Capitulo 9: "El anónimo"

69 4 1
                                    

En unos minutos Graham y unos cuantos policías más vinieron a mi casa. Me dijeron que mientras ellos estuvieran allí, no iba a pasar nada malo.

Mientras ellos estaban instalándose y haciendo todo lo necesario para rastrear las llamadas, de pronto, me llamó el anónimo de nuevo.

Dudé en si decírselo a la policía o no, pero al final, decidí no hacerlo.

Me alejé un poco y respondí.

-¿Quién eres?
-Tengo fotos tuyas y de un profesor muy comprometedoras. Si entrego estos informes a la policía, no volverás a ver a tu querido Carlos nunca más.
-¿Que quieres de mí?- dije alzando la voz.
-No hables con la policía.

Pronunció de forma seca las ultimas palabras y me colgó.

Me quedé con ganas de hacerle muchísimas preguntas pero no me dio tiempo a reaccionar.

Si bien quería que Carlos no fuera a la carcel, tenía que quitar a los policías de mi casa.

Me acerqué de nuevo hacia ellos y con una sonrisa, me acerqué.

Ya tenían todo el equipo montado y solo les faltaba mi movil para poder rastrear cualquier llamada desde mi celular.

No sabía que hacer y de pronto, se me ocurrió una idea, pero debo decir que no fue la mejor.

-Señorita Sonia, debe darnos su celular para completar el proceso.

-Precisamente de ese tema quería hablaros en estos momentos.

-¿Que ha pasado?- dijo los policías alertándose.

-No ha pasado nada, ese es el problema. Siento haberles hecho perder el tiempo. Mi amiga Claudia me quiso gastar una broma de revancha, por haberle gastado otra hace mucho tiempo. Lo siento muchísimo.

Al cabo de media hora habían recogido todo y mi madre me echó la bronca de nuevo.

-¿Todo por una broma? Hija, ¿sabes lo que nos has hecho pasar?

Esa tarde dije más veces lo siento que en toda mi vida.

Tanto se alertaron, que hasta Carlos vino a mi casa gritando.

-¡Sonia! ¿Qué ha pasado? Siento tanto la discusión que hemos tenido esta mañana... Fue todo culpa mía. Te quiero.

-¿Que has dicho? - dije sonriéndole.

-Que lo siento mucho....

-No, eso no. Esa última frase. Dos palabras.

Me miraba con cara de pena y yo seguía sonriendole.

En unos segundos, empezó a sonreir, y de pronto, se acercó a mi cara y posó sus labios en los mios.

-Te quiero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 11, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Seduciendo a mi profesor [Carlos Marco] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora