¿Culpables?

3 0 0
                                    

Los últimos meses habían sido una completa tortura, la vida sin mi hijo era nada menos que un completo vacío... El dolor era insaciable y, en las noches, nisiquiera podía dormir recordando cada instante de la noche en que Chris , mi Chris, dejó de respirar. Cualquiera podría pensar que ya había tocado fondo, pero lo que el detective Grover me acababa de decir solo lograba empeorar el asunto.

Salí de la oficina del detective y me sentía pérdida ¡Dios, alguien había planeado la muerte de mi hijo!

No sabía que hacer ni a donde ir, mi mente estaba librando una dura batalla con los pensamientos, la cuál parecía perder cada vez más. Totalmente distraída, me subí al automóvil y simplemente conducí sin destino alguno y fue en ese auto, a varios kilómetros por hora cuando mi mente se ocupó en buscar respuestas, cayendo sumergida en un profundo mar de recuerdos... ¿Quien querría matar a  mí Chris? ¿Porqué?

El sonido de mi móvil me distrajo por un momento. Era Emmanuel.

No era muy normal que Emmanuel me llamara, es raro, pero a pesar de que Chris y Emmanuel llevaban más de 3 años siendo mejores amigos, Emmanuel nunca había llegado a tener tanta confianza conmigo como lo había hecho Hannah.

Recuerdo el primer día que ví a ese muchachito, era relativamente más joven y, aunque él y Chris tenían la misma edad, Emmanuel siempre aparentó más años. Así que ese día, cuando ví a aquel chico alto y musculoso de cabellos negros hasta los hombros sólo pensé "¡oh no! claro que mi hijo no se juntará con gente mayor, así sea poca la diferencia".

Gracias a Dios, antes de cometer cualquier imprudencia, preferí ser directa y preguntar su edad... Fue ahí cuando me di cuenta del gran error que estuve a punto de cometer.

Bastaron unos días para darme cuenta que Emmanuel era un chico un poco diferente, y no me malentiendan, Emmanuel era amable y muy educado, pero también era un poco introvertido, algo totalmente opuesto a lo que Christopher solía ser. Así que me empezó a agradar la idea de que mi hijo tuviera al lado a una persona calmada que lograra contrastar su locura ¡y vaya que no me equivoqué! Con el tiempo, Emmanuel  demostró que era el mejor amigo que una madre podría querer para su hijo.

Derepente mi mente reaccionó y logró escaparse de aquellos recuerdos que la traían prisionera. Pero ya era muy tarde, Emmanuel había cortado la llamada antes de que pudiese contestar. Pero fue en ese mismo instante cuando la luz iluminó mi mente:  ¡claro! Emmanuel conocía a mi hijo a la perfección, el de seguro sabía quién querría hacerle daño a Chris.

Di vuelta al auto de golpe y me dirigí a casa de Emmanuel. Estaba segura que ahí encontraría respuestas... Las respuestas que tanto necesitaba mi corazón.

***

Timbré a la puerta y pasaron varios minutos antes de que alguien saliera.

-Martha, que bueno verte. No sabes cómo siento todo esto que está pasando -dijo de manera amable la madrastra de Emmanuel.

- Gracias, Susana. Créeme que yo lo siento más. Disculpa, ¿Emmanuel está en casa? Me gustaría hablar con el. - la impaciencia me estaba matando, quería hablar con Emmanuel cuanto antes.

-Emmanuel no se encuentra bien, ha estado encerrado en su habitación  desde el día del sepelio, por más que le insistimos nisiquiera ha querido salir a comer con nosotros. Pero adelante, quizás verte le ayude. la segunda puerta a la derecha, en la segunda planta - dijo haciendo referencia a la ubicación de Emmanuel.

Toqué una sola vez a su puerta cuando ésta se abrió.

-Emmanuel, gusto en verte -dije al verlo sentado en la cama

-Mire, esta la tomamos el día en que nos conocimos- dijo mostrando la foto que sostenía en sus manos.

-vaya que me acuerdo. Fue antes de que decidieras empezar a llevar el cabello recogido, como ahora - dije a modo de broma mientras me acomodaba a su lado.

Se levantó al instante, dejando la foto sobre la cama.

- Fue hace cuatro años. Yo estaba con Hannah sentado en el aula de clases, esperando que entrara el profesor cuando el derepente llegó, Hannah ni se dió cuenta por andar pendiente a un póster de One direction que le había regalado por su cumpleaños. Él se sentó al lado mío y dijo ¡Dios, esa chicas es hermosa! Eres muy afortunado, amigo. - se detuvo un momento para secar una lágrima que había intentado rodar por su mejilla -fue imposible no sonreír ante su error, "no es mi novia, a ella le gustan descerebrados " le dije a manera de sarcasmo. Él sonrió y me dijo su nombre, yo estreché su mano y le dije "Rogers, Emmanuel Rogers". Nunca imaginé que llegaría a ser mi hermano.

Admito que no entendía porqué Emmanuel me estaba contando todo eso, parecía distraído y nervioso. Sin embargo dejé que siguiera.

-Con el tiempo, me fui haciéndo menos amigo de Hannah, y más amigo de Christopher. ¿Sabe? No estoy seguro de haber hecho lo correcto, porque a Hannah ya la perdí y a Chris... A Chris lo extraño más que a mi vida.

-Lo sé, Emmanuel -dije al tiempo que tomaba su mano, ignorando el desconcierto que me había provocado lo que acababa de decir. - Emmanuel, necesito que me ayudes, necesito que me digas quién habría querido hacerle daño a mi hijo.

Su cara de asombro fue impactante, parecía confundido y no era para menos.

-No tengo ni idea de quiénes lo asaltaron, señora Martha - su voz temblaba.

-No, no. No me refiero a eso, hablo de alguien que fuese querido verlo muerto. Emmanuel, la muerte de Chris no fué solo un robo, al parecer todo fue premeditado... Alguien planeó todo.

-Yo... Yo... Quiero que se vaya -dijo con voz baja. - ¡larguese, quiero estar sólo! -ahora gritó.

Parecía fuera de sí... enloqueció de la nada.

-Emmanuel, solo quiero saber quién o quiénes son los culpables y solo tú me puede ayudar...

Me sacó a empujones y tiró la puerta antes de que pudiera decir algo más.

Nuevamente estaba como al principio, o inclusive peor.

-¿Martha, que ha pasado? -dijo Susana algo preocupada.

-No se, debo irme -dije casi pasando por encima de Susana.

Me disponía a salir cuando Susana me alcanzó rápidamente por detrás.

-Martha, es importante que hablemos , verás yo creo que...

-ahora no, Susana, enserio no estoy en condiciones de hablar

La interrumpí antes de que terminara y me marché deprisa de ese lugar.

Estoy afuera, tontita (incompleta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora