Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj Masks

[3]: Intención caprichosa

Greg caminó solo unos pasos hasta que se decidió. "Voy a disculparme, no estubo bien que lo haya empujado de esa manera", pensó, sin embargo unos gritos lo distrajeron, eran Connor y Amaya, que se acercaban preocupados.

–Greg, ¿dónde estabas? Te estabamos esperando.

–Escúchenme, yo estaba por... –De repente Amaya interrumpió.

–¡Oigan! ¿Ese no es el robot de Romeo pero... más pequeño? –Greg volteó a ver y claramente era el mini-robot huyendo. Romeo ya no estaba.

–Debemos averiguar qué esta tramando. Héroes en pijama con valentía...

–No, Connor, aguarda.–Interrumpió Greg –Em... No sabemos que es lo que realmente hizo Romeo asi que no seria mejor ¿esperar? ¡Si, eso!

–Greg, estas muy nervioso, ¿te encuentras bien? –pregunto Connor, el pequeño simplemente asintió con una sonrisita falsa. –De acuerdo, entonces... Vamos a investigar, mantengamos los ojos bien abiertos, equipo.

Nuevamente el pequeño interrumpió. –Eh... Vayan ustedes, yo vigilaré este lado mientras ustedes vigilan el otro sector, ¿les parece?

A Connor le pareció una muy buena idea asi que se lo permitió, mientras que a Amaya le parecia sospechoso, claro, el sexto sentido de una mujer nunca falla. En este caso, de una niña.

Greg fue corriendo en la parte de atrás de la escuela y allí lo encontró. Romeo estaba caminando lentamente con su pequeño robot, que le estaba dando ánimos, lo cuales no eran escuchados por el niño, el simplemente iba enojado pateando las pequeñas piedritas que se encontraban en su camino.

–¡Romeo, espera!

El ya nombrado no quiso dirgirle palabra asi que siguió caminando.

–Amo, el pequeño lagarto regresó.

–Cállate, robot, solo ignóralo.– Al instante sintió como alquien jalaba de su chaqueta, era Greg.

–Romeo, yo solo quería...

–¡¿No deberías estar con tus amigos?! Vete con ellos.–Dijo enfadado en pequeño cientifico.

–¡Quiero pedirte disculpas! No debí empujarte así, lo siento. –Dijo Greg con la mirada baja. Romeo se sorprendió, sin embargo seguía mal, su plan falló como siempre.

–Ok, ahora vete. –Quiso seguir caminando pero Greg lo retuvo de nuevo. –¿Qué quieres ahora? Ya estropeaste mi plan, ¡dos veces! ¡Dejame solo!

–¿D-dos veces? Pero, ¿por qué querias mi voz otra vez? ¿Por qué no atacaste de noche como sueles hacer? ¿Por qué viniste hasta la escuela?...

La preguntas del pequeño rubio no cesaban y Romeo ya se estaba hartando, y sin pensarlo reveló su secreto.

–¡Es que me gusta tu voz! ¡Es tan tierna y dulce y... Y y-yo la quiero tener solo para mi! –Una vez que dejó de hablar, se tapó la boca con ambas manos. "Oh no, que tonto soy" pensó.

Greg se sorprendió con esa respuesta, tanto asi que se sonrojó.

–¡Agh, deja de mirarme! –El pequeño científico se soltó del agarre del mas bajo y corrió lejos de allí.

Greg se mantuvo en silencio... pero con una sonrisita.