Capítulo 3: A los rubiecitos les gusta abrir refrigeradores

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Capítulo 3: A los rubiecitos les gusta abrir refrigeradores

Al final, nunca la encontré. Como si se hubiera desaparecido o evaporado.

Cuando llegué a mi casa, le marqué a su celular tres veces y esas tres veces me mandó al buzón. Era frustrante.

Al día siguiente, las cosas no hicieron más que ponerse más confusas.

En Abril, casi a finales de año, siete alumnos nuevos se unieron a la Preparatoria Hugtful.

¿Hugtful? ¿En serio? ¿La triste y patética autora de esto no pudo usar algo más creíble? ¡JAJAJA!

Eh… ¿Eso en serio va escrito? Ya ni modo. Sigamos…

Todos en mí mismo grado.

Todos en mí mismo salón.

Ah sí, todos rubios, pálidos, y con ojos de color.

¿Casualidad? ¡Yo creo que no!

Cuando todos entraron al salón, no sé si haya sido paranoia mía, es como si hubieran encendido el clima. O abierto un refrigerador.  Habían hecho un ligero cambio en la temperatura.

No puedo describírtelos bien, ya que todos prácticamente lucen igual. Había tres mujeres y cuatro hombres.  Y todos van vestidos de blanco. Creo que una de ellas se llama Sherlyn o algo así, tenían nombres muy raros. Venían de… ¿Alaska? ¿Canadá? Uno de esos.  Y, por alguna razón, todos tenían la vista clavada en Adriane.

Adriane parecía nerviosa por primera vez en su vida. No podía creerlo. ¿Mi Adriane, mi guardaespaldas temible, intimidada por unos rubiecitos? Definitivamente no.

Al terminar las primeras horas, en el receso, Adriane y yo estábamos sentadas en la mesa de siempre, y de la nada llegaron los nuevos.

En medio, como si fuera la líder, estaba una chica de cabello liso y los ojos celestes-grises.

-Hola. Soy Fairly. Y ustedes deben ser Adriane y Adissen.

Nos dio su mejor sonrisa. No parecía mala en absoluto. De hecho, parecía agradable.

-¿Cómo supiste nuestros nombres?

Todos se rieron al mismo tiempo, y, me hicieron pensar en un coro de ángeles cantando en las nubes.

-Preguntamos por ahí. Es tan bonito este lugar. ¿Tú no dirás nada, Adriane?

Adriane miró a Fairly con una mirada de odio puro. Me asustó.

-¿Qué están haciendo aquí, Fairly?

-Sólo vinimos a saludar. Pero si tanto te molesta…

Se dieron la vuelta.

-¡Esperen!

Les dije, casi involuntariamente.

Ellos se voltearon a verme, con cara de aprecio, y Adriane me miró con furia,

-¿Sí, Adissen?

Dijo Fairly, con voz inocente.

-Pueden quedarse, si quieren. No nos molesta.

-¡CLARO QUE NOS MOLESTA!

Me gritó Adriane

-¡No seas maleducada, Adriane! ¿En qué te afectan?

-No me dejan respirar bien

Rodé los ojos.

-Sí, ajá, cómo quieras. Siéntense, por favor, y disculpen a Adriane, no es buena haciendo amigos.

Se fueron presentando cada uno. Un chico de mirada muy profunda, de ojos grises,  se llama Dalton. Otro de cabello un poco más largo y de ojos azules, se llama Albaric. Una chica de cabello un poco más claro que el de los chicos y de ojos verde claro, se llama Shirlyn. Otra, de cabello ondulado y de ojos aún más azules que los de Albaric, se llama Gen. Otro (¿puedes creerlo?) se llama Phoenix. Sí, Phoenix, como en Arizona. Él tenía un rubio muy cenizo y los ojos celestes. Y, al final, también de ojos verde claro, pero de cabello un poco más oscuro, es un chico llamado Banner.

No noté nada extraño en ninguno de ellos, pero, bueno, no es que yo sea muy buena detectando cosas paranormales…

IMDLC

WIND (VIENTO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora