ĖNIGME

D O C E .

JADE.

Me desperté por el sonido del despertador, di la vuelta y lo apagué.

 Gracias a Dios nos dieron el día libre, hoy es viernes libre.

Me senté en mi cama, sonreí recordando todo lo de ayer. ¡Jesús!

Luego recordé que tengo que ir a comprar la comida de la semana.

Entré al baño, hice mis necesidades, me duché, me enrollé en una toalla, y salí a vestirme; Me coloqué una blusa negra descubierta a los hombros, junto con un pantalón blanco y mis vans negras.

Salí en busca de mi hermano, lo encontré abajo viendo televisión, le dije para donde me dirigía y me dijo que me acompañaría.

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Habíamos llegado hace rato, estábamos en la caja registradora, llevábamos dos carros repletos de comida. Pagamos y salimos de ahí con muchísimas bolsas en las manos, las metimos al auto y emprendimos viaje al centro comercial, íbamos a comprarle ropa a mi amiga André.

Llegamos y entramos a una tienda en la cual yo solía comprar, vendían ropa tanto de mujer como de hombres pecho peludo como mi querida y bella amiga André.

Me senté en uno de los puf que había en el lugar, mi hermano se metió a uno de los tantos probadores con mucha ropa en los brazos, salió con un pantalón color café y un sweater color azul, lo miré con asco, él sólo se limitó a encogerse de hombros, luego, salió con un pantalón rojo y una franela verde. Le dije que parecía que la navidad fuera escupido en él, me miró mal. Me pregunto que si estaba de su lado o en su contra. Me reí.

Aquí entraba yo, lo único que le lleve fue una camiseta gris, un pantalón negro, una chaqueta negra y unos zapatos negros. el color negro le quedaba muy bien. Sabía que le iba a gustar cuando se mirara en el espejo.

Salió del probador y wow.

-Jade, parezco el señor de la noche. -Al instante solté una carcajada, lo que dijo me hizo recordar a la canción de Don Omar.

-Te ves genial, mírate en un espejo.

Caminó en dirección al espejo, se miró con detenimiento y abrió la boca. Sonreí con altivez.

Me miró y me abrazó. Me agradeció, y fuimos a otra tienda, tenía que comprar para mí también, hoy tenía la cita con Damien.

Entramos a otra tienda, digo otra, porque ya habíamos entrado a todas las tiendas del centro comercial y no me había gustado nada aún, nos quedaba una, entramos y me probé casi media tienda, me tiré en una silla, cansada, derrotada y rendida de no encontrar nada. André se acercó a mí, con un vestido en manos. Me ordenó que entrara al probador, entré un poco triste ya me había probado mil atuendos y ninguno me había gustado, me lo puse, y salí con pereza de allí, estaba muy cansada.

André rodó los ojos y me llevó frente al espejo.

Quedé sorprendida, me veía hermosa. 

Era un vestido largo, rojo, con una abertura de lado, que iba desde mi muslo hasta donde terminaba dicho vestido, era hermoso, resaltaba todas mis curvas. Lo abracé y le di las gracias hasta más no poder. Salimos de la tienda, estábamos muriéndonos de hambre, fuimos a un Mc'Donalds que estaba ahí mismo en el centro comercial, comimos, pagamos y nos fuimos.

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Al llegar a la casa, bajamos todo, desde bolsas de comida hasta bolsas de ropa y zapatos.

Cansados, nos tiramos en el sofá de la sala.

-¿A que hora es tu cena? -Le pregunté a André.

-7:15 p.m.  ¿y tu cita? 

-Igual, ¿que hora es? 

-3:20, hermana.

simplemente asentí y me dispuse a levantarme pero justo en ese momento mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo trasero; pesadamente me dispongo a contestar.

-¿si? ¿Diga?- pregunto de manera cortante.

-¿QUIEN TE CREES PARA CONTESTARME ASÍ? Me debes respeto, niña- me gritan desde el otro lado.

-¿Que pasa Bruno?- le respondo con altivez.

Mi apreciado jefe solamente se dispone a suspirar y dice :

-Querida Énigme, tengo que informarte que esta noche tienes trabajo.

-Esta noche no puedo Bruno, ya tengo planes.- le digo calmada para que pueda ceder, ya que Bruno puede llegar a ser una buena persona.

- No me importa si tienes planes o no, ni que te estuviera pidiendo un favor. ¡ES UNA MALDITA ORDEN! la cumples quieras o no- me contesta agresivamente. 

Creo que uno no esta dispuesto a ser una buena persona. ¿Que estará pasando?

-Esta bien, ¿A que hora?- le respondo ya agotada de su actitud.

-Dentro de 20 minutos te quiero en mi oficina y ni se te ocurra falta porque hago que una bala haga explotar tu cabeza en millones de pedazos Jade, tu mejor que nadie me conoces y sabes que no ando con juegos- me dice tratando de intimidarme pero solo estallo en carcajadas y le digo con una voz fría y espeluznante:

- No trates de amenazarme Bruno que tu también sabes como soy,  tampoco ando con juego, y antes de que me hagas explotar la cabeza te puedes llegar a encontrar a tres metros sobre tierra, pero iré y no es porque te tenga miedo, si no porque es mi trabajo, Imbécil.

-Veo que aprendiste del mejor, te veo en 30 minutos, Jade. - me contesta de manera burlesca.

- Para ti soy Énigme- y cuelgo la llamada, para salir corriendo a mi habitación.

¿Y ahora como hago?

¿Que le digo a Damien?