Capítulo X.

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"¡Por qué rayos trajiste a Jason!", exclamaba el rubio sin poder contenerse. Su amigo estaba frente a él con una camisa de vestir, corbata, pantalones y una cangurera con un bebé al frente. "¿Acaso estás loco?"

"Anne se enojó conmigo y no pude conseguir que nadie lo cuidara."

"¡Esa no es razón para traerlo hasta acá! ¡Anne te matará!"

"Ella dijo que lo trajera a la entrevista", decía despreocupado intentando quitar una mancha de leche de su hombro. Sabía perfectamente que Anne lo mataría, pero, así como ella estaba intentando imponer un punto de vista, él quería superponer el suyo en esa situación. Barrie era una buena opción y él estaba dispuesto a cargar con los gastos del hogar para que ella se dedicara únicamente a Jason. No tenía que aceptar que fueran una familia para eso, solo entender que era lo mejor para ellos en ese momento.

"¡Oh, Dios! ¡Vas a arrastrarme a ese infierno contigo!"

"Ella no hará nada. Solo debes tranquilizarte."

"¡Trajiste a un bebé a una entrevista en una zona de construcción, Justin! ¡A su bebé! ¿De verdad crees que no hará nada? Tendrás suerte si puedes ver a Jason a través de una reja después de esto."

Justin tensó la mandíbula. "No me alejaré de mi hijo. Y no soy tan irresponsable como para meterlo a la zona de construcción. Estaremos bien mientras nos quedemos en esta oficina, a varios metros del peligro", suspiró. "En serio necesito esto, Ryan, lo sabes. ¿Podrías ponerte de mi lado por ahora?"

El rubio rodó los ojos. "Siempre estoy de tu lado, especialmente cuando ella quiere hacerte picadillo. Y créeme que estoy considerando cambiarme definitivamente a su bando."

Una risa escapó de los labios del castaño. "Entonces, ¿esa chica es de confianza?"

"Claro que sí. No secuestraría a Jason ni por un millón de dólares. Confía en mí."

"¿Cuánto tiempo falta para que salgas a almorzar?"

"Al menos 40 minutos. Iré por él terminando y esperaremos a que salgas."

"Gracias de nuevo", se quitó la cangurera con cuidado de no despertar al bebé y entregó la pañalera que había dejado en la silla de alado a su amigo. "Por favor, cuídalo", dio un beso a su hijo y se lo dio al rubio.

"Eso he hecho en todo este tiempo."

"Lo sé, pero las cosas son diferentes ahora."

***
Oh, Dios. Oh, Dios, repetía Anne mentalmente mientras leía la nota que Justin había dejado en el refrigerador. Esto no es verdad. No se llevó a mi bebé... No se atrevió a llevarse a mi bebé.

Arrojó su bolso en el sofá y se dirigió a la habitación del pequeño departamento. La pañalera de Jason no estaba y faltaban algunas cosas, como pañales y ropa.

Corrió a la cocina y 3 biberones habían desaparecido junto al frasco de fórmula.

Oh, Dios. Oh, Dios. Oh, Dios. Sacó su teléfono de su bolsillo y buscó el número del castaño intentando contener el temblor de sus manos.

"El número que intenta contactar se encuentra ocupado."
"¡No puede estar ocupado! ¡Tiene que contestar!"
"Deje un mensaje después del tono."

Colgó y marcó nuevamente. La operadora saltó otra vez con su molestos mensaje automático.

Esto no puede estar pasando.

Repitió el proceso de marcado varias veces más hasta que el temblor en sus manos y las lágrimas en sus ojos ya no le permitieron seguir.

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