Continuación del one-shot del Día 2
Estaba recostado en su cama, no había hecho nada desde el día del funeral, había mantenido una dieta a base de alcohol y nada más, varía botellas de licor estaban por todo el departamento.
Se escucho la puerta principal abrirse, no le importo quien entrará después de todo ya no tenía nada valioso en su vida. Se abrió la puerta de su habitación dejando ver quién estaba ahí.
-Shun! Está aquí- llamó el rubio mientras entraba al lugar esquivando los obstáculos del suelo
-Ikki...- dijo su hermano al verlo en ese estado
-que hacen aquí? Pensé que estaban Venecia
En ese momento un fuerte sonido se escucho fuera y de pronto otro de sus amigos entró al lugar
-Seiya, que fue lo que rompiste?- preguntó serio el rubio
-creo que un jarrón- dijo sin importancia
-váyanse, no quiero ver a nadie- se cubrió con las sabanas de su cama, pasaron pocos segundos para que aquellas mantas salieran volando gracias a su pequeño hermano
-crees que haremos eso? Dejarte aquí tirado ahogándote en tus penas?! Crees que a Shiryu...- intentó convencerlo el peliverde
-Shiryu está muerto!! Y no va a volver- dijo con una voz llena de dolor- ya no lo intentes Shun...ya no lo intenten, vayan, hagan su vida, ya no me molesten...tan sólo causó problemas sería mejor que me reuniera con el...- no termino de hablar pues uno de ellos lanzó un golpe directo en su cara haciéndolo callar
-Seiya! Que estás haciendo?!?- preguntó alarmado Shun
-crees que a nosotros no nos duele? Haber perdido a uno de nuestros amigos? No vuelvas a decir algo como eso Ikki!!- exclamó enojado el castaño
-no podemos hacer nada por el si no nos lo permite- hablo Hyoga- estamos aquí por qué eres nuestro amigo pero solo tú decidirás si aceptas la ayuda o no
Todos se quedaron estáticos por las palabras dichas por el rubio pero al parecer sirvieron pues en una hora ya estaban todos afuera de camino a una cafetería cercana. Llegaron al lugar y cada quien ordenó algo, Ikki se había limitado a pedir un café pero no podía dejar de pensar en su amado, esa cafetería era donde trabaja Shiryu pero ante tal enfermedad tuvo que irse. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que una lagrima había escapado de sus ojos, esto fue presenciado por todos en el lugar.
-escuche que hoy en la noche habrá una exposición de arte desnudo en el centro, vamos?!- exclamó Seiya con tal de bajar la tensión del momento
-Shun no tiene porque ir, el ya tiene eso y más en la casa por las noches- dijo Hyoga haciendo sonrojar en gran nivel a su esposo, todos rieron ante eso, bueno todos menos Ikki
-y porque quieres ir Seiya?- hablo Ikki por primera vez haciendo que todos se callaran- quieres ver lo que tú no tienes?
Todos se quedaron mudos ante tal broma tan pesada digna solo del gran Ikki, pasaron pocos segundos para que Hyoga y Shun rieran mientras Seiya sonrojado trataba de recuperar su pérdida dignidad.
Ikki soltó una sonrisa pequeña al decir eso pero en ese momento una presencia que sentía muy familiar invadió el lugar, giró su mirada buscando algo pero solo escucho un pequeño susurro.
-sigue viviendo Ikki...hazlo por mí
No sabía que pasaba pero sabía quién había sido, tratando de no llorar miro a sus amigos, amigos que siempre estarían ahí para el.
