Small Bump

Capítulo V.

"¡Estás loco si crees que te dejaré quedarte aquí!", espetó la chica.
"¡Y tú estás más loca aún si crees que me alejaré de mi hijo!", contraatacaba el castaño.
"No ganan nada con gritar", alegaba el doctor Frank.

Se escuchó el llanto de un bebé proveniente del cuarto de Anne, y todos corrieron un maratón hasta el lugar. Los primeros lugares de la carrera los ocuparon Justin y la chica, pero el castaño fue más rápido y tuvo al pequeño Jason en sus brazos antes que su madre. Ella gruñó. ¿Quién se cree?

"¿Qué sucede, hijo?", preguntaba Justin cariñosamente mientras arrullaba al pequeño en brazos. Los llantos del bebé cesaron cuando escuchó la voz de su padre. Una sensación de calidez inundó su sensación inmediatamente. Ese pequeño cúmulo de vida era su hijo.
"Dame a mi hijo", pidió Anne intentando contener su enojo.
"Está tranquilo conmigo", respondió el chico haciendo dormir al pequeño Jason.
"¡Dame a mi hijo, Bieber!"
"Tranquilízate, Anne", pedía el doctor Frank. Podía ver los nervios de la chica alterándose.
"¡Quiero a mi hijo!"
"Tranquila...", Ryan intentó tocar su hombro para confortarla, pero ella se libró bruscamente de su agarre.
"¡No me quedaré tranquila hasta que me dé a mi hijo y salga de nuestras vidas!"

El llanto del bebé rompió el ambiente hostil de la habitación. Justin se aferró al pequeño con miedo. Le dolía que Anne se pusiera tan mal por su culpa, pero tampoco quería alejarse de los dos amores de su vida, no de nuevo. Nunca podría vivir tranquilo si lo hacía.

"Vamos a la sala para que te tranquilices", dijo el doctor intentando sacar a la chica de la habitación. Nadie ganaba nada quedándose ahí, especialmente, Jason.

La chica comenzó a llorar, pero no opuso resistencia a la indicación del médico.

Tan pronto como Ryan y Justin se quedaron solos en la habitación, el castaño comenzó a soltar lágrimas. Las limpió rápidamente en su hombro para que no cayeran sobre el bebé.

"Tranquilo, Justin", dijo Ryan intentando abrazar a su amigo sin lastimar al pequeño.
El castaño suspiró. "¿Por qué no me dijiste, Ryan?"
"Porque ella me lo pidió."
"Pudiste haberme dado alguna pista."
"Hermano, ella pasó por muchas cosas durante este tiempo. Lo menos que necesitaba era que yo abriera la boca con esto y te hiciera regresar antes de tiempo."
"No quiero separarme de ellos..."
"Lo sé, hermano, pero no sé si tu plan de quedarte contra su voluntad sea una buena idea."
"¿Y qué más puedo hacer? Hasta yo sé que es estúpido, pero tengo miedo de perderlos de vista y que desaparezcan de mi vida."
"Creo que lo único que puedes hacer ahora es tener paciencia. Apenas han pasado unas horas, no puedes pedirle que asimile toda la situación ya."
"¿Mis padres saben de Jason?", preguntó acomodando al bebé en su cuna. Se había quedado dormido nuevamente. Es tan hermoso, pensó.
-"Sí. Lo supieron después de que te fuiste a Londres."
"¿Qué?"
"Tu madre se lo dijo a la mía. Dijo que necesitaba alejarte de este pueblo lo más pronto posible y que las cosas habían sucedido en el momento correcto."
"¿Qué sucedió con el fraude?, ¿hubo algún avance significativo en la investigación?, ¿detuvieron a mi padre después de que me fui?"
"Sucedieron muchas cosas desde que te fuiste...", el rubio se rascó la cabeza. Esto era cada vez más difícil de explicar.

"¿Te sientes mejor?" preguntaba el doctor viendo cómo Anne bebía el agua del vaso que le había dado hacía unos momentos.
"Sí. Gracias", respondió después de terminar de beber y poner el vaso vacío en la mesita de centro.
"Recuerda que no puedes alterarte de esta manera. El estrés no es bueno para ti."
"Lo sé. Simplemente... no sé qué me pasó."
"Jason aún te necesita en su vida, no tiene ni siquiera un año de edad. Debes ser fuerte por él."
"Estoy consciente de ello, es solo que la presencia tan repentina de Justin me tomó por sorpresa, y mucho más que se enterara de Jason."
"Sabías que sucedería en algún momento. Tarde o temprano, la verdad sale a la luz, en especial, las relacionadas con la familia."
"Pero no esperé que fuera tan rápido. Sus padres dijeron que no regresaría de Londres hasta dentro de 4 años."
"Sus padres decidieron cosas por él que no les competía. Era natural que no siguiera sus indicaciones. Es difícil mantenerse lejos cuando tú corazón está en otro lugar." La chica se sonrojó. "Debo confesar que me tranquiliza saber que él se estará quedando aquí."
"No se quedará", interrumpió inmediatamente la chica.
"Sabes que lo hará, y no hay mucho que puedas hacer al respecto. Tienes las de perder en esta situación."
"Claro que lo hay."
"No lo hay."
"No puede irrumpir como le dé la gana en la vida de mi hijo y la mía."
"Es su hijo también. Y es hora de que tenga oposición de ser su padre de la forma correcta."
"Lo entiendo, pero eso no le da derecho a quedarse aquí sin mi consentimiento. Jason y yo llevamos una rutina, y su presencia solo la alteraría."
"El niño necesita acostumbrarse a su padre. ¿No has pensado qué sucedería si algo te pasara? Seguramente Jason iría a dar a casa de los padres de Justin. Un juez se los daría con más facilidad de lo que se lo entregarían a Ryan."
"Eso jamás. Estaré con mi hijo no importa lo que suceda."
El hombre suspiró. "Anne... ¿Recuerdas las muestras de sangre que pedí analizar en tu última cita médica?"
"Sí. ¿Qué sucede con ellas?"

El doctor Frank guardó silencio unos segundos mientras miraba sus manos unidas en su regazo. La chica sintió una sensación desagradable, como si una mala noticia se avecinara.

"Tengo los resultados. Al parecer, hay algo anormal. Aún debemos hacer más estudios de rutina antes de dar un diagnóstico definitivo, pero..."
"¿Anormal?, ¿a qué se refiere?, ¿qué hay de malo en mí?" Su corazón palpitaba tan fuerte que podía escucharlo en sus oídos como una incesante melodía de terror.
"Las pruebas demuestran la presencia de un tumor."