Yo era pura luz.
Y ella todo oscuridad.
Pero en ese momento,
todo me dio igual.
Cuanto más me daba,
más quería.
Sus labios me envolvían.
Lo peor fue admitir,
que su oscuridad me empezó a gustar.
Que mi luz se empezó a apagar,
y me enganché a algo que no era real.
OSCURO
Yo era pura luz.
Y ella todo oscuridad.
Pero en ese momento,
todo me dio igual.
Cuanto más me daba,
más quería.
Sus labios me envolvían.
Lo peor fue admitir,
que su oscuridad me empezó a gustar.
Que mi luz se empezó a apagar,
y me enganché a algo que no era real.