[19]: Salvado a tiempo

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No había nadie que conociese por el pasillo, ¡era su oportunidad para intervenir!. Así que corrió los más rápido que pudo hacia Greg y, como aquella vez, lo tomó de la mano y se lo llevó hasta otra aula y cerró la puerta. 

Ante todo esto el pequeño estaba tan asustado y confundido hasta que distinguió los ojos azules de Romeo y unos cuantos mechones en blanco y negro. Los ojos de Greg brillaron de emoción, sus manos sintieron el mismo cosquilleo de aquella vez y no dudó ni por un segundo en pasar sus brazos por el cuello de Romeo en un cálido abrazo. El científico tan solo se dejó abrazar hasta que él también le correspondió, y se reía por lo bajo, puesto que la respiración de Greg le hacía cosquillas cada vez que hablaba.

—¡Romeo! ¿Pero que haces aquí? ¿mis amigos te vieron? ...Estoy tan confundido, pero... pero tan feliz, y... —Romeo estaba tan sonrojado por escuchar de cerca la voz del niño que tanto le gustaba. 

—Escucha Greg... —Sus palabras quedaron en el aire al momento en que se separó por solo unos centímetros y vio los tiernos ojos color verde llenos de felicidad e inocencia. —M-me gustan tus ojos... —Confesó de la nada, avergonzándose tanto que se separó por completo de Greg y se tapó la cara con sus manos. El pequeño rubio rio halagado y ladeó su cabeza levemente para encontrar la mirada de Romeo.

"Me gusta Romeo...y yo le gusto." Pensaba con alegría y esperanza. Se acercó y le quitó las manos de la cara. —Romeo yo... quiero pedirte disculpas. 

—¿Ah?, ¿por qué?... —Preguntó un poco asustado.

—Porque... la noche en que... bueno, tu sabes, cuando tu y yo, ¡mejor dicho tu...!

—¿Cuando te di un beso..? —Greg tan solo atinó a desviar la mirada y asentir con una tierna sonrisa. —... ¿qué sucede entonces? —preguntó mientras tomaba su mano.

—Perdón por huir de ti, la verdad es que no quería irme... ¡quería quedarme más tiempo contigo! P-pero... bueno, mis amigos llegaron en mal momento. —Mencionó con tristeza.

—Me temo que ahora tampoco es el momento... —El más pequeño lo miró con curiosidad. —...Verás, vine para...

En ese momento sintieron que alguien se acercaba al aula, por lo que ambos se ocultaron rápidamente bajo el escritorio del profesor y aguardaron en silencio.

—¡Agh, juro que los vi entrar aquí! —Se quejaba alguien pero justo a tiempo sonó el timbre que advertía el término del recreo, por lo que ese alguien era el Ninja Nocturno que se retiró enfurecido del salón dando un fuerte portazo.

Romeo pudo haberle dicho la verdad en ese momento, pero prefirió callar, porque no quería que Greg se mantuviese con miedo de ir a la escuela, es decir, no quería que su vida personal se viese perjudicada por un error de él. Romeo debía arreglar el problema que había causado.

—Greg... como te decía, solo vine para verte. —No mentía para nada, lo decía con total confianza para calmar al más pequeño, lo cual funcionó por el leve sonrojo que presentaban sus mejillas. —Cuídate mucho.

—Tú igua-... —De repente un cálido y rápido beso se estrelló en su mejilla izquierda. Se acarició con ternura mientras veía como su villano favorito huía por la ventana y se alejaba hacia la salida.


Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj MasksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora