Capítulo 7

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Jesús

—Así me llamo –contesta mirándome con esos ojos cafés iguales a los míos.

La sostengo la mirada a los ojos y lentamente la muevo a sus labios y su escote.

—No está mal –sonrío divertido.

—¿El qué no está mal, su nombre o su escote? –ríe Emily intentando dejarme incómodo, lástima que no me conozca.

—Las dos cosas –sonrío de lado acomodándome en el sofá.

—Guarro –protesta Cloe apartando la mirada y subiéndose el mono para que no se le vea tanto el escote.

Suelto una risa lo que provoca que haga una mueca.

Creo que voy a tener una nueva distracción.

Daniel

Mi estómago está apunto de rugir y me levanto mirando a los demás.

—Voy a la cocina a traer algo de comida.

—Yo te acompaño –se levanta Cloe en cuanto acabo la frase y se sitúa a mi lado guiñándome un ojo sin que los demás se den cuenta. Frunzo el ceño y camino a la cocina con ella siguiéndome por detrás.

Entramos en la cocina y cierra la puerta.

—¿Qué pasa? –pregunto abriendo la nevera y sacando los ingredientes necesarios para hacer crepes para todos.

—Estaba incómoda –bufa sentándose en una silla de la mesa de la cocina.

—Por mi hermano, ¿verdad? –pregunto sabiéndome la respuesta.

—Si... Y yo que pensaba que no lo volvería a ver... –suspira– ¿Quieres que te ayude?

Niego con la cabeza y vuelvo a preguntarle intrigado.

—¿Cómo os conocisteis?

—Hace dos días, en una discoteca... Y luego ayer, mientras paseaba a mi perro –resume encogiendo los hombros– es un borde.

—Tuvo una mala racha... –Acabo de hacer las crepes y pongo dos para cada uno en diferentes platos y las envuelvo de Nutella.

 –Acabo de hacer las crepes y pongo dos para cada uno en diferentes platos y las envuelvo de Nutella

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—No quiero meterme en el tema... ¿Pero que pasó? –se muerde el labio intentando no cagarla. Tan yo.

—Sería mejor que te lo contara él, si seguís hablandoos claro –río.

Mil sentimientos antónimos y sólo uno que nos une. | GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora