P.O.V
Im Ban Ae
3:25pm.
Recargo mi mejilla en mi puño, rayando en el límite del aburrimiento. Han sido casi treinta minutos en los que Lee Songseok me ha hecho esperarlo sentada en las afueras de la entrada en la universidad, y por más que quiera llenarme de paciencia y mantenerme así, no hay ni una señal de vida que venga de su parte.
Las personas pasan de aquí para allá en la universidad preguntándose quién rayos es la desquiciada chica que se sienta a estorbarle la entrada y salida a las demás personas.
Ugh.
Todas mis fuerzas se inclinan por querer mantenerme en paz, pero a mis fuerzas mayormente les gusta ser invertidas en el enojo. Lee Songseok no aparece cuando por teléfono esta tarde me insistió hasta casi llorar que fuera a la universidad porque quería enseñar sus pruebas acerca de por qué tengo que lanzarme a sus brazos y depositar toda mi confianza en él como una damisela en apuros.
Por favor. La damisela en cualquier caso debe ser él.
Era así. Y dudo mucho que ahora sea diferente. Siempre que Lee Songseok tenía un problema corría a mis brazos en busca de auxilio, y yo durante ratos y ratos tenía que hacerlo calmar y desenterrarlo de su mar de pubertad y desesperación. Yo era quien daba la cara ante las adversidades, y él sólo se escondía a lloriquear detrás de mí.
Las situaciones se daban de esa forma una y otra vez, y en cuestión de tiempo me convirtió en su escudo de protección incluso sin que yo me diera cuenta. Hasta el punto en el que, para protegerse de los problemas, me hundió a mí en muchos otros más sin ni siquiera detenerse a pensárselo con dolor o remordimiento.
Utilizar a las personas y dejar una marca en ellas...
Mi mente se desvanece pensando en eso, cada fibra de mi ser se devuelve al momento sintiéndolo casi real.
—Lo siento yo... pude habértelo dicho—mi mente reúne el recuerdo de la voz de un Songseok de dieciséis años. Frágil, sin madurar y temerosa. Muy distinta a la voz jovial de ahora. En aquel día, cuando me había buscado para "pedir perdón" y sólo fue una charla para excusarse—Sé que debí hablar pero... no quería salir herido. ¡Él iba a golpearme!
Recuerdo haber sentido algún tipo de sentimiento ligado a la indignación. Había estado por semanas deseando que lo que pasó nunca hubiese sucedido. Me molestaba perder a mi único amigo pero, a pesar de ser la única persona en la que confiaba me dejó frente a ese precipicio para salvarse. El hecho de que lo hubiera hecho decía que no le importaba honestamente perder a su mejor amiga también.
Y era lo justo que yo tuviese el derecho de actuar igual.
Reuní la fuerza en mi interior y me enfrenté a ello.
—Perdiste a tu única amiga—sólo dije. No pude pensar nada más. Ni siquiera soné tan enojada como estaba, o dolida. Mi voz salió como si mi alma se hubiese ido. Cuando con estas palabras la que pareció irse fue la de él.
Evité volverlo a ver. Y todo se volvió solitario y monótono.
Aprieto los ojos con fuerza, intentando evitar la punzada y el mal sabor que tal recuerdo devuelve a mí ser. A mi mente le ha dado por esforzarse en recordar todo lo que enterré en años. Tan solo pocos días han bastado para volver un caos el auto control del pasado.
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Fanboy [판보이]
Fanfic«Estadísticas revelan que probablemente no vuelva a tenerte cerca, sigo deseando que sea cierto.» -Im Ban Ae.