chaqueta y ve a casa de Sam. Rich estará bien, yo me encargaré de cuidarla.
—Pero tus hijos…
—Están con su padre que puede cuidarlos tan bien como yo. Henry… es la oportunidad que estabas buscando, no la pierdas. —Henry lo dudó unos segundos y luego asintió, besó la frente de Camil y luego la de su hija y corrió para ver si Liam ya se había ido.
****
—Lo siento, Sammy, él estaba con su hija, pero no es que no quisiera venir, pero la niña tenía pesadillas. —Sam miró a Liam y asintió, solo un poco decepcionado. Entendía a Henry, pero de todas formas le hubiera gustado verlo.