Cowboy.

Cowboy. Capitulo 6.

Capitulo 6:

He andado durante horas en un estado de ensoñación, como si volara. Sonrío como idiotizada ya que me sonrojo porque cada vez que me muevo por la cocina siento ardor en mi sexo debido a lo que hicimos Bronco y yo sobre la mesa.

No me arrepiento de haber actuado sin inhibición y de forma tan inapropiada estando en casa de mi padre, por que el placer que sentí en los brazos de mi apasionado marido me parece un sueño grato, pero no fue para nada un sueño.

El suave ardor y el calor que siento dentro de mi es muy real. Además el fuego que siento en mis palpitantes paredes vaginales se expande a mi vientre que se retuerce de deseo cuando recuerdo el exquisito sexo que tuvimos él y yo.

El calor sube por todo mi cuerpo, y mi piel la siento erizarse como si Bronco aún estuviera tocándome y moviéndose dentro de mi.

Siento que me invado de deseo y de lujuria con una intensidad que me asusta y sorprende. Quiero volver a disfrutar de sus caricias y de sus besos apasionados, aún más que antes. Ojala ya fuera de noche para estar a solas con él en mi cama.

Luego de que Bronco saliera de la cocina para volver a los corrales para proseguir con la faena con los nuevos bovinos, yo seguí parte de su consejo.

Subí a mi habitación para darme un baño y así limpiarme del sudor y del semen, aunque no tenia ganas, ya que deseaba sentir su aroma en mi.

Si fuera por mi no me bañaría nunca mas, pero no podía andar sudada ni con la ropa pegada a mi piel, mucho menos estando tan arrugada como quedo.

Me cambie de ropa y me ate el cabello en una cola baja, luego baje a la cocina para avanzar la cena. Espere a que sean las 17:00 de la tarde. Acabo de llenar un jarrón de hierro delgado con tapa con agua hervida, para luego ir a ofrecer un café caliente a los vaqueros.

Aunque los cowboys, como lo hacen todos los hombres que trabajan bajo el ardiente sol no beben agua. Los vaqueros, los gambusinos y los que trabajan en las vías del tren en el lejano oeste beben alcohol en vez de agua, por no estar esta depurada.

Los hombres en este país para apagar la sed beben alguna bebida alcohólica en vez de agua para evitar el cólera o cualquier enfermedad bebiendo agua cruda de un poso o de un río. Aún así quiero usar la escusa de llevarles café a los vaqueros en los corrales para ver como trabaja mi marido.

Quiero disfrutar de lo sensual que se ve mientras hace su trabajo. La tentación de ir a verlo es irresistible. Es que es tan atractivo, es tan sensual. Me sorprende lo mucho que me gusta. Quiero recrear la vista con su figura masculina. Me da lo mismo lo que puedan pensar de mi actitud infantil los demás vaqueros.

Aunque una parte de mi me dice que no es buena idea demostrar cuanto me atrae Bronco. Debería ser más discreta y seria, pero es que ya estoy harta de actuar de forma contraria a lo que deseo. Y hoy me quedo mas que claro que Bronco no me encuentra indecente por actuar de acuerdo a mis impulsos, sino lo contrario.

El de forma considerada, como todo un caballero esperaba que fuera yo la que tomara la iniciativa para darme la oportunidad de ir a mi ritmo en nuestra nueva relación.

Debió ser un impacto para él que me decidiera a darme por completo como su mujer, en todo sentido tan pronto.

No haberme obligado a acostarme con él, para mi deleite me dijo que es un hombre con la mente abierta. Es considerado, respetuoso y cálido.

No es para nada el típico colono puritano extremista, y machista que piensa que la mujer es inferior. Y por lo tanto debe si o si abrir las piernas.

Bronco no es de los que tiene en mala estima a una mujer directa, con carácter, que no teme a expresar sus ideas y deseos frente a un hombre. Es mas, Bronco es del tipo de hombres a los que les atrae el nuevo tipo de mujer moderna que esta apareciendo.