Me encuentro concentrada mirando la televisión, veo uno de los partidos más importantes de mi equipo favorito de baloncesto, mi nerviosismo aumenta cuando algún jugador del equipo contrario se acerca a nuestro aro, mi estómago se retuerce cuando algún jugador de mi equipo, pierde su jugada, no podía evitar saltar por toda la casa como una loca, pero mientras lo hacía, alguien produjo un sonido tocando la puerta de mi casa, rápidamente me dirigí a ver quién era el que se atrevía a molestarme en un momento así, al abrir la puerta me lleve una sorpresa al darme cuenta quien era:
-Hola _(tn)- dijo la armoniosa voz de Austin
-Hola-
-Ehm... mira sé que estas ocupada, yo también estaba viendo el partido-
-entonces por qué viniste ahora?- dije entre risas
-porque necesitaba hablar contigo, algo muy urgente como el partido
-Austin, estoy ocupadísima, pero si quieres pasa y me esperas- Austin solo asintió y entro a mi casa, lo empuje por la espalda para que aumentara su velocidad y lo dirigí al salón central donde una gran televisión adornaba mi salón, al llegar me tumbe en el sofá y plante mis ojos nuevamente en la televisión, Austin hace un día me había dicho que amaba a Los Lakers igual que yo y me pareció lo más genial de todo el mundo mundial, Austin se tumbó al igual que yo en uno de los sillones, y tomo una postura cómoda para él, para luego posar sus ojos en el esperado partido, me costaba aceptarlo pero veo a Austin como un amigo, ha sido amable conmigo y he tomado mucha confianza en tan poco tiempo con él, nunca había entrado a un hombre a mi casa, pero el por alguna razón me entregaba seguridad, cada vez mi nerviosismo aumentaba y note que el de Austin también, se comía las uñas y tomaba su cabello frustrado cada vez que el equipo se perdía una jugada, hasta que por fin la felicidad de ambos se hizo extrema cuando el condenado equipo encesto una jugada de 3 puntos, desde fuera del área, de un salto brinque de mi sillón y comencé a chillar como una niña, Austin se levantó de sus sofá y me sonrió para luego venir donde mi para poder abrazarme, levantarme y darme un giro para luego volver a dejarme en el suelo, y así paso el partido, más le valía ganar a esos malditos, llegaron a la final, este es su último partido y tengo que ir a verlo, pero para mí mala suerte las entradas se venden mañana a las 10 de la mañana justo cuando tengo que ir a buscar mis materias para poder estudiar los exámenes y poder terminar mi carrera, no sabría que podría hacer, el partido seria en dos días, mi última esperanza era Austin, Lo obligaría a ir a comprarme un entrada, le pasaría dinero o no sé, le pagaría de mas, por lo que paso ayer me debe uno, y muy grande, mi felicidad era inmensa, habían llegado a la gran final, con una sonrisa le ofrecí a Austin agua, para yo tomar una cerveza de la nevera, me senté frente a él, lo mire fijamente a sus ojos, pero él no despegaba su mirada de la lata de cerveza, así que rápidamente le dije:
- no la mires así ya que no quiero que veas más una de estas- dije dando un sorbo de ella
-si no quieres que pase eso porque bebes frente a mí?- dijo incrédulo
-por qué esta será la primera cosa que debes hacer para dejarlo, yo te ayudare a olvidarte de esto y lo primero que debes hacer es tener fuerza de voluntad- dije dando otro sorbo, pude ver como su mirada se volvía deseosa
-_(tn) eso se me será imposible y tú lo sabes, probablemente si no te detienes te terminare golpeando, te dejare en el suelo y me beberé tu cerveza-
-te recuerdo que fui a una clase de karate-
-oh si claro que miedo _(tn)- dijo con una vocecita irónica que hizo que los dos riéramos de una vez, cuando me acabe la cerveza di un suspiro alentador :
-necesito un favor- dije acomodándome en el sillón
-primero yo necesito decirte algo muy importante-
-cuéntame- dije inclinándome hacia adelante para hacerle saber que le prestaba atención
-lo que pasa es que... seré breve... venía a pedirte perdón, por lo de ayer, sé que fui un idiota y que no debí quitarte de tu tiempo, pero gracias por cuidar de mí, eres un gran persona-
-me sorprende que una persona con poco cerebro como tu recuerde lo que sucedió y sobre todo estando en tu condición-
-hay muchas cosas que te sorprenderán de mí, ya que eres un mujer súper sorprendible- dijo irónico-
-ya que gracioso estas hoy, creo que lo bueno que me dejaste que dormí bien contigo, aunque debo aceptar que fue incomodo dormir con un borracho pero, estuvo bien-
-Igual, por algo te quedaste ahí y no te fuiste, no?- Dijo Austin con un tono de voz divertido, abrí mis ojos y comencé a ponerme nerviosa porque si, tenía la razón, aun no entiendo por qué no me largue de ahí pero como una idiota me quede ahí, Austin vio que estaba en otro lugar con mis pensamientos y parece sacarme de ellos dijo:
-A qué hora te viniste a tu casa?-
-me levante a las 7:30 de la mañana y tuve que venirme con un camisa tuya ya que mi pollera aun esta en tu casa con tu agradable aroma a lavanda- reí
-sí, lo note tomaste mi camisa favorita-
-bueno da igual, tienes suficiente dinero para comprarte otra- dije levantándome de mi asiento en busca de algo para comer, al volver me senté nuevamente y comencé a devorar un pedazo de pizza que llevaba solo horas ahí, Austin me miro y estiro su mano en señal de que debía darle, pero no lo hice y seguí con lo mío, se acercó a mí y de un tirón me arrebato la pizza de las manos para comérsela de un mordisco, mi seño se frunció y proteste:
-que idiota eres, porque no compras tu pizza?-
-soy tu invitado atiéndeme- dije lamiendo las salsa que había quedado en sus dedos
-idiota-
-egoísta-
-cerdo comilón-
-loca frenética-
Austin se levanto y se dirigió donde mí con una mirada desafiante, rápidamente capte lo que tramaba así que yo de un salto me levante y eche a correr por los enormes pasillos de la casa sin dejar que Austin me atrapara, luego de unos minutos para mi mala suerte me atrapo en el patio trasero, me agarro con tanta fuerza que los dos caímos al pasto, al estar acostados uno al lado del otro di un gran suspiro y con mi puño cerrado le di duro en su hombro, él no se dejó estar me devolvió el golpe, pero yo se lo devolví aún más fuerte, con una patada en pierna pude ver como se quejaba del dolor, antes de que pudiera hacer algo más me levente y me aleje de él, un sonido me distrajo, volví mi mirada embobada a donde provenía ya que me parecía muy armonioso ahí fue cuando Austin aprovecho la oportunidad y me agarro fuerte de la cintura para luego levantarme y dejarme delicadamente en el pasto, comencé a patalear para que me soltara pero no lo hizo, se sentó arriba mío con sus piernas abiertas para poder calmarme, mis respiración agitada se hizo evidente luego de correr mucho trate de calmarme cuando él me dijo:
-escúchame loca, cálmate, no quiero pelear más contigo porque te debo una así que ahora hare algo que te hará amarme como nunca antes- dijo con un tono de voz triunfador
-eso jamás pasara idiota-
-Claro que sí, mira...