Fifteen (Alex Pettyfer)

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When you're fifteen and somebody tells you they love you, you're gonna believe them

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When you're fifteen and somebody tells you they love you, you're gonna believe them... When all you wanted was to be wanted, you wish you could go back and tell yourself what you know now. Back then I swore I was gonna marry him someday, but I realized some bigger dreams of mine... I didn't know it at fifteen.

Cuando eres adolescente crees que la vida es complicada porque sacas malas notas, no tienes el teléfono o la ropa de moda, o simplemente porque el chico o la chica que tanto te gusta no te hace caso o porque creías que una persona era la indicada y te rompió el corazón. Bueno, la vida adolescente es complicada pero cuando creces y te acuerdas de todo eso te das cuenta de que en realidad fue una tontería, sin embargo cada momento de esa etapa de tu vida te marca para siempre, es algo que jamás podrás borrar. Y eso me pasó a mí, como supongo que le ha pasado a muchos, durante la preparatoria sucedió algo que me hizo cambiar por completo. Tenía quince años cuando inicié la escuela, había logrado que mis papás me inscribieran en la escuela que siempre quise, al principio me sentía extraña porque no era muy sociable, claro, estaba Dana, una amiga de la secundaria, no nos llevábamos tan bien al principio, fue hasta tercer año que nos volvimos buenas amigas. Sin embargo, Maya, mi mejor amiga, también estaba en la misma escuela sólo que tenía un horario diferente y no coincidíamos en ninguna clase. Maya era igual que yo en ciertos aspectos, pero también teníamos nuestras diferencias, no obstante, nos complementábamos la una a la otra. También tuve la suerte de encontrarme con dos amigas de la infancia, Felicity y Sam, ella era mi vecina, así que ya no me sentía sola. Felicity tenía su grupo de amigos, Sam estaba por su cuenta, era un espíritu libre pero tomaba las mismas clases que yo. La primera semana fue normal, supongo, pero la segunda semana de clases llegó un chico al salón, cuando lo vi supe que jamás le hablaría, era el tipo de chico que me disgustaba, el típico niño rico y popular, rubio y guapo, no iba a negarlo, pero de sólo verlo me desagradaba –seguramente es un creído– pensé.

–No puede ser– me dijo Sam y puso cara de frustración –él es el que le gusta a Felicity–

–¿De verdad?– fruncí el ceño –¿ése es Alex?– susurré, mi amiga asintió.

–Creí que se iba a regresar a Inglaterra– musitó. Recordaba que Felicity me había contado que le gustaba mucho un chico de su escuela, Alex Pettyfer, pero jamás me había mostrado una foto de él. Estaba realmente sorprendida y no pude evitar quedármele viendo, él lo notó y me miró, me volteé rápidamente. Para mi suerte, Alex estaba en cada una de mis clases y siempre se sentaba atrás de mí, al principio era muy incómodo y después se volvió peor porque empezó a pedirme plumas prestadas o cualquier otra cosa puesto que él nunca llevaba el material escolar salvo un par de cuadernos. Había tenido oportunidad de conocerlo un poco y no era para nada creído, lo había juzgado mal, o eso pensaba. 

–Oye, Meg– me habló, lo volteé a ver fastidiada –¿tienes una pluma negra que me prestes?–

–No, te acabaste todas mis reservas– le dije, él resopló y tomó mi lapicera, traté de detenerlo pero fue inútil.

Once Upon a Song (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora