Capítulo XIII.

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Anne empujó a Justin y plantó su mano en su rostro. La puerta se abrió y el Dr. Frank observó la escena unos segundos antes de carraspear.

"Anne, ¿estás bien?", preguntó el hombre mayor viendo a la chica contener las lágrimas.
"Vete", dijo observando a Justin con rabia. "¡Vete! ¡Vete! ¡Vete! ¡Vete!"

La castaña intentó incorporarse para empujar al chico, pero el Dr. Frank se apresuró a detenerla. La pequeña herida que tenía en el seno podía abrirse si continuaba así.

"Anda, chico. Yo la llevaré a casa", intentó tranquilizarlo. Su rostro estaba lleno de lágrimas. Sostuvo a la chica en sus brazos con cariño paternal hasta que dejó de luchar y el chico de había ido.

Cerró los ojos unos segundos y suspiró. Sé fuerte, Annie.

***
No puedo más con esto, se repetía mentalmente la mujer de 42 años mientras caminaba de un lado a otro en el pequeño estudio. Sus pasos resonaban en los lomos de los libros que cubrían las paredes, absorbiendo cada sonido como si decidieran devorarlo para siempre.

El silencio y el vacío se entrelazaban a su alrededor, haciendo que su culpa se sintiera palpable, casi corpórea. Era demasiado para ella. Su corazón estaba oprimiéndose por una gravedad inexistente que temía la dejara sin aire en cualquier momento.

La puerta se abrió y el vacío desapareció. Un hombre tatuado la observó unos segundos antes de hablar.

"¿Estás bien?", preguntó.
"¿Estuviste con Henry?", soltó intentando recomponerse.
"Sí. Dime qué sucede."
"Tenemos que sacar a Justin de esto", el hombre rodó los ojos fastidiado. "¡Fue nuestro error! No podemos dejar que él siga pagando de esa manera."
"Tú mejor que nadie sabes que es más difícil que eso. John está..."
"Ellos no tienen la culpa de nada, Jeremy. Fuimos solo nosotros. No merecen estar pasando por esto. Son demasiado jóvenes y tienen un bebé por quien ver", se acercó a su esposo y puso sus manos en su pecho. "Por favor, detengamos esto. Dale lo que quiere o haz que Henry obtenga una orden para detenerlo."
"Patricia, tú mejor que nadie sabes lo que he trabajado en esto desde hace 16 años. No puedo limpiarme las manos tan fácilmente."
"Entonces limpia las manos de tu hijo. Dale a ese hombre lo que pida y..."
"Pidió a Justin. Desde el inicio, no ha querido nada más que eso. Y eso le he dado. La chica solo ha sido un desafortunado daño colateral", retiró las manos de la mujer de su pecho. "Es lo mejor que pude hacer por ellos", dio media vuelta dispuesto a irse.
"No fuimos los mejores padres para él, para ninguno de ellos. Les debemos la oportunidad de tener una familia."
Jeremy apretó el puño. "Lo sé, pero tus deseos no van a cambiar en nada a ese hombre y no pienso arruinar las cosas a este punto. No con ese niño de por medio", dijo y se alejó.

La mujer tomó su rostro entre sus manos. Lo lamento tanto, Rose, pensó.

***
John hizo una mueca al ver cómo 2 de sus ebrios clientes comenzaban una riña en medio del lugar. Era una molestia tener que lidiar con ese tipo de personas porque nunca entendían. Solo podías recurrir a la violencia con ellos.

Acercó su mano al rifle que mantenía debajo de la barra, pero, antes de poder sacarlo, un tercer hombre, que no parecía tener una sola gota de alcohol en la sangre, hizo que la riña cesara y convenció a los otros dos de irse del lugar. Sacó unos billetes y pasó dejándolos en la barra en su camino a la salida.

John tomó el dinero con una media sonrisa. Era más de lo que esos hombres habían consumido. Tomó el extra y lo metió en su bolsillo. Cuando su turno terminara y el gordo inútil que era dueño del bar llegara por el dinero del día, se iría a su departamento y depositaría su pequeña fortuna en el frasco que guardaba junto a su foto de Rose. Cada vez estaba más cerca de su meta.

