Tras la profunda y oscura noche
el canto de tu voz
invoca al rojizo amanecer.
Un paso y otro más.[...]
Un Jimin de siete años está dibujando una mariposa en su cuaderno, de vez en cuando muerde la parte trasera de su lápiz de carboncillo y piensa qué color le vendría mejor a las alas. Está tan concentrado en su dibujo que no ve como un chico más alto que él se le queda mirando fijamente con el mentón apoyado en sus brazos en los asientos de atrás.
- Oye, Jonghyun, ¿Qué miras?, ¿No vas a hacer tu tarea? La señorita Yoona se va a enojar contigo si no dibujas algo... -dice Seunghoon, un Alfa de su misma estatura pero con el cabello más largo y lacio, sentado a su lado, el cual juega con los tarros de pintura, marcando palmas amarillas en las hojas de su cuaderno.
- N-nada y no, ella no me retará, yo... ya hice mi dibujo, pero se lo entregaré después... -responde exaltado, desviando la vista y frunciendo el ceño para ocultar su evidente vergüenza. Seunghoon alza las cejas y desinteresadamente vuelve a su pintura.
Jonghyun de soslayo ve como Jimin sonríe hacia su dibujo ya terminado y se levanta para ir a entregarlo al escritorio de la profesora; Jonghyun siempre se había preguntado qué era lo que hacia de ese pequeño Omega tan atrayente para él, y solía compararlo como ver esas donas de chocolate que su tío le compra en su tienda de dulces favorita. Jimin era como esas donas de chocolate; le hacían sentir cálido y tenían una apariencia dulce, delicada y rechoncha como sus mejillas.
Se levanta también de su asiento, tomando el dibujo que hizo de sus donas favoritas y apuró el paso para ser el primero en entregarlo y así Jimin pudiera darle un poquito de su atención, porque el Omega parecía tener cierta afición por mirar todo el tiempo sus zapatos.
Se puso rápidamente delante del Omega y entregó su papel, ganándose una mirada de aprobación por su dibujo y una buena nota cuando de reojo vio como Jimin lo miraba sorprendido, para luego volver a bajar la cabeza y esperar detrás de él a que la profesora terminara de decir lo bien que había pintado.
Cuando por fin se hallo libre de las palabras de aliento, se dio la vuelta para volver a sentarse y tratar de que Jimin volviera a mirarle, pero no fue así. El Omega pasó por su lado y entregó su dibujo, dedicándole una sonrisa a la profesora. Jonghyun sintió algo estallar en su pecho y no podía definir aquel sentimiento que le hacía gruñir y resoplar insconcientemente, tan desconcertado que ni siquiera se fijo que había pintura en el piso haciendo que se resbalara, cayendo de espaldas al suelo y con las manos ardiendo por el impacto y con un poco de sangre en las raspaduras.
Al instante escucho como todos se reían y sintiendo la rabia correr por sus venas, vio como unas mejillas apretujables aparecían frente a él, luego unas manos pequeñas tomando su mano herida y unos ojos amables preguntándole si estaba bien. El corazón se le detuvo unos instantes hasta que escuchó a los estúpidos de sus compañeros.
- ¡Aw, miren, Jonghyun se va a poner a llorar!, ¡Jimin, anda, limpia sus mocos!
Un gruñido inintencionado sale de su garganta, asustando al Omega quien soltó su mano y se le quedo mirando, entre horrorizado y tímido. Jonghyun se preguntó si había otra forma de llamar su atención que no fuera esa, la de humillarse completamente.
- ¡Aw, a Jimin le gusta Jonghyun!, ¡Miren como lo ve, está rojo!
Y los comentarios tenían razón; el Omega estaba sonrojado hasta las orejas, pero por la simple razón de que odiaba ser el centro de atención como en ese momento. Y a Jonghyun le encantó verlo así, tal vez por eso una idea maliciosa apareció en su mente, nublando todo lo demás.
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4 O' CLOCK . // Yoonmin // Omegaverse.
FanficMin Yoongi es un beta, uno común y corriente, el cual adora leer libros en la biblioteca de la universidad. Park Jimin es un omega, pero no uno sumiso ni amable; es un omega con complejo de Alfa, gruñón y posesivo. ¿Quién diría que ellos dos termi...