Mayo uno, 2016: Ocho años después.
La tercera parte de mi hecatombe, y la más dura también.
Los Ángeles, California.
2:25pm.
Una, dos, tres...
—Hace calor, ¿no crees que haga calor?
Seis personas, nueve, doce personas...
—Realmente, está ardiendo, no sé si pueda soportarlo un segundo más.
—Acabamos de salir de abril, a veintiún grados, apenas hemos subido a veintidós hoy, ¿y tú ya estás diciendo que no puedes soportarlo?
Ríe.
—Bueno, un grado es un grado.
Ruedo los ojos, cerrando por completo las últimas páginas de mi revista.
—Cállate, papá.
—Oh vamos, ¿sigues enojada conmigo aún?—él intenta burlarse de mí, pero al momento en que quiere reírse, sólo acaba tosiendo con una mano en el estómago y la otra empuñada en su boca.
Ugh.
¿Cómo este hombre tan descuidado puede ser mi padre?
—¿Ya ves qué estás causando por no quedarte quieto? Sólo espera un par de minutos más, ¿es tan difícil? Quizás consigas un poco de buen ambiente una vez que subas a tu avión.
—Hmm...—él me da una mirada fastidiada, ganándose una mía con obstinación también. Además, yo no soy la única enojada con alguien aquí.
—¿Qué?
—¿Tú estás realmente segura de eso?
—Yo siempre estoy realmente segura de absolutamente todo, todo el tiempo. Y si no dejas de hablar, si no dejas de moverte inquieto y si no dejas de voltearte a rebuscar alguna distracción en las revistas de al lado, seguirás quejándote de que hace calor, seguirás enfermándote y seguirás colmando mi tranquilidad, también.
Papá se mantiene mirándome con ese tipo de mirada inconforme, de brazos cruzados. Intentando sensibilizare al menos un poco.
Oh, no, no, no.
—Ni lo intentes—digo—Esas cosas conmigo no sirven.
—Ahh, por supuesto, es fácil para ti decirlo. ¡Después de todo tú no tienes este gorro y esta gruesa sudadera en la ciudad de Los Ángeles, en pleno mayo, a veintidós grados!
Bufo.
—Deja de hacer tanto escándalo por nada. Eres un hombre de cuarenta y cinco años, aguanta por tu dignidad.
Mis palabras lo hacen quedarse callado.
Bien.
Continúo con mi tarea de contar a no sé cuántas personas se me aparezcan por el frente, intentando permanecer tranquila lo más que pueda.
Yo también estoy un poco ansiosa.
Él permanece mirándose con un rostro de dientes apretados, realmente fastidiado.
—Hm, uno nunca puede ganarte.
—Papá, ya basta—suelto, dejando todas las cosas para observarlo fijamente a él, exasperada—Deberías estar agradecido de tener el lujo de estar tranquilo, tu bronquitis no fue tratada a tiempo y estás en la primera etapa de una neumonía. ¿Crees que estoy tranquila haciéndote poner toda esa ropa en esta época del año? Tienes el lujo de sentarte en esta banca conmigo y limitarte a respirar en paz, pero no, ahora tú sólo quieres hablar de cómo entre el veintiuno y el veintidós un grado cuenta. Si es así, por favor permanece callado, lo sabré apreciar.
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Fanboy [판보이]
Fanfiction«Estadísticas revelan que probablemente no vuelva a tenerte cerca, sigo deseando que sea cierto.» -Im Ban Ae.