Vio a una mujer de cabello castaño ondulado y ojos verdes entrar al lugar y dirigirse directamente hacia él.

"Necesitamos hablar."
John río. "Tendrás que esperar tu turno."

Pattie se abrazaba a sí misma en el asiento de su automóvil. Había esperado en el frío unos minutos, pero su cuerpo demandaba calor, así que decidió continuar su espera en compañía de la calefacción.

Cerró los ojos mientras sentía el calor regresando a su cuerpo. Los recuerdos comenzaron a venir de uno en uno hasta que fue imposible ignorarlos y decidió simplemente perderse en ellos.

***
"John, es necesario. Tenemos las ganancias suficientes para continuar por nuestra cuenta. Si seguimos haciendo tratos con esos hombres, perderemos en un abrir y cerrar de ojos."
"¡Acaso no ves las posibilidades que vendrían con esto! Mira, sé que ni Pattie ni tú están de acuerdo con seguir en estos negocios, pero trabajamos duro y ahora tenemos 3 franquicias en los alrededores. Es un riesgo que vale la pena tomar. Podemos convertirnos en peces gordos muy rápido."
La mujer castaña, que había estado espiando la conversación desde la puerta, decidió que era hora de intervenir y entró en la habitación. "No podemos continuar. Tenemos un hijo que hoy fue visitado por 'un hombre muy grande' en la escuela. Tú también tienes una hija, John, y una esposa. ¿No ves lo grave del asunto?"
"¿Gravedad?, ¿saben lo que esos hombres son capaces de hacer si no continuamos ayudándolos? Visitarán a nuestras familias, y no de una manera agradable. Destruirán todo lo que tenemos y nos dejarán sin un centavo. Después se encargarán de que aprendamos nuestra lección y nos matarán. Ese es el verdadero riesgo."
"No, ese es el futuro. Y lo siento. Eres mi amigo y colega, pero, si no desistes con esto, no podré hacer nada por ti. Compraremos tu parte del negocio y aceptaremos la ayuda del detective Clarke. Justin necesita un hogar de verdad y es hora de que se lo demos", Jeremy abrazó a su esposa ante la mirada enojada de John.
***

Unos golpes en la ventanilla de su automóvil hicieron a Pattie regresar a la realidad. Observó a John sonreír con un cigarrillo en la boca.

Salió del vehículo cubriéndose del frío.

"¿Jeremy te envió?"
"No, él no sabe que estoy aquí."
Expulsó el humo que tenía contenido antes de hablar. "¿De nuevo dirás tu discurso de la compasión y la superación personal?"
"¿Por qué mi hijo?"
John rió. "Te lo diré si respondes primero una de mis preguntas: ¿Por qué mi esposa?", arrojó su cigarrillo y encaró a la pequeña mujer." ¿Por qué mi casa?, ¿por qué mi patrimonio?, ¿por qué mi familia?"
"Tú sabes bien por qué. Si te hubieras detenido en ese momento..."
"Yo no fui el único que continuó con eso y lo sabes muy bien", se acercó amenazadoramente a ella. "Ustedes también prefirieron tomar el camino fácil un poco más."
"Claro que no. Nosotros pedimos ayuda. Solo aceptamos seguir cooperando porque era necesario conseguir evidencias para alejar a esos hombres de nuestra familia."
"Y fue debido a sus evidencias que el demonio despertó. Pero, claro, ustedes tenían la protección de su amigo el detective. ¡Dejaron a mi familia expuesta! Ellos llegaron por nosotros, se llevaron a Rose e intentaron hacer lo mismo con Annie. Mientras, ustedes bebían chocolate caliente acurrucados frente a la chimenea."
"Por favor, escúchame..."
"¡No tienes idea de nada! Yo sé qué clase de personas son y no me detendré hasta que sientan lo mismo que sentí yo. Cueste lo que cueste."

Small BumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora