Lady in black (parte 1)- Arthur Pendragon (Merlin BBC)

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She came to me one morning, one lonely Sunday morning, her long hair flowing in the midwinter wind

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She came to me one morning, one lonely Sunday morning, her long hair flowing in the midwinter wind. I know not how she found me, for in darkness I was walking and destruction lay around me from a fight I could not win.

Parte 1

Siempre había pensado que mis prejuicios sobre la magia eran menos drásticos que los de mi padre. Igualmente creía que no todos los hechiceros eran malos, pero últimamente sólo me he topado con magos que quieren mi destrucción y la de Camelot, ¿por qué la mía? Simplemente porque soy el heredero al trono y porque mi padre fue quien emprendió una cacería contra ellos y se obstinó en exterminarlos. Yo no quería seguir ese mismo patrón, pero cuando Morgana fue secuestrada por esa bruja Morgause, comencé a pensar que todos los hechiceros eran así de ruines y me propuse seguir con la misma tarea que mi padre había iniciado. Sin embargo, una parte de mí aún tenía esperanza de encontrar a algún mago que usara su magia para el bien, por este pequeño rayo de esperanza Camelot casi cae en la ruina, por suerte no fue así, no obstante, hubo una cosa que sí se arruinó por completo: mi corazón.

—¡Merlín!

—Aquí estoy, aquí estoy —dijo él entrando a mi habitación, lo miré con los brazos cruzados.

—Dime algo, ¿por qué mi armadura no está lista? —Merlín me miró dubitativo—. Para el torneo.

—Pero si es dentro de siete días —dijo ladeando la cabeza.

—No... —fruncí el ceño. Realmente era un distraído, no sé porqué aún lo conservaba como mi sirviente.

—No quisiera contradecirlo, pero estoy seguro de que hoy no es el torneo.

—¿Cómo que no?

—Pues ayer Uther... digo, el rey, cambió la fecha.

—¿Y por qué no me lo dijiste?

—Sí lo hice, pero estaba muy concentrado en tu comida —lo miré con incredulidad—, pero no se preocupe, igual hoy tiene que ir a vigilar los límites de Camelot, así que no se va a aburrir, y ya tengo lista la cota y la capa —señaló hacia una silla.

—¿Merlín?

—¿Sí, señor? —dijo sonriente.

—¡Cállate! —su sonrisa se desvaneció y me miró mal, se dio la vuelta y salió de la habitación. Negué con la cabeza mientras reía y luego me dispuse a comer el desayuno. En cuanto terminé, Merlín regresó y me ayudó a vestirme, después salimos junto con los otros caballeros hacia los límites del reino. En el camino nos topamos con unos bandidos, uno de ellos se alejó del grupo y yo lo seguí dejando a los demás atrás, mala idea. En cuanto lo alcancé otros tres se le sumaron y aunque era bueno peleando, me superaban en número. No me importó, me aferré a mi espada y comencé a luchar contra ellos, pero definitivamente iban a vencerme, a mí, el Príncipe de Camelot, mientras pensaba en mi segura derrota, una flecha pasó volando junto a mi oreja y se clavó en el pecho de uno de los bandidos. Una figura negra encapuchada cayó de pie sobre las hojas secas, preparó su arco y lanzó otra flecha a otro de los bandidos pero éste la esquivó, entonces soltó el arco y sacó una espada y los atacó, me uní a ese misterioso sujeto y logramos derrotar a los bandidos. Me acerqué a él para expresarle mi gratitud pero antes de que lograra llegar hasta él se quitó la capucha, una cabellera larga y castaña rojiza cayó por su espalda, se dio la vuelta y me miró con un par de ojos verde esmeralda, eran intensos, penetrantes, podría jurar que los había visto con anterioridad, pero lo recordaría porque ella era la mujer más bella que jamás había visto.

Once Upon a Song (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora