Dulce Venganza

Ashwagandha

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Sus mirada se perdía en el oscuro techo de su habitación, la noche reinaba en todo Eldarya y él no podía conciliar el sueño, desde la tarde que no puede borrarse la imagen de Roxan cubierta por aquella rara y asquerosa mescla con la cual intentaba pagarles por todas las que le había hecho junto con Ezarel, pero venga ¡Era inevitable! Para él ver tanta inocencia era casi como un pecado, estaba consiente que era la primera vez que interactuaba demasiado con un humano aunque ella tuviera un ligero rastro de sangre faery en sus venas. Y aunque concordaba con Ezarel "Prefiero ser el que ejecuta no el que cae" eso no significaba que no tuviera un rato de "humanidad" en él.

Se levantó de su cama, mirando fijamente las cortinas oscuras cubrir su ventana, Nevra odiaba que la luz lunar se colara en su habitación y justo ahora prefería tener las cortinas corridas para darse una ligera idea de la hora, de algo si estaba seguro ya era tarde... salió de su habitación con un único objetivo en su mente, ir a la habitación de la chica para ofrecer una disculpa. Hasta ahora que nunca había reparado en el sepulcral silencio del C.G durante las noches ¿Era bueno o malo? Seguramente la primera opción, su oído fino le permitió escuchar algo lejos de su puerta los que parecían ser risas provenir más al fondo del pasillo.

Camino en dirección a las risas poco a poco se comenzaban a hacer más fuertes para su sentido auditivo y justo esas risas lo llevaron hasta quedar frente a la puerta de la humana, una ,dos... tres voces diferentes dentro de ese cuarto, tres voces reconocibles para él. Un par de golpes en la puerta bastaron para que las risas pararan en seco.

-¡Les dije que vendrían a callarnos!- escucho la voz baja de Roxan reclamar.

-Abre la puerta, así terminas rápido.- dijo otra voz.

-¿Y si es Miiko? Su habitación no está muy lejos de las nuestras.- dijo la última voz.

-¡Roxan abre la puerta! Ya quiero seguir con el juego.

Nevra suspiro con pesar regresando a llamar a la puerta, leves ruidos se escucharon como si se estuviera abriendo paso en su habitación para poder llegar hasta la puerta, poco a poco esta se fue entre abriendo y un par de orbes lilas le miraron casi con susto mientras su rostro empalidecía, era como si los sonidos se esfumaran de su voz o como si hubiera visto un Wendigo parado frente a la puerta.

-Oye que...-la puerta se abrió por completo, Nevra torció ligeramente los labios al ver a su hermana quedar casi igual de muda que la castaña, alzo un poco más su mirada noto la presencia de Alajea dentro de la habitación.- ¿No deberías estar dormido?- fue lo único que atino a preguntar Karenn.

-Lo mismo podría decir de ustedes tres.- respondió.-¿Qué hacen despiertas tan tarde? Sus risas puedo escucharlas hasta en mi habitación.

-Nev no te enfades, es una noche de chicas.- dijo alegre su hermana, él solo atino a cruzarse de brazos, aunque la respuesta no se escuchaba tan disparatada quería escuchar algo mejor.- si te digo que estábamos "animando" a Roxan a cambiar su estilo en ropa interior ¿quedarías más tranquilo?

-¡KARENN!- exclamo Roxan sumamente sonrojada.- ¡No hacíamos nada de eso!- se apresuró a decir.- solo...les contaba algunas anécdotas mías cuando estaba en mi mundo.

-Honestamente y por la hora no me interesa lo que hagan o digan, solo me gustaría nos dejaran a todos dormir tranquilos, tienen suerte que viniera yo, Miiko ya podría venir en seguida y mandarlas a dormir a tres lugares diferentes y demasiado lejos unas de otras.