One Shots de Los Bunkers. (Editando)

21 - Amenazas.

Cubrió sus ojos con el mechón de su cabello, cubrió su rostro con sus manos y se deslizó por la pared hasta quedar sentado en el piso de su habitación, con las rodillas casi pegando en su pecho mientras sollozaba.

Un moretón estaba haciendose visible sobre su pomulo, y gracias a la palidez de su rostro este se notaba aun más.

Por otro lado, Mauricio entro a casa, con una sonrisa de par en par, se quedo excento de su examen de calculo y eso le había hecho regresar a su casa mucho más temprano.

Dejo la mochila sobre sillón. Entro a la cocina para tomar algo de agua y dejando el vaso sobre el comedor, subió por las escaleras, paso el cuarto de su hermano.

Y escucho un pequeño moqueo, frecuente y muy audible.
Su curiosidad lo mató, y entro sin avisar, miro a su pequeño hermano hecho bolita en la esquina de su cuarto.

Preocupado se acerco a él y se sentó a su lado.

¿Que pashu? -le preguntó de manera mimosa y el menor negó en varias ocasiones con la cara tapada y mojada, su nariz ya estaba roja- Hey ya no llores -le siguio chiqueando- ya paso, anda dime que tienes

Mauricio no soporto escucharlo más y bajo la mano de su hermano con delicadeza para dejar expuesto el gran golpe que se marcaba sobre su rostro.

¿Que mierda te paso? -le dijo preocupado y enojado tomando el rostro de Francisco entre sus manos, el menor lo miro con mucha tristeza y se acurruco en su hermano, quien palmeaba su espalda continuamente para que dejara de llorar un poco- Francis contestame por favor -le rogó mientras el menor negaba con fuerza sobre su hombro- Oye ¿Te pegaron? -el menor asintió.

Mauricio se quedo mal después de eso, a él jamás le había pasado, jamás nadie lo molesto, pero ver a su hermanito de esa manera le dolía más aún.

Sus ojos alzaron la vista a su hermano y lo miro fijamente.

¿Es la primera vez? -le pregunto Mauricio mucho antes de que el menor pudiera incluso decir algo, Francisco negó con algo de dolor, se levanto y se levanto la camisa para dejarle ver a Mauricio algunos hematomas que se repartían por su estomago, su hermano estiró el brazo solo para que el menor soltara otro llanto y se refugio en el pecho del mayor, sentándose sobre sus piernas, Mauricio entrelazo sus dedos sobre la espalda del menor y lo arruyo durante unos instantes, hasta que el llanto se detuvo y hasta que las lagrimas de Francisco dejaron de mojar su uniforme escolar- ¿Me dirás quien fue? -pregunto mirándolo a unos centímetros de su rostro-

Me da mucho miedo -susurro el pequeño Francisco limpiando torpemente sus ojos-

¿Por? -se animo el mayor a preguntar buscando de manera desesperada una respuesta-

Me golpearan más fuerte Mauri, me amenazo -dijo moqueando volviendo a acostarse en el el pecho de su hermano-

No -le dijo Mauricio- nadie te hará daño nunca más, lo prometo, yo voy a ayudarte ¿Si?

Los 6 años de diferencia le hizo pensar en ir a buscar ayuda para su hermano de apenas 10 años. No se iba a quedar callado y no iba a volver a ver a su hermano llorar de esa forma, de solo recordar sus moretones le hacia querer conocer a la persona que le había hecho eso para devolverle los golpes.

Pero tenia que esperar al día siguiente.

Esa noche durmio con su hermano quien aun siendo de noche continuaba llorando, el pequeño se quedo dormido en su hombro con la nariz roja de tanto llorar.

*

Apenas el amanecer se hizo presente, y sus padres se fueron a trabajar.

Mauricio se alistó para ir hasta la escuela primaria de Francisco, la que quedaba cerca de la universidad pero ese día no iría a su escuela, no sin arreglar el problema de su hermano.