Perdidos en el Bosque. (Terminada)

Capítulo 7: Una sombra alargada

Intentaron quitarse las raíces de las piernas pero era imposible, miraron a la bruja y a su amigo sin poder hacer nada.
-Me habéis hartado pequeños mamones y ahora vais a morir- La bruja agarro a Antonio de las sienes y empezó a apretarselas muy fuerte, le empezó a salir sangre de la narir y se podía oir como su craneo se rompía bajo las manos de esa arpía, empezó a llorar sangre y a gritar mientras sus compañeros intentaban librarse de las raíces pero mas se apretaban, entonces los gritos de Antonio cesaron y entonces le explotó la cabeza llenando las manos de la bruja de sangre y sesos, cogio lo que quedaba de cabeza y se lo comió. Estaban viviendo una pesadilla, no podian creer lo que acababan de ver, las raíces soltaron sus pies e intentaron escapar mientras la bruja estaba distraída, corrieron a pesar de las heridas, salieron del campo y llegaron a una de las carreteras principales sin luz, corrieron pero no vieron a nadie, quedaba aun mucho para llegar a la zona con luz, la bruja no parecía perseguirles.
-¡Mierda!- pararon en seco la bruja estaba enfrente de sus narices.
-¿Donde os creeis que vais, pensais iros de rositas?
Se miraron e intentaron separarse para que no los persiguiera a los dos pero fue inútil, fueron atrapados de nuevo por las raíces.
-¡Sueltanos zorra! Gritó francis.
-eres valiente para insultarme cuando estas apunto de morir, por eso te mataré a ti primero.
Entonces desde el campo salió una raíz muy afilada y atravesó el estómago de francis salpicando de sangre su cara, Miguel no podía soportar perder a otro amigo, vio una gran piedra cerca de donde se encontraba la bruja, y haciendo uso de unas fuerzas que no tenía levantó la piedra y mientras la bruja estaba de espaldas golpeó su cabeza y cayó al suelo, Miguel se subió encima y empezó a golpearle la cabeza a la bruja mientras gritaba, con cada golpe saltaba sangre y sesos a ambos lados de la carretera, el sonido de el cráneo romperse era escalofriante pero eso no lo paró.
Francis lo miraba asustado.
Siguió golpeandole la cabeza hasta que en el suelo solo había una masa deforme de carne, hueso y sangre, entonces paró, estana cubierto de sangre muy oscura que hasta se le habia metido en la boca por la fuerza de los impactos, escupió y cayó al suelo rendido.
Todo había acabado, ambos se tumbaron a descansar en la carretera mirando las estrellas, Miguel aun estaba jadeante del esfuerzo.
-t..tio mi herida del estómago...agg esta sangrando mucho- Francis tosió.
Se apretó la chaqueta fuertemente con las mangas enbel estómago para que dejara un poco de sangrar.
-Vamos, volvamos a casa y que te curen...¿Que les diremos a los padres de todos? ¿Y a los de Kuki? Aun no a aparecido y no pienso volver al campo a buscarlo, seguro que la bruja lo mató primero.
Se ayudaron a caminar, los Móviles no parecían tener cobertura a pesar de que ya no estaban en el campo, el camino que habían cogido no les sonaba de nada, por mas que andaban no llegaban a ningún lado.
-esto no me gusta Miguel- dijo Francis.
Detrás suya, y a la luz de la luna, una sombra alargada y con cuernos los observaba desde atrás soltando una risa que parecía de una cabra.

Cristina estaba en su casa, no tenía información de su mejor amigo desde mas o menos las nueve de la noche, era raro, el siempre le contaba donde estaba a todas horas sin importar la situación, estaba apunto de acostarse y le mandana mensajes continuamente, estaba preocupada por el, apagó las luces y dejó el móvil con el sonido por si acaso le hablaba.
Cerró los ojos y le llegó un mensaje, rápidamente cogió el móvil para ver si era Miguel, no era el, era un número extraño.
El mensaje decía lo siguiente:
Cristi soy el Kuki, el amigo de Miguel y compañía, sabes donde están? Hoy a las nueve estaba con ellos pero se pusieron muy raros y se metieron sin decir nada en el campo, los esperé sentado creyendo que era una broma pero no regresaron y me fui a casa, seguro que querian vengarse por los sustos que les doy yo aveces, bueno ninguno me contesta si sabes algo de ellos dimelo por favor.