Dulce Venganza

Confesiones por un beso

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:D

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Y ahí estaba de nuevo esa incertidumbre en no saber aquel hacer con aquel beso, sus labios temblaron al intentar siquiera corresponder el gesto, pero entonces simplemente desvió su mirada a avergonzada.

-Lo lamento.

-N-no... no es eso es que...-Ella retrocedió un par de pasos dándole la espalda.- es que esto es muy rápido.- sincero- realmente no sé qué siento por ti, te lo dije ya no se quién me gusta asi que...

-¿Necesitas tiempo?

-Si... yo... lo lamento.

-Descuida.- dijo – sé que por mi parte fue imprudente todo lo que hice y aprovecharme de esto sabiendo que lo que habías hecho al tomar la forma de Valissa, si es necesario yo voy a esperarte el tiempo que necesites.

-No se... no se que decirte.

-Por el momento nada... ahora me gustaría hablar contigo de algo mas urgente, es sobre que ahora pasas a estar bajo mi cuidado.

Celaenna caminaba por los pasillos del C.G. había pasado la mayor parte del día ayudando a Roxan con la pócima, realmente la Sílfide había tenido suerte en toparse con Leiftan y "advertirle" sobre lo que ellas dos habían hecho sobre todo por la curiosidad que le generaba saber cómo se desarrollarían las cosas para la humana. Ciertamente para ella no era sorpresa que Leiftan con el tiempo había despertado un sentimiento romántico por la joven de orbes lavanda.

Mientras caminaba de regreso a su habitación para ver cómo se encontraba La Onida que seguramente aun durmiendo sobre su cama. Mientras se encontraba en un chequeo de rutina ella junto a Ewelein habían escuchado el estridente grito de la humana, lo que la elfo pensó en ese momento era que la pobre ya había sido nuevamente víctima de alguna de las malas bromas de Ezarel o Nevra.

-Celaenna

A medio camino del pasillo para llegar a su habitación la Sílfide había sido interceptada por Ezarel, la castaña rodo los ojos, para nadie era sorpresa que esos dos no se llevaran del todo bien.

-¿Necesitas algo?- le pregunto de forma natural por el momento no deseaba alterarse.

-Si, necesito que me ayudes en algo ¿Puedes acompañarme?

Ella lo pensó por unos segundos, Valissa seguramente debería estar dormida aun y no despertaría dentro de unas cuantas horas... asintiendo con la cabeza acepto seguir a Ezarel. Al principio pensó que necesitaría su ayuda en la sala de alquimia más no fue así, ambos salieron para ir al mercado, en el camino el elfo parecía maldecir o renegar de algo y ese algo no alcanzo a comprenderlo ya que Enna escuchaba más gruñidos que cualquier otra cosa, entraron a la tienda de Purriry cosa demasiado extraña realmente ¿Qué era lo que el Elfo estaba tramando?

Mientras él se dedicaba a ver las prendas hubo una muy en especial que llamo la atención de la mujer, una prenda demasiado pequeña blanca, esponjosa como las nubes... dejo la prenda en su lugar si, estaba emocionada por la llegada de su bebé pero no quería que todos la miraran de forma "débil" por demostrar aquel sentimiento. Por su parte Ezarel había tomado algunas prendas y tomando por sorpresa a Enna se las puso en frente.

-Esto es nuevo tu queriendo hacerme un cambio de imagen ¿Desde cuándo te convertiste en experto en modas?- pregunto con burla, Ezarel simplemente hizo una mueca con los labios.