S E I S .

102 12 1
                                    

DAMIEN.

Me levanté muy temprano y decidí ir a correr.

Cuando llevaba algunas cuadras la vi salir de una casa cerca de la mía, ¿cómo es posible que nunca en mi vida la haya visto? Vive muy cerca de mí.

Ella iba por delante de mí, como a unos ocho pasos aproximadamente, me coloqué a su lado pero nunca se fijo para ver quién era.

Un día de estos la van a robar y ni cuenta se va a dar, pensé

Yo solo le seguí el paso, ya al cabo de unas 3 manzanas, veo como ella sostiene su cabeza, yo la miro expectante y le pregunto que le pasa, ella no me responde, sólo veo su cuerpo caer a mi lado, pero antes de que su cuerpo se desplome por completo la tomo entre mis brazos, gracias al cielo en ese momento aparece un taxi, lo detengo y  pido que me lleve al hospital.

Al llegar tomo nuevamente a la castaña en brazos, y nos adentramos, grito pidiendo ayuda: 

-¡DOCTOR, DOCTOR, AQUÍ HAY UNA EMERGENCIA! -grite con voz de niñita asustada debido a la desesperación.

Los médicos me decían que me calmara, pero no podía porque soy muy propenso a alterarme ante emergencias médicas, sencillas, pero médicas.

Los enfermeros trajeron una camilla, la acostaron con sumo cuidado, ya que yo se los pedí debido a mi pánico.

Una enfermera llegó a mi lado y me entregó un vaso con agua y un calmante. La miré extraño, se lo agradecí y se fue.

No sabía que hacer en una situación como esta

Me planteé dos opciones:

1. Sentarme y esperar a que saliera el doctor 

2. Llamar a uno de sus familiares.

Un momento. 

No tenía el número de algún familiar. Ni siquiera tenía su número.

No tenía de otra; Tendría que sentarme a esperar al doctor.

•••

20 minutos después, salió el doctor, y me dijo que se encontraba en perfecto estado que sólo fue estrés emocional, y por lo tanto Jade no requería de otros estudios. 

Me tranquilicé ya que no había sido algo de gran magnitud, ahora solo me quedaba esperar a que despertara, y poder llevarla a su casa.

Llamé a Gaël y le dije que por favor trajera mi auto al hospital, se preocupó y me preguntó que qué había ocurrido, le respondí que no había sucedido nada, que solo auxilié a una amiga.

Diez minutos después él llego con mi auto, se lo agradecí, le llamé un taxi y volvió a su casa.

Apareció un enfermero para avisarme que Jade había despertado.

Fui a la habitación en la que se encontraba, me miró, frunció el ceño, y preguntó: 

-¿Qué hago y qué haces tú aquí?  

Le conté lo que había ocurrido y  lo único que dijo fue un simple y tajante "ah".

-Ya te dieron de alta, podemos retirarnos. 

Ella asintió, y yo llamé a un enfermero.

Cinco minutos después estábamos de camino a su casa, en el transcurso del viaje la situación era un tanto incómoda ya que no teníamos ningún tema en común. 

¿Qué le puedo decir?

Oh Jade, eres tan hermosa, no, no me salen los piropos

Hey nena, ¿te gusta el pan?  Muy desesperado.

Argh, es tan difícil.

-Hey Jade, ¿vives con tus padres?

-Si no te importa no me preguntes.

Bien hecho Damien, bien hecho.

¿Por qué nunca estás de mi lado, estúpida?

¿Será porque siempre la cagas, idiota?

Es un buen punto.

-Oh vaya, lo siento. No quise incomodarte.

-Si no preguntas no incomodas.

-Ah... ok.

Nota mental: no trates de sacarle tema de conversación a Jade. 

Lo que quedaba del viaje fue silencioso, súper incómodo. 

Llegamos a su casa, bajo y se fue sin despedirse.

Qué maleducada es.

Shhh.

Arranqué rumbo a mi casa. 

Llegué y me encontré con Alan.

-Hey Damien.

-¿Qué quieres?

-Mamá salió con papá a cenar.

-¿Entonces?

-Dijo que pidieras pizza.

-Pídela tú.

Me miró con indignación, poniendo una mano en su pecho y abriendo la boca.

Fruncí el ceño en su dirección, rodé los ojos, y corrí escaleras arriba.

Hoy ha sido un día largo y... extraño.

ĖNIGMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora