Capítulo 1

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Allí se encontraba el adolescente quien iba a ser el nuevo jefe de la mafia Japonesa, Asami Ryuichi. El joven castaño fue obligado por su padre a una subasta de esos raros espécimen que parecen humanos pero con partes de animales, a su parecer eso se vería horrible y bizarro pero según testigos eran muy hermosos, aprovecharía la ocasión para comprobarlo.

    Su lugar se encontraba cerca del escenario donde presentaban a los que eran ofrecidos, muchos mostraban sus rostros asustados, algunos lloraban, otros no hacían nada, pues sabían que a partir de ese día nadie los salvaría ni vendrían por ellos.

—Es una perdida de tiempo.— Murmuró mientras le daba un sorbo a la copa de vino que habían dejado con anterioridad frente el. Algunos de los "Nekos", como categorizaron a esos seres, eran pubertos entre 13 y 17 años, la mayoría eran solo niños quienes temblaban del miedo y uno que otro no tenía idea de lo que pasaba.

—Vamos hijo, escoje al que quieras.— El viejo trataba de convencer a Ryuichi que escojiera entre los que vayan a pasar, porque a decir verdad, las puras intenciones del mayor era para que su hijo aprendiera a monopolizar, cosa que ya podía hacerlo de una mirada pero quería asegurarse de eso.

—Tch.—Chasqueo la lengua en negación, solo quería largarse de allí una vez por todas.

—Ahora la última mercancía de la noche, es un lindo Neko de 7 años de vida.— Hizo una seña para que pasarán al pequeño quien tenía lagrimales en sus ojos al ver a esa gente desconocida para el, quería volver con su familia, con su madre, padre, y olvidar esto como una horrible pesadilla más de muchas.

    En cambio Ryuichi fijo su vista a la nueva víctima pero para el fue un grave error, esas hebras doradas tan puro como el oro, la piel blanca como la nieve tentándole a dejar marcas y sus ojos, eso fue lo peor, ver sus ojos avellanas fue donde lo condujo a la locura de deseo, quería ese Neko, y lo tendría a toda costa.

—Comienza desde 1,000,000.—Habló el hombre quien ya saboreaba el dinero en sus manos. De pronto muchos comenzaron a ofertar deseando tener al pobre niño quien tenía la cabeza agachada.

—500,000,000.—Habló el pelicastaño así para callar a todos los imbéciles que desesperaban por el pobre niño. Todo el mundo guardó silencio por la mirada matadora de Asami.—Se lo pagas después.— Le dijo a su padre quien irradiaba de felicidad.

    Guiaron a Ryuichi hacia donde se encontraría su Neko, muchos empezaban a temblar con el semblante que ahora tenía, puesto que a pesar de ser joven, su forma de intimidar seguía en pie. 

—Aquí es joven.— Un tipo canoso de unos 50 tantos años le mostró una habitación donde estaba el pobre niño temblando de miedo arrinconado en un extremo de la cama.

—¿Cómo te llamas?—Pregunto el joven con toda la paciencia del mundo, pues no podía asustarlo a la primera, bien podía hacerlo sin importarle pero algo en el lo obligaba a no hacerlo.

—T-Takaba... Akihito..— El crió agacho la mirada mientras cerraba con fuerza sus lindos ojitos bañados en lágrimas.

—No tengas miedo, no te haré nada.— Trató de acercase al pequeño para no asustarlo como si fuera un animalito que debía agarrar confianza para dejar tocarse.

    El pequeño como todo un niño inocente, se dejo tocar segundo después de que el castaño le comenzará a acariciar las orejas sacándole un lindo y tierno ronroneo.

—Quiero a mi Mamí y a mi Papí.—Pidió el menor mirando a los ojos marrones del mayor quien cargo al pequeño entre sus brazos como si fuera una princesa, en este caso, príncipe.

—Ellos no vendrán, por que ahora eres mío y te protegeré, ¿De acuerdo Akihito?— Lo miro con su expresión seria que causo un escalofrío en el pequeño y asintió con miedo.

Una Bola De Pelos (Viewfinder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora