열다섯 ⇁ blood.

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a c t u a l i d a d.


Acercó sin esfuerzo su mano y entrelazó sus dedos con los de él, estaba tibio, aquello le relajo.
La distancia de sus camillas era poca, tuvo que rogarle minutos que parecieron infiernos a la enfermera para que esta cediera, con la condición de que si llegaba el doctor, Jimin se excusara.

Yoongi, estaba mal, muy mal.
Aparte de tener demasiada droga inyectada en el cuerpo, quien le ataco, había hecho cuatro dolorosas puñaladas que no estuvieron a la vista de Jimin, él solo vio la quinta, cuando bajo de las escaleras, y entendió que si Yoongi no comenzó a gritar antes, fue por efecto de la droga.

Su brazo fatigado dio señales de dolor, soltó un quejido y regreso boca arriba a su lugar, acomodandose de manera en que los múltiples golpes que recibió no hicieran roce con la áspera tela de las sabanas de hospital, tarde, volvió a quejarse y sentía que la cabeza le palpitaba, tenía tres puntos arriba de la ceja izquierda que se sentían aún como si la herida estuviera abierta.

- ¿No crees que fue un error? -Escuchó una voz pero no enfocó bien la vista.- Jimin, te estoy hablando.

- Tae. -Susurró y volteo lentamente la cara hasta la silla al lado de su camilla donde el mencionado estaba sentado.

En sus piernas dormía una preciosa niña de largos cabellos oscuros y que cuando hacia gestos durante el sueño, sus mejillas de inmediato ubicaban dos notorios hoyuelos a cada lado de sus mejillas. Jimin suspiró más tranquilo, era la hermana de Namjoon sana y salva.

- Lo se. -Continuó al tema.- Pero era el único hospital más cerca y que nos daría una buena atención. -Trago saliva, pasando el nudo de tristeza que empezaba a formarse.- Lo siento, de verdad.

- No es que te culpemos, solo que es arriesgado. -Taehyung acarició la naricita de la menor que sostenía, estaba dando signos de despertar.- Jin no deberá saber nada.

- ¿Crees que podamos ocultarlo tanto tiempo? -Se preocupo.- Yoongi tiene para al menos tres meses aquí, sus defensas son débiles y no pienso descuidarme.

Tae suspiro con una sonrisa, la niña había abierto los ojitos y pestañeaba curiosa de no despertar en la misma habitación que siempre, así que se acurrucó contra el pecho de V para seguir durmiendo pero este no se lo permitió.

- Hey, Hey, pequeña... -Repartio besitos por sus abultadas mejillas y se escucharon un par de risitas infantiles.- Tío Jimin esta aquí.

- Io, io, ¡imin! -Balbuceo la menor, abriendo rápidamente los ojos y estirando sus cortos bracitos hacia el chico en la camilla que la observaba sonriente.

Sin embargo, la niña desistió al ver todas las heridas que tenía Jimin en el rostro, más las vendas que cubrían sus brazos.

- Bueno. -Tae dejo a la menor caminar libremente cuando escuchó y atendió como Hoseok entraba a la habitación.- Ire al tercer piso.

- ¿Le contaras esto?

- No. -Taehyung sonrió.- Solo le diré que te enfermaste o algo así.

- Gracias...

• • •

Tres meses pasan volando, dicen. Y no es de menos, Jin ha seguido en su vida tal y como se lo planeo desde que decidió olvidar a ese precioso moreno de notorios hoyuelos.
Su prometida muestra una leve pancita abultada, se ve adorable, reconoce internamente. Pero también ha estado al conste de que no sabrá como reaccionar cuando la criatura nazca, se siente incorrecto de siquiera cargar un niño que vino después de beber y no disfrutar. Sabe que no tiene la culpa, pero promete hacer todo lo mejor por verlo feliz.
Su trabajo, o más bien las empresas que tiene a cargo van a flor, en orden, con papeles limpios y para zafarse del peso que le pone el cruel pasado sobre los hombros, ha estado donando a distintas instituciones sin fines de lucro.

abstinence. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora