4 O' CLOCK . // Yoonmin // Omegaverse.

Extra: D I m p l e.

Los escondes bien pero aparecen cuando sonríes

¿De dónde salen?

No mientas, tú eres un ángel.

Taehyung corrió hacia su casa cuando escuchó la voz de su padre llamándolo. 

Él estaba en el jardín, jugando con todos sus compañeros de la escuela en su fiesta de cumpleaños número siete. Había invitado a todos los de su salón, incluso a los chicos de otras clases, a sus profesores y hasta al conserje.  Taehyung se preguntaba porqué sus padres insistieron con que solo invitara a los más cercanos, ¡Si su casa era gigante! Comparada a la casa de Minhyun, ¡Su casa podía albergar la escuela completa! Y estaba tan emocionado con ello que no le importó acabarse con las tarjetas de invitación; hizo todas las que pudo, con sus crayones y las hojas de su cuaderno de historia.

Y se sintió tan feliz cuando varios de ellos vinieron, con regalos y muchos globos. 

Así que cuando llegó a la sala, diciéndole a sus amigos que en un momento volvía para seguir jugando a las pillas, se encontró con su padre mirándole con una pequeña sonrisa; esa que siempre hacía cuando quería que saludara algún adulto y se comportase. Taehyung dejó de correr, se limpió las manos llenas de barro en el pantalón y camino a paso lento hacia él.

Tomo la mano de su padre y él lo llevo hasta la entrada, donde solían recibir a las visitas que no eran de su edad. Todos los ancianos se quedaban allí, en la sala donde estaban los sillones que Taehyung no podía usar porque su madre le reñía cuando los ensuciaba sin querer. Todos los adultos se quedaban sentados allí incluso cuando insistía en que jugaran con él en el jardín, ¡Eran tan aburridos! 

A la primera persona que vio al llegar fue a su madre, riéndose y tan sonriente como casi nunca la veía. Luego vio a una señora y un señor, tan imponentes y tan bien vestidos como los suyos. 

Y finalmente lo vio a él.

- Taehyung, te presento a los señores Jung y a su hijo, Hoseok. -los presentó su padre, pero Taehyung no presto mucha atención, porque estaba anonado mirando los hoyuelos del niño.

¡Eran como si dos abejas le hubieran picado las mejillas! Sintió unas ganas inmensas de abalanzarse hacía él y picarlas con el dedo, pero en cambio se quedó viéndolo fijamente sin parpadear; el chico era mucho más alto que él, tenía una postura rígida y se veía como los príncipes de los cuentos que la señora Nawu le contaba cuando se iba a dormir. Las ilustraciones siempre dejaban a ver a un chico con aires reales, brillantes y él estaba llena de un aura radiante que noqueó a Taehyung. Con el cabello perfectamente peinado y ropas nuevas, ese chico parecía mucho mayor.

- Taehyung, hijo, saluda. -mascullo su madre, con una sonrisa rígida.

Taehyung parpadeó, saliendo de su ensoñación e hizo una reverencia hacia ellos, saludándolos apropiadamente como su madre le había enseñado que tenía que saludar. Luego sus padres empezaron a hablar con los padres de ese niño cosas que él no entendía en absoluto y que tampoco le interesaban.

Volviéndose hacía el niño, que no se apartaba ni un segundo del lado de su madre y no dejaba de mirar inexpresivo las flores en las macetas a su lado. Taehyung se acercó hacía él y agarró su mano, llamando su atención.

- ¿Quieres ir a jugar al jardín?

La expresión inexpresiva del chico cambió a una sorprendida, luego miró a su madre y ésta asintió tan cálidamente que a Taehyung ya le agradó. Iba a preguntarle a la mujer si también quería ir a jugar al jardín cuando Hoseok se deshizo de su agarre y tomó su mano, lo que hizo que el estómago de Taehyung explotara con mil mariposas haciéndole cosquillas.