¿¿Quieres dibujar conmigo?? (Historia Abandonada)

Capitulo 2: Una nueva realidad

-¿¿¡¡La vida es maravillosa... no es así!!??- Decía una y otra vez encerrado en mi habitación, encontrándome nuevamente con la soledad y la demencia las cuales a mi edad eran las únicas verdaderas amigas que tenia. 

Había pasado ya mas de 6 horas encerrado en el rincón mas oscuro de mi cuarto sosteniendo mi cabeza y pensando: "si tan solo tuviera una cuerda ya me habría ahorcado, si tan solo tuviera un poco de carbón o leña y mi encendedor tuviera gas podría morir intoxicado o simplemente ardiendo en llamas, si tan solo no hubiera nacido todos serian felices" pero nadie puede tener lo que desea en todo momento, vivía en una realidad absurda la cual no me permitía ser feliz, la vida me mandaba la infelicidad a cada minuto y la muerte no era capaz de aceptarme, solamente me quedaba una ultima opción:

-Ya que no puedo morir... al menos haré que valga un poco la pena mi existencia- susurre levemente separando mi mirada de la esquina inferior de mi cuarto al levantarme lenta y suavemente para no hacer ningún ruido, o al menos ninguno que fuese perceptible para mi padre y mi hermano mayor quien se encontraba de visita y llego a casa solo un par de horas antes; abriendo mi ropero y tomando mi mochila mi misión era clara, ya no podía seguir así y solo tenia una oportunidad de escapar de mi realidad. Me había perdido a mi mismo por lo que pasara lo que pasara ya no importaría, mientras me librara de ese sufrimiento toda opción era valida.

Tomando unas cuantas mudas de ropa, una sudadera, un chaleco, el cuchillo militar que me regalo mi hermano y mis herramientas de dibujo junto a mi guitarra y algunas botellas de agia abrí la ventana de mi habitación saltando por esta hasta la nieve que fácilmente amortiguo mi caída.

Ya no había vuelta atrás y mis planes eran claros: "si camino hacia el sur encontrare civilización, ganare dinero cantando en las calles y vendiendo mis dibujos, buscaré donde dormir y por fin seré feliz" ¡¡VAYA IMBÉCIL FUI AL PENSAR ESO!! ¡¡LA VIDA NUNCA HA SIDO Y NUNCA SERÁ ASÍ DE FÁCIL!! Pero, ¿que podía hacer ahora? Si entraba de nuevo a mi casa o simplemente alguien que me conociera me veía todo habría sido en vano y yo me encontraría con el puto destino de sufrir nuevamente por al menos 4 años mas o morir en el intento.

Eran las 7 pm. el sol se estaba ocultando por lo que me fue fácil orientarme hacia el sur, y comenzar a caminar en esa dirección por la ciudad. Aun había mucha gente y las luces de los distintos comercios que comenzaban a encenderse no me permitían ocultarme con facilidad, el riesgo de ser descubierto era inmenso, casi todos conocían a mi padre y hermano, yo era la oveja negra que nunca había conseguido un poco de "fama" pero eso no lograba que todos me reconocieran por ser la sombra de ellos; ocultarme era bastante jodido puesto que si me metía en los callejones no podría seguir mi camino y si caminaba por las calles fácilmente seria descubierto por lo que la única opción fue ir a un parque cercano cuyo gran tamaño me ocultaría fácilmente; el cansancio era ya inevitable, tenia hambre y sueño por haber llorado durante tanto tiempo ademas de haber tenido que caminar por mas de una hora hasta el parque sin contar el tiempo que tomo ocultarme cada vez que alguien se acercaba por lo que al ser ya las 9 pm. decidí quedarme a dormir en el parque y seguir al día siguiente, sabia que el hambre no podía derrotarme pues no tardaría mas de tres semanas en encontrar algún lugar nuevo; sabia que el cuerpo tiene intervalos de supervivencia basados en el numero 3: puedes  sobrevivir solo 3 días sin agua, 3 semanas sin comer y 3 días sin dormir por lo que me prepare con base a esto. Finalmente tapándome con una chamarra y una sudadera deje que el sueño me dejara terminar con este día.

-todo sera mejor...- susurre finalmente para después caer rendido ante el sueño.