Capítulo 4: Gen, Fairly, Adriane y Layla

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Capítulo 4: Gen, Fairly, Adriane y Layla

Adriane no volvió a quejarse de ninguno de ellos. Aunque los seguía viendo con resentimiento. Yo no entendía por qué se estaba portando así. O sea, ella siempre era brusca y violenta, pero no con alguien que no conocía. Sin embargo, tenía la sensación de que ya se habían visto.

Ese día, en última hora, yo me quedaba en la biblioteca como ayudante voluntaria. No pregunten cómo terminé allí, sólo les diré tres palabras: castigo, directora, yo.

En fin. Casi a media hora antes de irme, se abrió la puerta de la biblioteca, y Gen entró.

 -Hola otra vez, Adissen

-Hola Gen

Se acercó a mí, en ese momento yo estaba sentada en una mesa al lado de los libros de aventuras, y se sentó al lado mío.

-¿Puedo ayudarte en algo?

Me sonrió con esa cálida y simpática sonrisa que define perfectamente a los de su grupo.

-¿Podrías darme tu opinión de un libro que acabo de leer?

-No leo mucho que digamos, pero si quieres puedes preguntarme

-Gracias. Bien, el libro se trata de ángeles y demonios…

-¿En serio? Ya hay muchos libros de ese tipo

-Lo sé, pero este particularmente me llamó la atención. Me llama la atención los conflictos del bien y del mal. A veces, los demonios creían que eran buenos y que los ángeles eran los monstruos.

-Eso es inusual

-¡Exacto! ¿Tú piensas que los demonios son buenos?

-No. Son demonios. Del diablo. Claro que no pueden ser buenos

Me dio una palmadita en el hombro.

-Que bien que creas eso. Ahora hablemos de otra cosa.  Como, por ejemplo, tú.

Me reí.

-¿Qué quieres saber sobre mí, Gen?

 -Me llamas mucho la atención. Probablemente Fairly me regañe por estar hablando contigo sin ella, pero me arriesgaré.

-¿Qué eres de Fairly?

-Mm… Digamos que soy casi su hermana, crecimos en el mismo… barrio.

-¿Y por qué se molestaría que tú hablaras conmigo sin ella?

-Porque quiere que seas su amiga. Y porque le agradas.

Fruncí el ceño.

-Eso es un poco extraño.

Seguimos hablando de mí, y, en un momento dado, salió a la vista el tema de Adriane

-¿Ya conocían a Adriane?

Le pregunté, lo más disimuladamente posible que fui capaz.

-No. Nunca la había visto antes, pero Fairly sí.

-¿En serio? ¿En dónde?

-No es nada importante, se conocieron hace un par de años en unas vacaciones en las que Fairly y su familia visitaron Quintana Roo…

-¿Y por qué se odian?

-Oh, no. Fairly no odia a Adriane, pero Adriane a Fairly sí. Y la verdad no entiendo por qué, ya que fue Fairly la perjudicada.

-¿Qué pasó?

-Bueno, no me gustaría hablarte mal de tu amiga…

-Conozco a Adriane, puedes decírmelo

Su rostro se ensombreció.

-Bueno. Es que en esas vacaciones la hermana de Fairly, Layla, desapareció. Y era Adriane la que estaba de niñera.

-¿Qué?

-Sí, bueno, según Adriane, ambas habían salido al…parque. Y Adriane volteó a ver a otra parte. Cuando volteó a ver al bebé, ya no estaba.

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