Septiembre 28 de 1940
El trinar de las aves me levanta durante la mañana y veo dos hermosas golondrinas apostadas en la ventana cantando dulcemente cerca de una vela.
Me estrujo los ojos y veo como una de repente se va al escuchar un horrible chirrido y por ella llega un cuervo tan negro como la noche.
El aleteo de este animal apaga la vela y con esto comienza a tronar y una espesa lluvia comienza a descender.
Aquello me sobresalta y me levanto dejando la comodidad de mi cama. El animal sigue graznando desesperado y la lluvia continua cayendo. El cielo se torna gris y mi horror cuando veo que aquella lluvia era sangre espesa.
Caigo al suelo horrorizado por aquello, me levanto y miro una vez mas a mi alrededor.
"Joooolviiidaaaaaa y deeeeejaaaaa"Aquella voz la conocía, era la misma voz que me había acosado en los establos de William. Pero ahora me advertía nuevamente. ¿que significaba aquello? Acaso ¿debía olvidarme de aquel viejo diario y seguir el consejo de la vieja Josefa?
En ese momento comencé a sentir como en mi estómago algo se movía y con temor me quite la camisa. Algo comenzó a moverse salvajemente en mi interior.
Me arranque la camisa y mi estomago estaba contrayéndose, como si alguna vida estuviera dentro de el luchando por salir.
Sentí unas horcajadas y un dolor intenso comenzó a cubrir mi cuerpo. Comencé a gatear hasta la ventana en busca de aire, y a duras penas me logre levantar sosteniendo mi estomago como si este se me fuera a desprender.
Cuando de repente un relámpago dejó ver al causante de mis males, a unos metros bajo un árbol estaba aquel ser amorfo con sus largos dedos señalándome mientras en mi cráneo rebotaban aquellas palabras.
"Jooooolvidaaaaa y deeeeejaaaaaa"Su voz era amenazadora y su largo dedo continuaba acentuando en mi ese presentimiento.
Un súbito escalofrío subió por mi espalda y el dolor agudizante en mi estomago se reanudó. Caí al suelo mientras aguantaba mi estómago y comencé a sentir que algo subía por mi garganta, un dolor que quemaba y asfixiaba lentamente se apodero de mi cabeza y las nauseas me obligaron a aguantarla.
Una sacudida salvaje me estremeció mientras mis manos instintivamente previnieron que mi rostro golpeara el suelo.
Comencé a vomitar profusamente sangre, mis ojos se abrieron al ver que no podía parar y el aire me comenzaba a faltar.
No podía dejar de vomitar, cuando note que en medio de la sangre comenzaron a aparecer pedazos de carne. Pedazos de carne y sangre continuaban siendo expulsados de mi interior mientras la voz de aquella criatura me gritaba."No mas... No... No mas... Por favor"
Decía entre vomito y jadeos, con el poco aire que trataba de retener.Cuando de momento el vomito paró y mi cuerpo ya cansado se derrumbó sobre mi suciedad. Abrí los ojos levemente y note como el cuervo negro se poso sobre lo que quedaba de la vela apagada y levanto vuelo una vez mas. Mire a mi alrededor tumbado en el suelo y ví entre el vomito ensangrentado y los pedazos de carne una pequeña plumilla azul de golondrina.
"Tony, Tony, Tony"
Escuche la voz de Rubí a lo lejos como si estuviera en medio de una espesa tiniebla."Tony, Tony, Tony"
Una sacudida en mi cuerpo, las manos tibias y delicadas de mi amada esposa me movían violentamente."Despierta, ¡despierta amor!"
El eco de su voz poco a poco fue trayéndome hacia la realidad.Mis ojos lentamente se abrieron y mire asustado a mi alrededor, no había ninguna vela, cuervo o golondrinas.
Me levante rápidamente y mire por la ventana asustado y jadeante. No estaba allí aquel ser tan demoniaco con su dedo acusador.
"Vomito"Musité con el corazón en mis manos y busque en el suelo a gatas algún vestigio de carne, vomito ensangrentado o plumas azuladas.
"Tony... Amor, ¿que sucede?"
La voz de Rubí se escuchaba preocupada.
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Enciende La Luz "El Diario"
Horror"te mira cuando sueñas te mira cuando duermes el señor Bombaña viene a verme arropate bien no descubras nada esperate quieto y no digas nada aguanta la respiración agarra tu frazada esta es la canción aguanta que ya llega la mañana"