CAPÍTULO VII: FALSA ALARMA

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Capítulo VII:  Falsa Alarma.


– Daniel se apartó y, en ese instante, se cayó un tubo fluorescente. Por el ruido provocado se activaron las alarmas, por lo que acudieron varios policías, pero cuando llegaron no había rastro de ellos –

David: Blas siempre salvándonos. – Dice riendo levemente –

Blas: Os voy a tener que cobrar entonces.

Carlos: No, no, no, precio amigo/hermano ehh.

Daniel: Bueno, vayamos al piso de mi prima, estarán preocupados.

– Al llegar al piso –

Yanira: ¿Cómo estáis?

Blas: Bueno, ahora a salvo.

Carlos: Hombre Álvaro, te habías desaparecido.

Álvaro: Lo que tú digas, para eso queréis los móviles, ¿no?

David: Es verdad... Lo siento, bueno, lo sentimos.

Melissa: Y... ¿Y el rubio?

Carlos: P-pues...

Isabelle: ¡No nos asustes!

Gabriel: ¿Qué le ha pasado?

– De repente tapan la boca a Melissa, esta intenta gritar pero no puede, pero se las apaña y muerde la mano de ese sujeto –

Daniel: ¡¡Ahhhh!! Joder, preferiría una descarga a que me mordieses.

Melissa: ¡Ay cielo, lo siento!

Lourdes: ¿Cielo? Uy madre...

Anabelle: ¿Qué insinúas? – Pregunta estallando a carcajadas –

Yanira: Está claro.

Daniel: Pues pensáis mal.

Melissa: No sé qué diría yo...

Anna: Ay tato, que tenemos cuñado. – Comenta, haciendo reír al grupo –

Mery: Hacéis buena pareja, no es por nada.

Melissa: Buenas noches.

Gabriel: ¿Te vas sin cenar?

Álvaro: Habíamos pedido pizza.

Anabelle: Y es de la que te gusta, que me lo han chivado.

Melissa: No tengo hambre, adiós.

Daniel: ¿Sabes dónde están las habitaciones?

Anabelle: Puedes irte a la habitación que está al final del pasillo a la izquierda, ya que es solo de una cama y podrás descansar mejor.

Melissa: Vale, gracias.

– Melissa se va a la habitación que Anabelle la había indicado. Mientras inspeccionaba la sala, sonó algo en la ventana que asustó a Melissa, ésta se puso a gritar y, en seguida, subieron Carlos, David y Gabriel –

David: Mel, ¿estás bien?

Carlos: Ey, está demasiado pálida y muy fría...

Gabriel: Hermanita... Contesta por favor.

– Justo en ese momento llega Daniel a la habitación –

Daniel: Su corazón se está congelando, solo el calor de una persona querida la puede salvar.

– Todos miraron a Gabriel, quien no sabía reaccionar al ver así a su hermana –

David: Gabriel, ya has oído a Daniel...

– Este se acerca a su hermana y la abraza, la abrazó como nunca lo había hecho, pero eso no era suficiente. Gabriel, con los ojos cristalizados, miró a Daniel –

Daniel: ¿Qué insinúas?

Gabriel: Pues que le demuestres de una maldita vez lo que sientes por ella. Y no hay mejor situación que esta...

Daniel: Ya pero...

Gabriel: ¿Pero qué? ¿La vas a dejar morir?

Daniel: Por supuesto que no, preferiría morir yo antes. – Muy cliché, lo sé –

– Acto seguido, se va acercando a ella, la besa y entre los dos la abrazan como si no existiese un mañana. Después de unos minutos, Melissa va reaccionando –

Gabriel: ¿Estás bien? – La vuelve a abrazar –

Melissa: Si, bueno, me duele bastante la cabeza. ¿Qué ha pasado?

Carlos: No lo sabemos ni nosotros.

David: Empezaste a gritar, subimos y te encontramos pálida y muy fría.

– Sin decir nada más, bajaron al salón y Gabriel, Melissa y Álvaro se fueron a hablar a la cocina de lo sucedido –

Álvaro: ¿Y cómo dices que estaba?

Gabriel: Pues pálida y muy fría, parecía una estatua.

Melissa: ¿Enserio? – Ríe –

Álvaro: Vale, ya sé lo que te ha pasado, pero dos cosas:

1. Necesito hacerte una analítica con ayuda de David.

2. Las personas con el poder de congelar se pueden contar con los dedos de una mano.

Melissa: ¿Crees que Daniel me haría daño?

Gabriel: No ha dicho eso...

– Iba a seguir pero la voz de Daniel les interrumpe –

Daniel: ¿Después quieres que confíe en ti? – Dijo mirando a Álvaro –

Álvaro: Estáis sacando las cosas de donde no las hay.

Gabriel: Álvaro lleva razón, en ningún momento te ha nombrado, Daniel.

Melissa: O sea, que hay más personas con su mismo poder...

Daniel: Parece ser que sí.

Melissa: Tengo miedo.

Gabriel: ¿¡Tú!? ¿Desde cuándo? Hermanita, sabes demasiado bien que te considero una gran referente, por absolutamente todo, pero destacando más tu valentía y fuerza. Por mucho que te haya tocado vivir una situación así no hace ni cinco minutos, tanto tú como yo somos conscientes de que ésta no te va a causar ningún daño, y mucho menos va a afectar a una personalidad tan única como la tuya.

Melissa: Lo sé, hermanito, pero cómo quieres que esté ahora... Tengo un mal presentimiento.

Daniel: No te preocupes, no te va a pasar nada, ni a ti ni a nadie. – La besa en la frente –

Álvaro: Pues la verdad es que lleva razón. Y la persona que tiene tu mismo poder, Daniel, es familiar de Jack.

Gabriel: Lo que nos faltaba...

Daniel: Mantengamos la tranquilidad.

Melissa: Supongo que será lo mejor.

– Dicho esto, van al salón y se lo cuentan a los demás –

Una Razón Por Cual Vivir - Encadenada Al Tiempo (#1)  #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora