SONG-FIC.

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Una noche.

Una maldita noche fue suficiente para saber que ella era la mujer para mí, por supuesto, ella seria como el agua en mis manos. Se escurriría fácilmente de mí, podía notar que quizás no sea la mujer perfecta para todos, pero ésa noche ella se convirtió en todo. Maldición.

Cierro mis ojos con fuerza, pensar en ella provocaba cosas indecorosas en mí y siendo sincero debía centrarme en cosas más importantes. Traté de hacer a un lado mis pensamientos y decidí concentrarme en algo más, tenía unos informes que entregarle a Erwin y mis pensamientos me estaban haciendo perder el tiempo.

Hace una semana.

—Capitán... —su voz, su voz comenzaba a irritarme. Además del horrible dolor en mi cabeza, aún no sabía con certeza lo que había pasado—. Debe despertar, nos deben estar buscando.

Oigo sus movimientos, pero mi cuerpo parece estar inmovilizado como para responderle lo irrespetuosa que estaba siendo al irritarme. Algo se rasga y trato de abrir mis ojos, pero parece inútil. Escucho las groserías que estaban saliendo de su boca, y sus pisadas en la tierra, que desagradable, podía intuir que estaba en el suelo junto a miles de baterías. Siento algo frío en mi cabeza ¿es agua? ¿que diablos estaba haciendo esa mocosa? Me esfuerzo por abrir mis ojos, logro hacerlo con lentitud adaptándome a lo que había a mi alrededor. Sin embargo, lo único que puedo ver son pechos frente a mí...

¿QUÉ DIABLOS?

—¿Ackerman? —Gruñí, esperando a que se quitase, pero mi voz sonaba rasposa.

Me ignora y envuelve algo en mi cabeza, su roce provoca un ardor. Me quejó brevemente y por fin logro llamar su atención, me deja con cuidado en algo suave.

—Por fin despierta —dice toscamente—. Debemos retirarnos en cuanto deje de sangrar.

Miro su aspecto, su barbilla estaba roja con un raspón haciendo presencia. Su labio estaba roto, y algunas partes de su cuerpo estaban llenas de tierra, me llamo la atención de que no estaba usando su chaqueta, y su blusa esta rasgada de las mangas. Pero hay algo que llama en especial atención, no llevaba puesta esa bufanda roja.
Hago trabajar mi mente con rapidez, recordando qué había pasado exactamente, pero forzar mis recuerdos provocaba una oleada de dolor en mi cabeza.

—Habían titanes, demasiados, cuando Eren se convirtió todos los titanes fueron a él —habla ella, colocandose su chaqueta nuevamente—. Fue algo que no vimos venir, aunque ya una vez habiamos visto que trataban de comerse a Eren, creo que hasta hoy supimos que los titanes como Eren atraen a más titanes, y se olvidan de nosotros.

—¿Puedes avanzar y decirme como acabe en esta repugnable situación? —digo cortando su historia, necesitaba ir al grano.

—Me apresure a matar a los titanes que estaban tratando de comerse a Eren —sigue, como si no me hubiese escuchado. Maldita Mocosa—. Te uniste y apartaste a todos los que estuviesen en la nuca de él, sacaste a Eren de allí, pensamos que todo estaba resuelto... Entonces un titan me tomó, me había tomado del pie y me coloco de cabeza. Nuevamente te vi intervenir y ayudarme a no morir, pero aún así los titanes dejaron de fijarse en el cuerpo titan de Eren, ya se había evaporado.

»—Se centraron en nosotros y cuando giré a ver: todos se habían ido, tuvieron que haber recibido alguna orden suya para que se fueran —dice mirándome sin ganas, parecía cansada, pero aun así se mantuvo firme—. Eran demasiados, pero aún así nos dedicamos a destruirlos, sin embargo, nuestras cuchillas se acabaron. La única manera de salir de allí, fue escapando dentro del bosque, logramos huir de ellos, el peor problema fue que nos encontramos con  un titan algo especial. Al vernos no se dirigió a nuestros cuerpos, simplemente se dirigió a los cables del equipo... no hizo caer, usted sufrió un golpe en la cabeza. Pensé que había muerto, pero al escuchar su respiración me dispuse a traerlo a esta cueva a rastras. Fue difícil con el titan persiguiéndonos, creo que fue un milagro haber encontrado esto.

Mundos Paralelos (SEMANA RIVAMIKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora