La promesa

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Owen

Al fin separé mi boca de la suya, pero me negué a separarme del todo.

Cuando abrió  los ojos para mirarme comprendí que seria capaz de cualquier cosa con tal de hacerla feliz.
Sin decir nada la ayudé a guardar de nuevo todo en el bolso y le tendí la mano para que se pusiese de pie.
-¿Por que me has besado?
-Deseaba hacerlo. Ahora sé que mi sueño de esta noche será realmente agradable.
-¿Soñarás conmigo, Owen?
-¿Usarás ese juguete pensando en mi?
-No has respondido a mi pregunta.
-Digamos que disfrutaría de ese sueño si en lugar de tu nuevo amigo me utilizases a mi. ¿Que me dices, nena? ¿Quieres jugar conmigo?
-No puedes hablar en serio.
-Creo que nunca he sido tan sincero en mi vida.
-Dijiste que no me tocarías.
-Y he mantenido esa promesa hasta hoy, pero he descubierto que puedes llevarme a la locura. ¿Te resulta incómodo que sea tan sincero?
-Desconcertante es la palabra.
-Lo cierto es que te deseo y estoy tentado a aprovecharme de la situación porque no puedo pensar en otra cosa que no seas tu.
>>Te imagino entre mis manos, con tus hermosos ojos entornados a causa del placer que sé que puedo proporcionarte. Un consolador nuevo no te aliviara como debe. Yo puedo hacerlo y bastantes veces.
-Eres un completo arrogante.

Thea

Me di la vuelta dispuesta a marcharme, pero seguía sin tener las llaves.
Maldición. Menudo momento para perderlas.
Me volví exasperada hacia él y vi que sostenía mis llaves del coche con una gran sonrisa.
Intenté arrebatárselas sin éxito.
-Solo di que si y te devolveré sus llaves.
Bajé la cabeza como si me lo estuviese pensando.
A los pocos segundos, levanté la mirada, consciente del efecto que tenía en él. Sobretodo cuando sonreí.
-Cogeré un taxi.
Y le dejé allí.
Sigue andando Thea. No te pares ahora.

Me costó mucho no dar media vuelta y aceptar la proposición de Owen.
¿Que se había creído ese hombre?¿Como podía ofrecerse a algo semejante? ¿Y como podía yo siquiera planteármelo?

Desde luego había echo lo correcto al dejarle ahí plantado. Aun cuando él se había quedado con mis malditas llaves.

Owen

Estoy perdiendo la cabeza.
¿Que demonios le había dicho? ¿Acaso me había vuelto loco?
Yo nunca había sido tan impulsivo o peor aun, tan directo.
No había querido ofenderla. Solo quería que ella me desease. ¿Tan difícil era eso?
¿Habían sido imaginaciones mías y ella ni siquiera me encontraba atractivo?

No podía habérmelo imaginado. Ella tenía que sentir algo por mi. Lo que fuese.

Decidido a ir tras ella, la seguí.  No podía dejar que se marchase de ese modo. Tendría que disculparme.

La alcancé cuando estaba ya en la entrada a punto de coger un taxi.
Impedí que abriese la puerta para subirse.
-Por favor espera.
-Deja que me vaya.
-Por favor, Thea. Después de lo que acabamos de compartir...
-¿Y que hemos compartido si se puede saber? Lo único que has echo hoy es intentar dejarme en ridículo. ¿Que quieres de mí?
-Lo que te dije antes iba en serio. No sé como a pasado ni porque me estoy comportando de este modo, pero sabes que estoy loco por ti. Desde el primer día que puse mis ojos sobre ti. Solo quiero que me aceptes. 
-¿Por que?
-Porque quiero estar en tu pensamiento las veinticuatro horas del día del mismo modo que tu estas en el mío.
-Quiero mis llaves.
Le cogí la mano y puse las llaves en ella.
-¿Significa eso que me perdonas por todo?
Ella se alejó del taxi dispuesta a ir a por su coche y marcharse a casa.
-Por todo no.
-¿Por que no me perdonas?
-Por dejar de besarme.
Y con eso volvió a dejarme a solas. Esta vez no la seguí. Deseaba hacerlo, y quizá era lo que ella esperaba, pero iba a darle solo una ligera ventaja.
Después, la atraparía en casa.
Eso era sin duda, otra promesa.
E iba a disfrutar de ella lentamente.

Un recuerdo para ti (Serie Love 15) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora