El Hijo De Mi Jefe|Wigetta

Demanda

Cuando Luzu y Samuel llegaron a casa del último mencionado, Borja bajó rápidamente del auto y bajó a Samuel.
Las sirvientas que estaban en la entrada para recibirlo se alertaron al verlo en aquél estado.

Katia.- ¡Joven Samuel! ¿Pero qué ha pasado?
Borja.- Explicaciones luego, Katia, Anna, por favor curen sus heridas
Samuel.- Estoy bien, sólo...
Anna.- ¡Nada de "estoy bien"! No puede ni moverse, joven De Luque
Samuel.- No mencionen ese apellido, por favor
Anna.- Está bien, lo siento

Borja dejó a Samuel en el sofá de la sala y aquellas dos chicas con ayuda de algunas empleadas más comenzaron a curar a Samuel.

Borja, por su parte, con enfado y preocupación, subió con prisa al segundo piso en dirección a la sala personal de la madre de Samuel.
Tocó la puerta de la habitación y tras escuchar un "adelante" abrió la puerta y se acercó con un rostro de preocupación a su jefa.
Ésta al ver a Borja sabía que algo malo había pasado.

Sra. Batuecas.- Borja ¿Qué pasa? Te ves preocupado
Borja.- Es el joven Samuel, señora Estefanía
Estefanía.- ¿Samuel? ¿Qué pasa con mi hijo?
Borja.- El señor De Luque, ese hombre lo ha golpeado
Estefanía.- ¿Qué! En-En dónde está mi hijo
Borja.- Está abajo, en la sala, le pedí a mis compañeras que se encargaran de él

La mujer salió con prisa del lugar y bajó con rapidez las escaleras para ir a la sala, en donde se encontraba su hijo siendo tratado por sus empleadas.

Estefanía.- Sam... Qué... ¿Qué te ha hecho ese infeliz?
Samuel.- Estoy bien mamá, sólo son algunos - se quejó un poco debido a un pequeño dolor que había sentido en su labio- sólo son algunos golpes, nada de qué preocuparse
Estefanía.- Ese hombre no se saldrá con la suya, Borja, llama al abogado por favor
Borja.- En seguida señora
Samuel.- Madre, con esto será suficiente para que vaya a la cárcel ¿no?
Estefanía.- Por supuesto que sí, cariño, tiene que ser suficiente, abandono, engaños, y además maltrato, no hay manera de que se salve de ésta

Evidentemente las cosas estaban a su favor, con todo lo que tenían, Samuel y su madre como víctimas y Borja como testigo, todo llevaba a que ellos ganarían.

Estefanía habló con su abogado y sin dudas tenían todo planeado, todo estaba listo y debían poner aquella demanda y la petición del divorcio.

Katia.- Joven Samuel, hemos curado sus heridas, pero creemos que debería ir a un hospital, tal vez tenga alguna fractura
Samuel.- No, yo estoy bien, gracias, un poco adolorido pero ya pasará
Miguel.- Joven Samuel, debería escucharlas, nos preocupamos por usted y...
Samuel.- Se preocupan demasiado, sólo necesito descansar
Juan.- Lo ayudaré a subir
Samuel.- Sí, gracias

Juan hizo lo dicho, ayudó a Samuel a llegar hasta su habitación en el segundo piso, una vez hecho volvió a donde sus compañeros

Anna.- Jamás dejará de ser así...
Juan.- No le gusta llamar demasiado la atención, pero aún así debemos estar alerta, por si tiene fracturas o algo
Borja.- Intentaré convencerlo de llamar al médico, si no funciona hablaré con la señora Estefanía, a ella la escucha porque la escucha
Katia.- Luzu ¿qué pasó?¿Por qué el joven Samuel tiene esas pintas?
Miguel.- Me imagino que Fue De Luque ¿no?
Borja.- Sí, fue ese hombre, Samuel le dijo que mintió para que firmara los papeles, se enfureció cuando le dijo que no podrían controlar los medios y que seguiría sin el apoyo de la señora Estefanía, las cosas se pusieron violentas cuando De Luque insultó a la Señora, Samuel no soportó eso y le gritó, y ya saben qué sigue después
Katia.- Dios, ese hombre es horrible...
Borja.- No sólo De Luque, el lugar es horrible, es decir... Sus empleados tienen discusiones continuas, y hay algo mas en esa mansión que me hace sentir extraño
Juan.- Pues esperemos que la demanda termine a favor de la Señora Estefanía y del joven Samuel
Miguel.- Tiene que ser así, con Samuel en ese estado y Borja como testigo, seguro termina en la cárcel
Anna.- Esperemos que así sea
Estefanía.- Borja, cuida a mi hijo ¿sí? Saldré a resolver algunos asuntos
Borja.- Sin problemas
Estefanía.- Y si por alguna razón ese hombre viene, no lo dejen entrar por nada en el mundo, tampoco dejen que se acerque a Samuel
Juan.- Entendido

La mujer salió del lugar junto a su acompañante.

Borja.- Bueno, iré a ver cómo se encuentra Samuel

Luzu subió y los demás empleados se aseguraron de tener bien vigilada la zona.

-Mientras tanto-

Ruben.- Esto no saldrá bien para De Luque, si la madre del joven Samuel ama a su hijo, ten por seguro que no se quedará con los brazos cruzadas
Miguel.- Ya, pero sabes que De Luque tiene de todo, podría manejar al juzgado como se le de la gana
Ruben.- Esperemos que De Luque pierda, de esa manera seremos libres
Frank.- No te ilusiones, Doblas
Ruben.- Y aquí viene el arruina todo
Miguel.- Frank, no estamos de humor para discutir, así que te pediré amablemente que te retires
Frank.- Lo que ha sucedido con el joven De Luque ha sido cosa suya, él ha provocado al señor De Luque
Ruben.- Lo que haya pasado, Frank, no justifica haberlo golpeado, eso fue demasiado, es maltrato, además no sólo es eso, si no todos los problemas que tiene con la madre del joven De Luque
Lana.- De Luque te busca, Frank

Sin más Frank se retiró, yendo a donde De Luque.

Ruben.- ¿Guillermo está bien, Lana?
Lana.- Lenay está con él, esperemos que no haya hecho mucho con el pobre chico
Ruben.- Esperemos... Esas asquerosas marcas aún no desaparecen del todo
Miguel.- Pronto saldremos, Rub, y ese hombre obtendrá lo que se merece.

Guillermo, por su parte, devoraba la comida que le habían preparado.
Una vez terminado y habiéndose quedado solo nuevamente sin antes obtener una disculpa por parte de Lenay al tener que dejarlo allí, se acostó en las sabanas que estaban tendidas en el suelo y cerró sus ojos. Quería descansar.
Imposible.
Cada vez que cerraba los ojos las escenas de aquél asqueroso suceso aparecían en su mente.
Era imposible dejar de recordarlo.

Extrañaba a sus padres, su casa, su cama.
Extrañaba ser libre.

Realmente confiaba en el hecho de que pusieran una demanda en contra de ese hombre y así finalmente ser libre.

Pero, las cosas no serían tan sencillas... Ni para él, ni para los empleados, ni para Samuel y su madre.

De Luque tenía un plan, uno que aseguraba no fallaría.