10~ 🔥 Un ángel llora

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WADE

Nunca había peleado para perder, al menos no de una manera como esta que simplemente no tiene sentido. En el segundo en que la dejé ir ella sólo salió huyendo como si de verdad hubiese estado temiendo por su vida, lo que en el fondo me destruye. Preocuparme no tiene caso puesto que ella deseaba irse y cansado de lamentarme por mi pésimo comportamiento decido hacer algo de trabajo. Le he dejado encima a Chase toda la investigación que nos da un sentido para estar en la tierra y me siento como un hermano miserable, pero el sentimiento se va al ver las notas de mi hermano en la mesa de la sala, todo sigue intacto desde ayer en la mañana cuando salimos, al parecer no soy el único distraído del trabajo. Niego con la cabeza porque sé que él no es así, su compromiso principal siempre es con la venganza que nos autoimpusimos cuando salimos del infierno cargando una larga lista de favores pendientes, pero ahora yo no puedo meter mis narices en la venganza, al menos no hasta que sea el momento adecuado.

-Wade -dice una voz desde afuera de la puerta entreabierta, asiento con la cabeza y el demonio entra. Es un chico de unos 15 años pero es más peligroso que mi hermano y yo juntos, la diferencia es que este pobre chico trabaja para mi, estamos vinculados por sangre y ahora debe hacer lo que le pida o tendrá migrañas que le harán desear su muerte y la de todos a su alrededor.

- ¿Tienes algo para mí o para Chase?

-Creo que para ambos -dice entrando a la sala que cruza rápidamente, me da una vieja foto y se aleja unos cuantos pasos. Todo por aquella vez que casi le rompo el cuello creo que siempre me temerá, es una pena.

Sonrío burlón pero me quedo en blanco al ver a la chica de la foto, si este maldito chico tiene razón esa jovencita es la solución para los problemas que Chase y yo venimos arrastrando desde hace años.

- ¿Sabes su nombre?

El chico niega, sus ojos parecen atemorizados mientras cruza su mirada con la mía pero después da un salto como si recién recordara el papel doblado que saca de su bolsillo y que me entrega velozmente.

-Es la dirección de la chica y ella... -dice mirando a todas partes-...también se junta con demonios, en especifico una chica demoniaca que se pasa los días vigilando un viejo orfanato, me da escalofríos.

Pongo mi mano en su hombro mientras sonrío ampliamente, la partida de Jade al menos ha podido ser camuflada en mi mente por estos datos tan necesarios y oportunos.

-Vamos Liam, eres un demonio fuerte y poderoso ligado a otro demonio todavía más poderoso, ¿Qué tienes que temer? Solo sigue vigilando y trata de no meterte en problemas.

El chico de mirada sincera y ojos cafés asiente sabiendo que esas palabras son su permiso de salida, se marcha sin decir nada yendo seguramente con su novio el ángel que he querido conocer durante semanas, pero que Liam mantiene oculto de nosotros por temor a un castigo. Es lo que nos pasa a los demonios, con el tiempo nos volvemos paranoicos y después se convierte en violencia, somos tan impredecibles que por culpa del miedo logramos dejar una matanza por donde pasamos, pero también está la regla central en todo esto; los demonios y ángeles no pueden amarse, está prohibido y los castigos por el crimen hacen que cualquiera tema con desespero por su destino.

Tomo mi abrigo para ir en busca de mi hermano, si no me equivoco debe estar en el edificio MADISON en Crown Street donde se puede pasar las horas viendo al horizonte, concentrado en escuchar o en oler a algún demonio en particular. Es un trabajo que me resulta repugnante pero alguien debe hacerlo y prefiero que sea él.

Tomo un atajo por St. James Street cortando espacio por los callejones que me permiten ir más rápido y que debo usar aunque huelan a moho y a abandono. De reojo capto un movimiento de personas a unas tres cuadras de donde estoy, parecen estar aterrados por algo en ese callejón en particular y entonces me detengo debatiéndome en si ir a asomarme o en si debo seguir mi camino. Me recuerdo que a pesar de ser una ciudad antigua, tranquila y amena a veces los locos se sueltan y alguno que otro cadáver puede ser dejado a la misericordia del clima en una esquina solitaria. Niego un par de veces al ver a un viejo hombre arrastrando una de sus piernas por la acera opuesta, cruza su mirada oscura con la mía y en ese instante echa a correr sobre sus tambaleantes pero podridas piernas.

-A la mierda -digo viendo como el demonio inferior corre lejos y me acerco a donde están las personas creando drama sobre alguna cosa. Me abro paso entre los mirones que no me notan en absoluto, solo miran a una chica que sangra en el suelo, está tan consciente como puede, tanto como para esconder sus alas de los ojos humanos pero cuando me mira un destello blanco aflora a su alrededor. Niego algo asustado y me acerco a ella. La cargo en brazos y salgo de entre la gente que me dice que debo esperar por la ambulancia pero los ignoro como ellos hicieron conmigo hace un instante.

- ¿Cómo te pasó esto?

-Yo...no lo sé -dice el ángel que apenas consigue mantener los ojos abiertos y sus alas ocultas van dejando un líquido caliente en contacto con mis brazos que la sostienen tan delicadamente como pueden.

-Jade, lo siento -digo con tono entre cortado y antes de que ella pueda responder salto hasta una azotea, luego empiezo a correr con ella en mis brazos tratando de no quejarse pero sé que mis rápidos movimientos le provocan más dolor del necesario.

Me lamento de mi forma de haber sido con ella desde la mañana cuando mis impulsos me habían empujado a ponerla en peligro, pero lo que pensé que yo le haría otro demonio lo había conseguido y eso me ponía en un nivel de histeria que no sabía cómo controlar. Al llegar de regreso a casa veo que el edificio sigue estando tan solitario como cuando lo dejé hace unos minutos, pero luego un quejido de Jade me hace regresar a la realidad donde ella está herida y sangrando por algo que de una u otra forma es mi culpa.

-Déjame ayudarte.

-O mátame de una vez -dice ella y luego tose con dificultad. Sus palabras me golpean internamente pero no respondo nada, solo voy corriendo al baño de donde saco vendajes y un botiquín que Chase tiene en caso de que alguno de los dos llegue a casa con una herida similar. La acomodo de costado en el sofá y le saco su blusa con cuidado de no jalar su piel que se ha pegado con la tela.

- ¿Quién fue?

-Un demonio en el cuerpo de un anciano -ella grita cuando pongo un liquido que se supone debe limpiar su herida, pero cuando la sangre se lava la herida se llena de nuevo del liquido rojo que le hace temblar más. Jade no parece notarlo pero se está desangrando contra el sofá. Mis manos se mueven tan rápido como pueden tratando de suturar sus heridas, son unas ocho puñaladas entre sus alas y varias más dispersas sobre estas, dan ganas de gritar tan solo por ver el desastre de piel, cortes y sangre que le han dejado en sus alas antes perfectas.

-Lo siento preciosa, esto es mi culpa -logro decirle aunque ella parece estar luchando por no gritar como sus muecas indican que desea hacerlo. Me apuro en suturar sus heridas, a vendarlas y a tratarla con la debida benevolencia que ella merece. Cuando creo terminar ella se acomoda boca abajo en el sofá abrazando una almohada, me mira de reojo y puedo ver que llora, mi ángel herido llora y no tengo idea de que decirle.


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¡Gracias por leer!

Pssst... el voto, we que no se te olvide si te gustó el cap :3

New Haven|| °PAUSADA° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora