Revelación y amenaza

1.8K 209 12
                                    

Thea

Todavía recuerdo cuando decidí dedicarme a esto.
Fue precisamente en una boda.
Y fue en una en la que todo lo que podía salir mal, sucedió.

Cuando vi como la organizadora resolvió todos los problemas pensé en que yo quería hacer exactamente eso.
Años después, en una película, oí que la protagonista decía algo así como Creo que fue ahí donde me enamoré de las bodas, y así me sentía yo también.
Hasta hoy.
Y todo por él. Por Noe.

Comprender de pronto que estaba enamorada y que a pesar de lo que yo sintiese, la boda seguía en pie, me dejaba una sensación rara en la boca del estómago.
Y odiaba sentirme así, porque no se parecía a nada que hubiese sentido antes, y aterraba.

Con Adam me había dejado llevar. Lo que sentía por él, pensé que no podía compararse con nada, que era todo lo que podía amar, pero estaba muy lejos de la realidad.

Hablando con Noe, fingí estar entusiasmada con los preparativos, pero a medida que la conversación iba llegando a su fin, cuando los temas que debía tocar ya los habíamos repasado un par de veces, deseé poder arrancar mi débil corazón y lanzarlo lejos.

-¿Hay algo más en lo que tengas dudas?-me preguntó.
Mirándole a los ojos, negué, y aun así no se despidió.
-Thea, ¿te ocurre algo?
Sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos, bajé la mirada esperando que él no lo notase. no tuve esa suerte.
-Por favor, no me asustes. Estoy lejos y no puedo abrazarte y...
Levanté la mirada de golpe cuando él detuvo su frase.
¿Qué había querido decir?
-¿Noe?
Carraspeó y se frotó la nuca mientras evitaba mirarme.
Las lágrimas caían libremente ahora y no era capaz de detenerlas.
-Creo que será mejor que hablemos en otro momento. Hasta pronto, Thea.
La pantalla quedó en negro, mientras mi corazón martilleaba dentro de mi pecho.

*****

Owen

Joder. Mierda. Joder.
¿Que acababa de pasar?
Mis manos temblaban incontrolablemente.
Ella estaba llorando. Pude verla claramente, pero ¿por qué?
Todo iba bien. La conversación había sido únicamente centrada en la boda, y de pronto, ella ni siquiera podía mirarme.
¿Acaso mi disfraz no fue suficiente y me descubrió?
No. De ser así, ya estaría muerto.
¿Que fue entonces?
Casi la jodí con mi frase. Había dejado de ser Noe para volver a ser Owen al ver que no estaba bien y su mirada se había vuelto confusa y esperanzada tal vez.
¿Que me perdí?

Decidido a verla, a recibir una explicación, a lo que fuese, me dirigí a su casa.
La hora no me importaba.
Tenía que verla.

Conduje saltándome todos los límites de velocidad.
Algo dentro de de mí me decía que ella no debía estar sola en estos momentos, así que pisé en acelerador y llegué a su casa en menos de quince minutos.

Llamé a la puerta como lo que era, un hombre desesperado, esperando a que ella se dignase a mostrarse ante mi.
Las luces se encendieron y la escuché acercarse a la puerta antes de oír el ruido de la mirilla.
-¿Que haces aquí Owen?
No abrió.
Me apoyé en la puerta de espaldas a ella.
-Ábreme, por favor.
-Es tarde. Vete a casa.
Su voz sonaba cansada, triste. No podía irme así, sin más.
Me dí la vuelta y apoyé mis manos contra la madera, a ambos lados de la puerta.
-Por favor, Thea. Necesito ver que estás bien, cariño. Hace días que no nos vemos y te hecho de menos. Abre la puerta.
Me aparté al escuchar la llave en la cerradura.
El nudo que sentía en mi estómago creció al ver su aspecto.
Sus ojos estaban rojos de haber llorado.
Su pelo era como si un nido de abejas hubiese acampado en él, seguramente había estado pasándose los dedos por él. Hacía eso cuando estaba nerviosa. Es una de las cosas que aprendí de ella cuando vivíamos juntos.

-Nena...
-Quiero estar sola, Owen.
Mentía. Otra de las cosas que aprendí de ella era que cuando mentía, jamás miraba a los ojos.
Igual que ahora. Lo mismo que antes por Skype.
-No es verdad. No tienes que mentir. A mi no.
Tiré de ella a mis brazos mientras cerraba la puerta de una patada.
Fuese cual fuese el motivo por el que se encontraba en este estado, de ningún modo iba a dejarla sola.

Dejé que las horas pasaran, con ella entre mis brazos, tumbados en su cama.
Era más de medianoche cuando finalmente ella se animó a hablar.
-Siento todo este drama. No sé porque me vine abajo.
-Quiero que sepas que puedes hablar conmigo. Estoy aquí para ti, Thea. Siempre. Y si hay algo que te preocupa, estoy aquí contigo, para lo que necesites.
-Necesito sacar a alguien de mi mente. De mi corazón.
Confuso y aterrado por que aun sintiese algo por ese desgraciado, choqué mis labios contra los suyos, dispuesto a hacerla olvidar, a hacer que no existiese nada más que ella y yo.
Y tonto de mí, creí que lo había conseguido.
No fue hasta que se durmió que comprendí mi error.

Centrado en la pantalla de mi teléfono, recibí dos noticias, ambas igual de aterradoras.
La primera, una foto de una nota que acababa de recibir Malcom y que Garreth me envió.

La primera, una foto de una nota que acababa de recibir Malcom y que Garreth me envió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La otra, las palabras de Thea en sueños.
-Te amo, Noe.

Un recuerdo para ti (Serie Love 15) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora