Capítulo 16: Lo que pasa en el bosque se queda en el bosque.

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Capítulo 16: Lo que pasa en el bosque se queda en el bosque.

El fin de ese triste relato me causó escalofríos.

Bueno, ciertamente ya no me estaban ocultando nada. O eso creo.

-¡Adriane!

La voz grave de Afton rompió el encanto, ya que Adriane se levantó con brusquedad y se secó con rapidez las lágrimas que aún estaban en su rostro.

-¿Algún problema con la instalación, Afton?

-Ninguno. Ajmal está en Ayleen, Anat en Ariadne, Aldercy se dirige a Américo, y estoy preparada para Almodis, cuando quieras irte. Arquímedes está disponible también, y tendríamos que revisar a Alaska, si quieres mandar a Aldrick allá.

Lo último lo dijo con una frase de trasfondo incluida. Algo como: “Si no lo alejas de esta tipa ahora, alguna de las dos no verá el amanecer nunca jamás…”

Ok, tal vez no. Pero se acerca, de seguro.

Al parecer, Adriane también notó eso.

-Aaron está bien para Aldrick, Afton. No te preocupes, Alanson se quedará también.

-Bien. ¿Puedo…?

Me parece que le pedía permiso para entrar a Aaron.

-Sí, pasa.

Afton asintió con la cabeza.

-Gracias.

Bueno, después de como tres segundos de que Afton entrara a Aaron, Alan salió de allí casi a la velocidad del viento puro.

-¿Sabes algo, Adriane? Odio quedarme con él, montando guardia, porque cuando viene ella, no hay más remedio que escapar antes de hundirte en el río desembocado que son sus emociones.

-Como sea, Alan. Acostúmbrate. No te cambiaré de guardia a otra parte.

Le replicó ella -Adriane- un  poco (o muy) cortante.

Sí, bueno, Alan captó la indirecta y se evaporó.

La miré a los ojos, aún estaban húmedos por lo que vi.

-¿Estás bien?

Pff, mi subconsciente no pudo preguntar algo más astuto que esa patética, pobre y cliché pregunta.

-Lo estaré. No importa, está bien. Tenías que saberlo… En fin, Adissen. Debo irme. Me llevaré a Afton, pero Aldrick y Alanson se quedarán contigo. No te preocupes, todo estará bien…

Le sonreí tímidamente.

-Si tú lo dices, Adriane.

Se acerco y me dio un abrazo.

-Gracias, Adissen.

Y se evaporó.

-Bueno, ¿y ahora qué hacemos?

Pregunté en voz alta, muy segura de que tanto Aldrick como Alanson estaban escuchándome en ese instante.

-Esperar pacientemente, Adissen.

Me respondió Alanson, que estaba al lado de Aldrick, que se habían aparecido frente a mí.

Bien, algo que definitivamente debes saber antes de salir del auto, y respirar la nube de amarillo pollo (No, perdóname, Alan, se dice <<amarillo anaranjado>>), es que “esperar” es mil veces más aburrido con los ánemoi árrostos.

WIND (VIENTO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora