Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj Masks

[8]: Luna al ataque

Luna ya habia visto solo una vez asi a Romeo y no pudo evitar sonrojarse. El niño era lindo, debía admitirlo.

–¡¿Que haces aquí, Luna?! –pregunto el científico mientras se refregaba sus mejillas para que no notara el sonrojo.

–¡¿Ah?! ¡Eso deberia preguntártelo a ti, Romeo. –exclamó ella cruzándose de brazos. –Además, ¿asi saludas a una dama? –dijo mientras se acariciaba el cabello con delicadeza.

Romeo rodeó los ojos y dijo con sarcasmo –¡Está bien! Hermosa dama~, ¡¿puede hacerme el favor de dejar de molestarme?!

Luna cambió drásticamente su sonrisa coqueta en una mueca de sorpresa. Gruñó bajo, porque sus intentos de -por lo menos- agradarle al niño que le gustaba, fallaron. –Hm, como sea, me iré de aquí, no quiero que esos héroes nos atrapen a los dos. –se subió a su aereodeslizador con algunas flores, se llevaría algunas y el resto las recogería luego. –¡Polillas, vamos al museo a buscar esas flores exoticas. Oh por cierto, Romeoo~, ¿por lo menos serías tan amable de cuidar el resto de las flores por mi hasta que regrese?

–Olvídalo. –respondió él mientras seguía buscando cerca de los arbustos. Ella no tuvo de otra que irse molesta.

"Si talvez, solo talvez, encuentre sus gafas, yo le agradare un poco más." Tan distraida estaba Luna pensando en eso que no notó cuando los heroes en pijama la vieron y la siguieron hasta el museo.

(Con los héroes...)

–Bien, separemonos y rodeemos a Luna: Ululette ve en el techo, Gecko tu entra y trata de detenerla y yo la esperaré afuera del museo por si quiere escapar, ¿entendido, equipo? – el trío de amigos asintió y obedecieron.

Gecko se acercó usando su camuflaje, estaba tan cerca de atrapar a Luna por detrás pero...

–Hm, ¿ésta me quedará bien? –se preguntó a ella misma mientras colocaba una flor azul en su cabello. –¿le gustará a Romeo verme así?

–¡¿Eh?! ¿Romeo? –dijo Gecko algo entre molesto y confundido, su camuflaje desapareció y Luna volteó asustada hacia el rubio.

–¡¿Tú?! –la niña trató de huir con la maceta en mano pero le sorprendió ver las gafas de Romeo sobre la cabeza de Gecko. –¡Ajá! ¡Esas son las gafas de Romeo, dámelas, lagartija! ¡Debo entregárselas en el parque! –soltó la maceta y quiso quitarselas a Greg pero éste, asustado, se apartó rapidamente.

–¡No pienso dartelas! Yo se las entregaré. –susurró eso último pero Luna logró escucharlo.

–¡No, yo le tengo que gustar a él!

"¿Gustar?" pensó Greg. Se sintió extraño, como si sintiera celos de que alguien mas quisiera estar con Romeo. "¡No, a-a mi no me gusta nadie!"

Asi comenzó un pequeña persecución, Greg salió del museo huyendo de Luna. Catboy creyó que era un tipo de distracción asi que con su super velocidad recogió todas las macetas y flores y las dejaba en su lugar mientras Ululette distraía a las polillas con su vuelo.

–¡Gecko, regresa, ya tenemos las flores!

–¡Catboy, hay que seguirlo y ayudarlo!

Asi fue, ambos los siguieron hasta el parque.