seis

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Hoy era la segunda fiesta del mes, y adivinen quien la organizaba, sí. The penetrators.

William había invitado a Debby, y le había dicho que nosotras también podíamos ir.

Me gustaba la idea de tener una cierta "cercanía" a ellos, pero a la vez me aterraba. Ellos eran parte del russ más popular de último año, y por ende, tenían más atención.

- iremos, ¿cierto? - preguntó Assa.

- claro que iremos - contestó Debby - no dejaré pasar la oportunidad de estar con William y ganarles - sonrió.

- ¿a qué hora es? - pregunté.

- a las 7 - respondió Astrid.

- llegaré a las 9 - dije - Nia llega hoy, y tengo que estar con ella hasta que duerma - ellas asintieron. Me alejé para ir por un refresco a la máquina.

- ¿tu mamá estará hoy? - preguntó Debby. Asentí con la cabeza - no quieres que se quede con ella, ¿cierto?

- no quiero que la vea tomar - tomé un sorbo de mi sprite - no quiero que arruine su vida como yo - suspiré.

- cariño, tú no has arruinado tu vida - me agarró el hombro - jamás lo has hecho.

No culpaba a mamá de mis errores o vicios, porque al final de cuentas, fui yo quien decidió tomar ese camino. Pero no permitiría que mi hermanita viera lo que yo vi, y mucho menos que viviera lo que yo.

No dejaría que viera hombres diferentes entrar y salir de casa, o a mamá borracha, o siendo humillada.

...

- ¡Ellie! ¡Te extrañé! - exclamó Nia una vez que me vio entrar a casa. La abracé.

- ¿dónde está John? - pregunté.

- papi me dejó y se fue - se alzó de hombros - tenía que ir a trabajar.

- ¿tienes sueño? - cambié de tema. Ella asintió bostezando - vayamos a que duermas.

Después de cobijarla y taparla, deposité un beso en su frente. Ella sonrió.

- ¿puedo dormir con mamá? - preguntó abrazando su peluche.

" ¿cómo le explico que mamá probablemente esté borracha? " pensé.

- iré a verla, y te diré si puedes ir, ¿vale? - asintió.

Me dirigí al cuarto de mi mamá y todo se escuchaba tranquilo, así que entré.

Estaba dormida, sin ningún rastro de borrachera.

- Nia quiere dormir contigo, ¿qué le digo? - dije sentándome en su cama. Ella se movió.

- dile que si - bostezó - hace mucho que no duermo con ninguna de ustedes - me miró - te extraño, Ellie - acarició mi mejilla.

- le iré a decir - evadí el tema - saldré con las chicas, y me quedaré en casa de Debby - ella asintió.

Después de esa corta charla con mamá, fui por Nia a su cuarto, y la llevé al de mamá. Ella estaba feliz.

Admito que extrañaba a mamá, pero era un tanto difícil para mí poder olvidar todo el pasado.

...

- ahí está Chris - dijo o más bien gritó Assa.

- ¿y? - pregunté tomando un sorbo de mi vaso.

- ¿la apuesta? - preguntó.

- mmh cierto - la miré - más al rato - me alcé de hombros. Ella sonrió negando.

Realmente no me importaba cumplir esa apuesta, puesto que sabía que no lo lograría. The penetrators tenían una finta, y no creo que su nombre sea de envano.

Como quiera, ya había puesto mi mirada en un chico castaño, realmente guapo. Quería hablarle, pero esperaría a que él lo hiciera primero, estaba segura de que no tardaría mucho.

- hey - saludó el chico castaño.

Gracias Dios.

- hola - sonreí.

- ¿cómo te llamas? - preguntó tomando de su vaso.

- Ellie , ¿tú? - hice lo mismo.

- Taylor - sonrió - ¿has venido sola o con alguien?

- define "alguien" - hice comillas.

- bueno, está éste chico a tu lado izquierdo, que nos está mirando desde hace tiempo - volteó disimuladamente - y creo que me está matando con la mirada - reímos.

Me giré disimuladamente hacia el lado izquierdo y vi a Chris, quien efectivamente nos miraba y estaba casi matando a taylor con la mirada, ¿acaso no entendió que solo fue algo de una fiesta?

- ¿cuántos años tienes? - evadí el tema de Chris.

- 20 - respondió - ¿tú?

- si tienes 20, ¿qué haces en una fiesta de preparatoria? - cuestioné - 17.

- me han invitado - alzó sus hombros - 17 años , vaya, estás huyendo de la inocencia - soltó una carcajada.

- tonto - sonreí.

- eres bastante caliente - me tomó de la cintura.

- creo que te amo - sonreí poniendo mis manos en su cuello.

- las chicas de tu edad nunca quieren decir lo que dicen - dicho esto, nos besamos.

Girls your age  :  chris schistad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora